Vuelve la fiebre del w¨®lfram
Comienzan a recibir subvenciones proyectos para recuperar minas abandonadas
Un puesto permanente de la Guardia Civil con ocho efectivos a la entrada de la mina alertaba de que aquello iba muy en serio. Reforzaban la seguridad privada que la empresa propietaria hab¨ªa dispuesto ante los constantes hurtos que fomentaba el mercado negro. Todo ten¨ªa una explicaci¨®n. San Finx, en el municipio de Lousame (A Coru?a), se hab¨ªa convertido de la noche a la ma?ana en un enclave de "inter¨¦s militar" en plenos a?os cuarenta y, de paso, en centro de gravedad de la extracci¨®n de wolframio y esta?o en Galicia. Hab¨ªa otro detalle importante. La mina, por aquellos d¨ªas gestionada por Industrias Gallegas, una filial del Banco Pastor de un joven Pedro Barri¨¦ de la Maza, no hab¨ªa ca¨ªdo en manos del capital alem¨¢n como otras tantas: Ver¨ªn, Oimbra, Laza, Monte Neme, Casaio, Baltar... Porque guardaba en sus entra?as la mayor reserva de un tesoro pretendido por el r¨¦gimen nazi, un mineral clave para la fabricaci¨®n de aceros endurecidos indispensables para su armamento en plena Segunda Guerra Mundial. Setenta a?os despu¨¦s de aquella historia de especulaci¨®n, polvor¨ªn de dinero f¨¢cil y aventuras, y veinte desde su cierre definitivo, San Finx volver¨¢ a abrir sus galer¨ªas.
El Igape participa en la explotaci¨®n de Lousame, que reabrir¨¢ este a?o
No lo har¨¢ s¨®lo para visitas guiadas, que las habr¨¢, ya que el Ayuntamiento de Lousame, con su alcalde, Jos¨¦ Santiago Freire Abeij¨®n al frente, sigue en su empe?o por levantar all¨ª un centro de interpretaci¨®n que ayude a entender todo lo que represent¨® el w¨®lfram. Y es que un grupo de empresarios ha iniciado los trabajos para volver a extraer el mineral. A trav¨¦s de Incremento Grupo Inversor, una sociedad limitada creada el a?o pasado y capitaneada por un discreto Fernando Velasco, ya cuentan con las primeras subvenciones del Igape, por un importe superior a los 122.000 euros, para comenzar a renovar maquinaria y equipos el¨¦ctricos, habilitar las arrumbadas instalaciones y realizar las primeras contrataciones de personal.
Sobre la mesa del conselleiro de Industria, Fernando Blanco, hay hasta seis solicitudes para reabrir minas abandonadas, en lo que viene a ser un nuevo subid¨®n febril por lo que se denominan "minerales alternativos". Es su precio, la demanda y su cotizaci¨®n en el mercado internacional lo que verdaderamente hace rentable la extracci¨®n. China es el primer productor mundial de w¨®lfram y, como en Galicia, varios proyectos repartidos en los ¨²ltimos a?os por Castilla y Le¨®n y Extremadura intentan desempolvar aquellas minas y ganar dinero con ello. Pero ?qu¨¦ esconde San Finx adem¨¢s del mineral?
Galicia lleg¨® a concentrar durante la Segunda Guerra Mundial el 70% de la producci¨®n espa?ola de w¨®lfram en lo que Xan Carmona, de la Universidad de Santiago, califica como la mayor fiebre minera de la pen¨ªnsula ib¨¦rica en todo el siglo XX. Lo que verdaderamente convirti¨® en negocio irresistible la extracci¨®n de w¨®lfram fue una demanda que primero pas¨® por las compras preventivas de la Alemania nazi, para luego, a partir de 1942, estar protagonizada por el bando aliado, a trav¨¦s de agencias inglesas y norteamericanas que realizaban operaciones en el mercado libre con el ¨²nico objetivo de que no llegara a sus rivales. As¨ª fue como los precios se multiplicaban por cuatro de a?o en a?o. Y en municipios como Lousame, Carballo y Santa Comba, entre otros, se levantaron en aut¨¦nticas torres de babel del dinero r¨¢pido en a?os de autarqu¨ªa franquista.
A las concesiones mineras siguieron plantas de transformaci¨®n, instalaci¨®n de f¨¢bricas de tungsteno en polvo, creaci¨®n de sociedades de intermediaci¨®n y un sinf¨ªn de protagonistas de un sector econ¨®mico tan pujante como ef¨ªmero. Era una miner¨ªa de ocasi¨®n, que en su momento de m¨¢ximo esplendor lleg¨® a emplear, seg¨²n las estad¨ªsticas oficiales de la ¨¦poca, a algo m¨¢s de 20.000 personas, sin contar con los puestos de trabajo inducidos en el mercado negro. Cerca de Lousame, en la playa de Balar¨¦s, se lleg¨® a construir una plataforma portuaria a la medida para facilitar los env¨ªos por barco a Alemania. Hoy en d¨ªa, sobre el arenal y con vistas a la r¨ªa de Corme y Laxe, un coqueto restaurante levantado en aquel muelle invita al visitante a hacer un receso en su ruta.
Estudios de la C¨¢mara Oficial Minera de Galicia ayudan a entender la historia, siempre a medio camino de la leyenda. Y es que la aparici¨®n de un mineral de alto valor con mercado asegurado, pagado en mano por agentes que se desplazaban a donde fuese necesario, junto con las habilidades de estraperlo y contrabando exacerbadas, supuso la aparici¨®n de oportunidades de r¨¢pido enriquecimiento con m¨ªnimo esfuerzo. S¨®lo en 1943 el total oficial de empleados en minas de w¨®lfram en Galicia fue de 7.669 trabajadores. El total real m¨ªnimo se calcula en el doble.
Los asaltos a las instalaciones obligaron al establecimiento de una estrecha vigilancia, lleg¨¢ndose a bloquear accesos de la forma m¨¢s primitiva para impedir la entrada a diversas zonas de explotaci¨®n: se dinamitaron chimeneas y canalizaciones de ventilaci¨®n, as¨ª como otras instalaciones auxiliares. Ahora, cuando se produzca la reapertura de la mina, en Lousame, previsiblemente este a?o, la Guardia Civil ya no montar¨¢ guardia a la entrada de sus galer¨ªas y pozos. La fiebre sube pero no ahoga.
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