Magos del 'videoclip'
La Ca?a Brothers y Malgenio, entre los renovadores de los cortos musicales
Rodar un videoclip era lo m¨¢s. En los a?os ochenta y noventa, s¨®lo las grandes estrellas de la m¨²sica pod¨ªan permit¨ªrselo. Los altos costes de producci¨®n y la difusi¨®n ¨²nicamente televisiva convert¨ªan al v¨ªdeo musical en un producto promocional exclusivo. Ya no es as¨ª.
Ahora para cualquier banda amateur es irrenunciable estar en el ciberespacio, tener un hueco en MySpace o contar con su propia p¨¢gina web. Y, por supuesto, no basta la m¨²sica. Internet es imagen, as¨ª que hay que mostrarse al mundo a la vez que hacerse o¨ªr. Los grupos necesitan un v¨ªdeo musical, y lo tienen.
YouTube, el mayor portal de v¨ªdeos gratuitos (con m¨¢s de 100 millones de visitas diarias), permite a cualquiera colgar su creaci¨®n: primer escollo solventado. Y, segundo, los costes de grabaci¨®n audiovisual han ca¨ªdo dr¨¢sticamente en los ¨²ltimos a?os gracias a la revoluci¨®n digital. "Un programa de edici¨®n de v¨ªdeo Avid para usar en tu ordenador cuesta 1.500 euros, mientras que antes un equipo Betacam val¨ªa 12.000. La c¨¢mara con la que se han grabado las ¨²ltimas pel¨ªculas de Peter Jackson y James Cameron, una Red One fabricada bajo pedido, cuesta s¨®lo 20.000 euros", cuenta Alfonso Cort¨¦s, uno de los tres treinta?eros de la productora madrile?a La Ca?a Brothers.
Uno de los problemas de los v¨ªdeos en la Red es su baja calidad
Un 'videoclip' imaginativo y barato puede ser un fen¨®meno mundial
La demanda de v¨ªdeos musicales por parte de los grupos tanto para hacerse visibles en Internet como para presentarlos a las discogr¨¢ficas junto a su maqueta ha desencadenado toda una industria de bajo coste. Hoy, un videoclip no es la consecuencia de un disco de ¨¦xito, sino el trampol¨ªn para lograr ese disco. "Antes el v¨ªdeo era la guinda del pastel y ahora puede ser el pastel", explica Alberto Blanco, de 27 a?os, quien acaba de grabarle el ¨²ltimo v¨ªdeo a Estopa con su productora, Malgenio Producciones.
La Ca?a Brothers realiza v¨ªdeos para artistas que ni siquiera tienen un CD en el mercado, como es el caso de Carmen Dey o del grupo Juguetes Rotos, quienes se financian sus propios v¨ªdeos, que han costado en torno a los 8.000 euros. Una forma de abaratar costes es irse a Cuba a rodar, donde lo m¨¢s caro es el precio del billete de avi¨®n. Muchas de las playas que aparecen en los clips de los canales Sol M¨²sica o 40 Latino son realmente caribe?as. Normalmente, conseguir que un v¨ªdeo se emita en televisi¨®n es cuesti¨®n de dinero y de contactos, no de la calidad del producto.
Uno de los problemas del consumo de v¨ªdeos en la Red es su baja calidad. "Yo tengo mi propio canal de YouTube y los cuelgo el primero porque me jode mogoll¨®n verlos mal. De todas formas, aunque no lo hagas t¨², al d¨ªa siguiente de salir en la tele un ni?o de 14 a?os lo habr¨¢ grabado con el m¨®vil para colgarlo desincronizado. Lo bueno de Internet es que enseguida, por el n¨²mero de visitas, sabes si el v¨ªdeo ha gustado", explica Alberto Blanco. Los videoclips ya se ven m¨¢s en pantallas peque?as (Internet, iPods, PSP, tel¨¦fonos m¨®viles...) que en la tele, por lo que el director Chris Applebaum grab¨® el exitoso v¨ªdeo Umbrella de Rihanna pensando en planos simples y decorados minimalistas.
A pesar de que cuando Google compr¨® YouTube a finales del a?o pasado ten¨ªa preparados 200 millones de d¨®lares (150 millones de euros) para hacer frente a las demandas relacionadas con el copyright, las discrepancias entre las discogr¨¢ficas y el portal de v¨ªdeos est¨¢n cesando. Ambas partes han entendido que se necesitan, y hoy YouTube ya reparte sus ingresos por publicidad a cambio de que las discogr¨¢ficas suban sus v¨ªdeos. Es m¨¢s, YouTube est¨¢ negociando con los grandes sellos musicales ofrecer todos los videoclips existentes.
Un v¨ªdeo musical original, imaginativo y barato puede convertirse en un fen¨®meno mundial, como le sucedi¨® al grupo norteamericano Ok Go. Una coreograf¨ªa en un jard¨ªn y otra en unas cintas de jogging le vali¨® a este ¨²ltimo v¨ªdeo ser el decimocuarto m¨¢s visto de la historia. Es dif¨ªcil tanto vivir de la m¨²sica como de rodar videoclips, pero tambi¨¦n es cierto y emocionante ver rodar con pasi¨®n las pasiones musicales de otros.
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