Cervantes pone una pica en Flandes
El espa?ol ha encontrado un aliado inesperado en su particular batalla europea: la gente - Los j¨®venes se apuntan al castellano que, sin embargo, se estanca en las instituciones de la UE
A Julio Ortega, profesor del Departamento de Estudios Hisp¨¢nicos de la Universidad de Brown (Estados Unidos), le hizo gracia el otro d¨ªa ver d¨®nde est¨¢ el monumento que en Bruselas rinde homenaje a Cervantes, a Don Quijote y a Sancho, r¨¦plica sobre un escueto pedestal de hormig¨®n de quienes cabalgan juntos en la plaza de Espa?a de Madrid. Si la madrile?a es un espl¨¦ndido escaparate, la hom¨®nima de la capital de Europa es muy secundaria, oculta como patio trasero de varios c¨¦ntricos hoteles, a unos pasos de la Grand' Place, pero en las ant¨ªpodas est¨¦ticas de la que Jean Cocteau calific¨® "como el m¨¢s hermoso teatro del mundo". El lugar no le ser¨ªa extra?o al sufrido Cervantes, que como soldado-literato celebrar¨ªa por todo lo alto la pica que acaba de poner en Flandes: la imparable expansi¨®n de su lengua la convierte ya en la primera en uso callejero en Bruselas tras el franc¨¦s y el neerland¨¦s, oficiales en B¨¦lgica, y el imbatible ingl¨¦s. Le frustrar¨ªa, en cambio, ver que ese feliz crecimiento natural se ve asfixiado en las instituciones comunitarias y quiz¨¢ se jugara la otra mano el de Lepanto por librar la batalla, como Don Quijote, contra los gigantes-molinos de la burocracia y los reglamentos. La pr¨®xima "guerra a muerte" ling¨¹¨ªstica se librar¨¢ en torno a la patente comunitaria.
El castellano precede con holgura ya al italiano y al alem¨¢n en Bruselas
"Mucha gente aprende nuestro idioma pensando en Hispanoam¨¦rica"
Las matr¨ªculas en los Cervantes de la UE pasaron de 37.512 a 61.830 en un lustro
Espa?ol y chino son estrat¨¦gicos en el concierto ling¨¹¨ªstico internacional
En Europa falta un reconocimiento pol¨ªtico de la lengua espa?ola
Espa?a par¨® hace dos a?os el intento de limitar el n¨²mero de traductores
"Me parece bien, porque la ruta de Don Quijote es un peregrinaje marginal entre ventas, campos y sierras", sentenci¨® Ortega, director del Proyecto Trans-Atl¨¢ntico, que desde Brown explora las interacciones modernas entre Espa?a, Estados Unidos y Am¨¦rica Latina, al ver la cruda plaza de Espa?a bruselense, salvada de la depresi¨®n por Don Quijote y Sancho. Ortega estaba en Bruselas para asistir a un coloquio internacional organizado por las universidades de Lovaina la Nueva (franc¨®fona) y Gante (neerland¨®fona) sobre Los imaginarios apocal¨ªpticos en la literatura hispanoamericana del siglo XX y, tomando caf¨¦ luego en una terraza, se maravillaba de la juventud de los hispanistas y latinoamericanistas belgas, mientras se interrogaba por la raz¨®n de que hubiera tantos. No son muchos, alrededor del medio centenar en cifras absolutas, menos de la mitad, en proporci¨®n, a los hispanistas del Reino Unido, que superan el medio millar. "Es un fen¨®meno muy interesante y nuevo, seguramente derivado del gusto por las cosas espa?olas, pero tambi¨¦n por el inter¨¦s en Am¨¦rica Latina", especulaba el profesor cuando se vio sorprendido por una gitana rumana, que le ped¨ªa, en puro cervantino, que le diera algo para el ni?o que llevaba en brazos. Nueva sorpresa, que dio paso a m¨¢s comentarios sobre la expansi¨®n del espa?ol.
Es incuestionable que esta lengua goza de un vigor que para s¨ª quisieran otras, empezando por el franc¨¦s y el alem¨¢n, y Bruselas es un buen bar¨®metro para medirlo. La ciudad es una de las m¨¢s cosmopolitas de la UE, como sede de las instituciones comunitarias y de la OTAN, en torno a las que revolotean grupos de presi¨®n y funcionarios internacionales llegados de todas las latitudes.
Un reciente estudio del socioling¨¹ista y profesor de la Universidad Libre de Bruselas (VUB, neerland¨®fona) Rudi Janssens guarda dos espectaculares sorpresas sobre el paisaje demoling¨¹¨ªstico de la capital de un pa¨ªs oficialmente triling¨¹e (neerland¨¦s, franc¨¦s y alem¨¢n). El 95,55% de los habitantes de Bruselas habla el franc¨¦s, muy lejos del 28,23% que se desenvuelve en neerland¨¦s. Constata adem¨¢s Janssens que la lengua de Shakespeare es hablada por el 35,40% de quienes viven y trabajan en la ciudad.
Primera sorpresa: el ingl¨¦s arrincona a la lengua de la mayor¨ªa ling¨¹¨ªstica belga en su propio terreno. La segunda, y no menor, es que tras esos tres idiomas que de forma previsible ocupan el podio, el cuarto m¨¢s extendido es el espa?ol (se dicen hablantes el 7,39% de los consultados). La cifra es doblemente reveladora: el ingl¨¦s es una inalcanzable lingua franca, capaz de derrotar a domicilio a otras. El otro hallazgo es ver que en la liga de las dem¨¢s, el espa?ol gana y consolida posiciones. En el caso de Bruselas, y seg¨²n el estudio encargado por la Casa del Neerland¨¦s a Janssens, el castellano precede ya holgadamente al italiano (5,72%) y al alem¨¢n (5,56%), dos idiomas europeos que incluso se ven superadas en la capital por el ¨¢rabe (6,36%). En 2000 el espa?ol era la sexta lengua, por detr¨¢s del ¨¢rabe y del alem¨¢n. Janssens pronostica que la distancia con respecto a la de Dante se ir¨¢ incrementando. "El espa?ol tiene m¨¢s atractivo que el italiano. Es mundial y resulta muy ¨²til para el trabajo".
En el corcho de la sala de profesores del Instituto Cervantes de Bruselas cuelga una fotocopia de la entrevista realizada por un peri¨®dico local a un bruselense que vive en Madrid y cuenta lo satisfecho que est¨¢ de c¨®mo le va la vida all¨ª. "Fue alumno nuestro", ha escrito alguien sobre el papel. Fran?ois Decl¨¨ve, ingeniero de 27 a?os, aprendi¨® espa?ol para poder acompa?ar a Espa?a a Beatriz, quien despu¨¦s de tres a?os en Bruselas sinti¨® la irresistible llamada de volver casa. "He de reconocer que siempre hab¨ªa querido aprender espa?ol", explica Decl¨¨ve. "Si la cosa sal¨ªa mal al menos me habr¨ªa servido para aprender una lengua".
Fran?ois y Beatriz son ahora marido y mujer. Ana Guti¨¦rrez, profesora en el Cervantes, lo presenta como un caso t¨ªpico del inter¨¦s por la lengua espa?ola. Hay otros: profesionales que deben ir a Espa?a o Am¨¦rica Latina, atracci¨®n por la cultura en sentido amplio, la m¨²sica (el festival Son del Sur del pasado mes llen¨® todos los d¨ªas las salas del Bozar, el centro cultural de m¨¢s prestigio de la ciudad), el cine (el certamen de Cines de Espa?a y Am¨¦rica Latina atrae a m¨¢s de 15.000 espectadores cada noviembre), eur¨®cratas, abuelas de parejas mixtas que quieren hablar con sus nietos, propietarios de segundas residencias, m¨¦dicos... "Cada vez hay m¨¢s motivos", dice Guti¨¦rrez, "pero existe mucha gente que lo hace pensando en Hispanoam¨¦rica".
En s¨®lo un lustro, el Instituto Cervantes ha pasado de 37.512 a 61.830 matr¨ªculas en el conjunto de la UE, un incremento del 65%. Es una cifra reveladora del inter¨¦s por el espa?ol. S¨®lo en el sistema educativo de Francia hay m¨¢s de dos millones de estudiantes de la lengua de Cervantes. En el Reino Unido, la demanda por el espa?ol mete presi¨®n al franc¨¦s. En Italia, el espa?ol desborda al alem¨¢n como tercera lengua extranjera. En Polonia el inter¨¦s crece como la espuma. "Pero lo m¨¢s importante es que ahora estamos formando a 6.130 profesores en toda la UE", subraya Francisco Moreno Fern¨¢ndez, director acad¨¦mico del Cervantes.
"El espa?ol y el chino est¨¢n ocupando espacios estrat¨¦gicos en el concierto ling¨¹¨ªstico internacional como alternativas al ingl¨¦s (por motivos afectivos, culturales o de utilidad), uno en Occidente y el otro en Asia". La expansi¨®n podr¨ªa ser a¨²n m¨¢s fulgurante. "En Europa falta un reconocimiento pol¨ªtico de la importancia internacional de nuestra lengua, que ahora favorece al franc¨¦s y al alem¨¢n", dice Moreno Fern¨¢ndez. Explica el coautor del Atlas de la lengua espa?ola en el mundo que la escalada en el n¨²mero de profesores que se vuelven al espa?ol es fruto de "la falta de correspondencia entre la demanda desbordada y la oferta que realizan los sistemas p¨²blicos de ense?anza" en diversos pa¨ªses de la Uni¨®n.
Sin Am¨¦rica Latina, el espa?ol ser¨ªa como el polaco. El Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero se propone utilizar esa potencia que ofrece el otro lado del Atl¨¢ntico en la en¨¦sima batalla por la lengua castellana en el seno de la UE, librada ahora en torno a la patente comunitaria. La lengua espa?ola crece de un modo natural si se la deja desarrollarse espont¨¢neamente, pero en la Bruselas de las instituciones comunitarias est¨¢ aherrojada por los procedimientos y la burocracia. El simple hecho de mantener la posici¨®n es una quijotescamente necesaria pelea cotidiana. "No se va a ganar nunca porque la Comisi¨®n Europea se dot¨® en su d¨ªa de un r¨¦gimen de trabajo ling¨¹¨ªstico reducido", comenta una fuente conocedora de primera mano de la casu¨ªstica del uso de las 23 lenguas oficiales de la UE en las instituciones europeas y de las vicisitudes pasadas por la espa?ola. "La Comisi¨®n va entrando en la flexibilidad a nivel pol¨ªtico, pero tiene que enfrentarse a los servicios, para los que es un engorro" trabajar con m¨¢s lenguas de las tres llamadas "lenguas de procedimiento" (franc¨¦s, ingl¨¦s y alem¨¢n).
A partir de una ambigua declaraci¨®n reglamentaria sobre el r¨¦gimen ling¨¹¨ªstico interno de que deben dotarse las instituciones, ese tr¨ªo ha consolidado de hecho un estatuto de privilegio con respecto a las otras 20, y aun as¨ª el ingl¨¦s sigue medrando y comi¨¦ndoles terreno en la pr¨¢ctica cotidiana. En 1992, el 47% de los documentos que traduc¨ªa la Comisi¨®n llegaban escritos en franc¨¦s. Hoy apenas alcanzan el 12%. En el mismo lapso de tiempo, el ingl¨¦s ha pasado del 35% al 72%. El alem¨¢n, del 6% al 3%.
Los papeles internos deben estar en los tres idiomas, pero es una experiencia diaria ver que el ingl¨¦s crea en torno a s¨ª un vac¨ªo que franc¨¦s y alem¨¢n pugnan por llenar. Peor lo tienen las dem¨¢s. Hace dos a?os y medio, Espa?a toc¨® a rebato para desbaratar un golpe de mano dirigido a reducir de forma dr¨¢stica e inmediata, de 101 a 67, el n¨²mero de traductores de espa?ol en la Comisi¨®n y dejarlo al nivel de otros pa¨ªses intermedios (Dinamarca, Finlandia, Grecia, Holanda, Italia, Portugal y Suecia). El motivo arg¨¹ido era la necesidad de ajustar los presupuestos a la llegada de 12 nuevos pa¨ªses, cada uno con su lengua. La presi¨®n pol¨ªtica y diplom¨¢tica par¨® el golpe y por ahora siguen trabajando el centenar de traductores.
"Era un plan demasiado estricto. No se puede reducir el n¨²mero de traductores en espa?ol al nivel de otros pa¨ªses", reconoce ahora una alta fuente de la Comisi¨®n. "Espa?a es un pa¨ªs grande, lo que genera mucha actividad; se trabaja mucho con el mundo en espa?ol y toda la cooperaci¨®n internacional de la Comisi¨®n con los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina se hace en espa?ol".
Aquella batalla suscit¨® ambiciones y pasiones ahora apaciguadas. El Gobierno lleg¨® a anunciar un Plan de Acci¨®n de Promoci¨®n y Defensa del Espa?ol en las Instituciones Europeas, que fue a la papelera tras abandonar el correspondiente negociado de Exteriores. "El plan de acci¨®n iba a estar basado en el Instituto Cervantes", se?ala una fuente conocedora del caso. "Est¨¢ parado". Tanto, que nadie ha vuelto a o¨ªr de ¨¦l.
A falta de estrategia, se vive al d¨ªa. Diego L¨®pez Garrido, secretario de Estado para la UE, acaba de prometer en Bruselas que se emplear¨¢ a fondo en la nueva batalla para conseguir la oficialidad del espa?ol en la patente comunitaria, el instrumento con el que se pretende modificar el actual r¨¦gimen europeo de patentes, basado en el franc¨¦s, el ingl¨¦s y el alem¨¢n. Espa?a no quiere que su lengua quede fuera y teme que extender ese r¨¦gimen triling¨¹e a la UE d¨¦ marchamo jur¨ªdico a la prevalencia de las tres lenguas de procedimiento. "Es irrenunciable que el espa?ol sea un idioma oficial en la patente europea", dec¨ªa L¨®pez Garrido tras el primer encontronazo sobre la cuesti¨®n con sus colegas. No est¨¢ nada claro que esta vez se vaya a conseguir el objetivo. Espa?a est¨¢ muy lejos de ser en patentes la potencia que es en lengua. Un europarlamentario habla enf¨¢ticamente de "guerra a muerte" en torno a la patente comunitaria.
El soldado de Lepanto no se arredrar¨ªa. Estaba orgulloso de haber perdido el uso de la mano izquierda "en la m¨¢s alta ocasi¨®n que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros". No pod¨ªa imaginar el creador del Quijote la explosiva pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica de la Comisi¨®n Europea. Pero gozar¨ªa al ver el triunfo de su lengua en la capital de un Flandes que nunca conoci¨®. ?l no pon¨ªa l¨ªmites al espa?ol. En la dedicatoria de la segunda parte del Quijote anuncia al conde de Lemos que ha recibido una carta "en lengua chinesa" en la que el emperador de China le suplica el env¨ªo de un ejemplar del nuevo libro "porque quer¨ªa fundar un colegio donde se leyese la lengua castellana, y quer¨ªa que el libro que se leyese fuera el de la historia de Don Quijote". Apostilla Ortega, el profesor de Brown: "Es broma, pero va en serio". Intu¨ªa Cervantes que el peregrinaje marginal de su hombre le llevar¨ªa a la conquista de aparentemente inalcanzables universos.
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