"Los museos son fuente de conocimiento, no de espect¨¢culo"
Lo que Nicholas Penny (1949) defiende -que el museo debe ser un lugar para la cultura y no para el espect¨¢culo-, choca con la rentabilidad de las exposiciones masivas. La recuperaci¨®n del papel pedag¨®gico de los museos que anuncia puede ser tachada de elitista, pero nadie dir¨ªa lo mismo si habl¨¢ramos de depurar el uso de los hospitales. Penny, que fue comisario de pintura renacentista durante 12 a?os en la National Gallery, que hoy dirige, descubri¨®, colgada en las paredes del castillo de Alnwick, Madonna of the pinks (Virgen de los claveles), de Rafael. Y est¨¢ convencido de que quedan otras obras por desenmascarar. Tambi¨¦n puede suceder lo contrario, dice, que de las paredes de los museos pueden colgar goyas falsos. Pero es optimista. "Si descubrimos que un gran cuadro no es de Goya, estaremos descubriendo tambi¨¦n a otro gran artista". Pas¨® por Madrid para visitar la muestra El retrato del Renacimiento que el Museo del Prado ha organizado con la instituci¨®n que dirige.
"No quiero convertir la National Gallery en un club para los j¨®venes"
"Estoy en contra de que los artistas actuales expongan con maestros"
Pregunta. Al aterrizar en la National Gallery hace seis meses habl¨® de recuperar la pedagog¨ªa de los museos. ?La hab¨ªan perdido?
Respuesta. Me preocupa el declive de la curiosidad. La gente debe acudir a los museos para descubrir cosas que desconoce. En el pasado, ¨¦sa era la norma.
P. ?C¨®mo reorientar el papel de los museos?
R. Uno visita una colecci¨®n permanente predispuesto a ver lo conocido, pero termina viendo otras cosas. Aceptamos la repetici¨®n en m¨²sica, uno relee los poemas. ?Por qu¨¦ no podemos volver a ver pinturas?
P. ?Est¨¢ dispuesto a retroceder en la popularidad de los museos?
R. Tuvimos una exposici¨®n sobre Pompeo Batoni. Tuvo pocas visitas. ?Fue un fracaso? Los que la visitaron la disfrutaron. Un museo debe descubrir tambi¨¦n a artistas menos conocidos.
P. Dirigi¨® la National Gallery de Washington. ?La labor educativa que defiende ser¨ªa la misma en Washington y en Londres?
R. No podr¨ªa ser igual. La mayor¨ªa de las grandes colecciones europeas son visitadas m¨¢s por turistas que por gente del lugar. En ese marco, y frente al Louvre, el Prado o los Ufficci, nuestra colecci¨®n permanente recibe m¨¢s visitas de londinenses que de extranjeros. Es at¨ªpico y una ventaja. Podemos invitar a entrar a ver s¨®lo un cuadro.
P. ?Qui¨¦n o qu¨¦ decide lo que es desconocido por el p¨²blico?
R. ?sta es la pregunta clave. Solemos creer que lo serio es mirar cuadros desde el punto de vista de la historia del arte. Pero hay muchas maneras serias de mirar la pintura. Los aspirantes a artistas deben aprender a hacerlo. Una visita a un museo proporciona placer y exige esfuerzo, como la lectura de un libro. Aunque no tengo ning¨²n inter¨¦s en hacer de la National Gallery un lugar popular entre los j¨®venes.
P. ?Por qu¨¦?
R. Porque si les gusta a ellos s¨®lo habr¨¢ gente joven. El sector social m¨¢s elitista de hoy son los j¨®venes. Excluyen todo lo que no sea como ellos. No quiero que la National Gallery se convierta en uno de sus clubes. Los que entren deben desear formarse. Los artistas necesitan ir a los museos para averiguar qu¨¦ es lo que les interesa del pasado. No pueden hacerlo de otra manera. Para facilitar esa b¨²squeda s¨ª estoy dispuesto a sacar de los almacenes obras que normalmente no se exhiben. Me preocupa facilitar el acceso al arte a estudiantes, copistas y estudiosos que tengan un inter¨¦s serio. Los museos son fuente de conocimiento. No de espect¨¢culo.
P. ?C¨®mo se puede hacer que la gente se interese por lo desconocido?
R. La gente acude a los museos a ver algo que cree reconocer, algo famoso. Y lo mejor de los museos es lo que encontramos y no conoc¨ªamos. Eso es aprender.
P. ?Qu¨¦ opina de la transformaci¨®n de los museos en templos arquitect¨®nicos?
R. Es dif¨ªcil encontrar un museo del mundo que no haya agrandado sus instalaciones. Hay quien cree que si no lo haces est¨¢s muerto. Para m¨ª es una situaci¨®n rid¨ªcula. La gente espera poder comer y cambiar los pa?ales en el museo. La ampliaci¨®n del Prado me parece mod¨¦lica. Es deliberadamente modesta y a la vez audaz. Se subordina al edificio existente y eso, hoy, es algo muy extra?o. Crecer es una opci¨®n pero dividirse es otra.
P. Usted...
R. No, no voy a dividir la National Gallery. Eso no.
P. Hace unos a?os, una muestra contrapuso trabajos de Louise Bourgeois o T¨¤pies con obras de su museo. Aqu¨ª se discute si obras de Barcel¨® deben o no entrar en el Prado ?Est¨¢ en contra o a favor de incluir autores vivos en la colecci¨®n permanente de su museo?
R. Un museo debe mantener un v¨ªnculo con el arte contempor¨¢neo. Pero estoy en contra de que los artistas contempor¨¢neos expongan con maestros. Es una tentaci¨®n para los contempor¨¢neos reconocer influencias de maestros antiguos. A los antiguos no les preguntan si ellos reconocen en los contempor¨¢neos disc¨ªpulos. Creo que puede ser pretencioso. Es evidentemente bueno para los artistas contempor¨¢neos pero no para el museo.
P. Se supone que atraen a otro tipo de visitante.
R. Soy esc¨¦ptico por una raz¨®n, es f¨¢cil hacer que otro tipo de visitante venga a los museos. S¨®lo tienes que organizar un concierto pop en medio del museo. La gente vendr¨ªa. ?Pero se quedar¨ªan despu¨¦s?
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