Los sindicatos piden apoyo al Parlamento Europeo contra la semana de 60 horas

La directiva aprobada el lunes por los ministros de Trabajo de la UE, que eleva de 48 a 60 horas el l¨ªmite de la semana laboral, provoc¨® ayer reacciones muy dispares en Bruselas. Mientras el comisario de Empleo, Vladimir Spidla, defendi¨® que se trata del "mayor paso adelante para los trabajadores europeos que refuerza el di¨¢logo social", los sindicatos pusieron el grito en el cielo. Para el presidente de la Confederaci¨®n Europea de Sindicatos, John Monks, es "inaceptable". Monks anunci¨® que trabajar¨¢ con sus aliados en el Parlamento Europeo, que tiene la ¨²ltima palabra, para frenar la directiva.

CEOE cree que a la decisi¨®n se le da una importancia que no tiene

Si el Parlamento respalda la iniciativa de los ministros de Trabajo, la directiva facultar¨ªa a los Estados a modificar su legislaci¨®n y a permitir acuerdos individuales que eleven a 60 o 65 horas (en colectivos espec¨ªficos, como los m¨¦dicos) el tiempo de trabajo m¨¢ximo semanal. Pero la C¨¢mara europea no parece estar por la labor. Alejandro Cercas, eurodiputado socialista y ponente de la directiva en el Parlamento, cree que si sale adelante la norma "se producir¨¢ una divisi¨®n en Europa entre pa¨ªses con sindicatos fuertes y Gobiernos que no modificar¨¢n su legislaci¨®n, con otros pa¨ªses que s¨ª aplicar¨¢n las jornadas que prev¨¦ la directiva".

El Ejecutivo espa?ol ya ha anticipado que no aplicar¨ªa la norma, pero eso no evitar¨ªa sus efectos, en opini¨®n de Cercas: "Aunque no cambiemos la legislaci¨®n, se producir¨¢ un desplazamiento de empresas hacia pa¨ªses menos exigentes socialmente". El PSOE inici¨® ayer contactos con el resto de partidos socialistas europeos con el prop¨®sito de liderar la oposici¨®n a la ampliaci¨®n de la jornada laboral.

La directiva permite la jornada laboral de hasta 60 horas si los trabajadores lo acuerdan con sus empresarios "libremente" siempre que no haya acuerdos sociales en sentido contrario. La realidad es que, como la medida del l¨ªmite m¨¢ximo se hace sobre un promedio de tres meses, los trabajadores podr¨¢n encontrarse con semanas laborales de hasta 78 horas. La ¨²nica garant¨ªa a salvo es la del descanso obligatorio de 11 horas entre dos jornadas de trabajo. As¨ª, la semana de seis d¨ªas (144 horas) podr¨ªa llegar a repartirse casi exclusivamente entre trabajo (78 horas) y descanso (66 horas).

La directiva es especialmente importante por la regulaci¨®n del tiempo de guardia para colectivos como los m¨¦dicos al ampliar el l¨ªmite hasta las 65 horas para aquellos pa¨ªses en los que el tiempo de guardia inactivo se considera horario laboral. Con esta disposici¨®n, la directiva pretende neutralizar los efectos de una sentencia del Tribunal de Justicia, que ha dado la raz¨®n a los m¨¦dicos al estimar que el tiempo de guardia debe considerarse tiempo de trabajo porque se est¨¢ a disposici¨®n del empleador en sus instalaciones. Una decisi¨®n que obligar¨ªa a los Gobiernos a aumentar sus plantillas sanitarias o las remuneraciones de estos trabajadores.

El rechazo entre los sindicatos espa?oles fue a¨²n m¨¢s notorio. "Decir que esto garantiza la libre elecci¨®n de una jornada de trabajo es de un cinismo superlativo", afirm¨® ayer el secretario general de CC OO, Jos¨¦ Mar¨ªa Fidalgo, tras unas jornadas en Madrid. "Es una atrocidad", a?adi¨® C¨¢ndido M¨¦ndez, l¨ªder de UGT, quien advirti¨® que habr¨¢ movilizaciones si el Parlamento no para la iniciativa. "Hay elecciones europeas en 2009 y los trabajadores tambi¨¦n somos votantes", advirti¨® el secretario de acci¨®n sindical de CC OO, Ignacio Fern¨¢ndez Toxo.

La lectura del presidente de CEOE, Gerardo D¨ªaz Ferr¨¢n, fue bien distinta. El m¨¢ximo responsable de la patronal aludi¨® al car¨¢cter excepcional del nuevo l¨ªmite de la semana laboral para mantener que "se ha interpretado mal" la directiva. Y record¨® que el tope vigente en Espa?a sigue siendo las 40 horas semanales. "Se le est¨¢ dando una importancia que no tiene", afirm¨®.