Las protestas laborales dejan a 33 personas heridas en Almer¨ªa y Sevilla
Pescadores y agricultores protestan en las calles por el precio del combustible
El alto precio del combustible y la crisis se tradujeron ayer en violentas cargas policiales y sangre. Al margen del par¨®n de los transportistas, los pescadores en Sevilla y los agricultores en Almer¨ªa protestaron contra las ¨²ltimas subidas del precio del combustible y sus consecuencias en el frenazo econ¨®mico, y las concentraciones se saldaron con un total de 33 heridos y sietes detenidos.
"Me lo como a bocados y no tengo dientes", gritaba furioso un pescador ante sus compa?eros, despu¨¦s de que los agentes antidisturbios provocaran serias heridas a cinco compa?eros tras cargar contra ellos junto a la c¨¦ntrica estaci¨®n Plaza de Armas sevillana. Por la ma?ana, unos doscientos pescadores de cofrad¨ªas de Lepe, Punta del Moral, Isla Cristina y Punta Umbr¨ªa (Huelva) y El Puerto de Santa Mar¨ªa (C¨¢diz) se manifestaron de manera pac¨ªfica ante el Parlamento. Pero a las 14.00, saltaron chispas. La tensi¨®n dio paso r¨¢pidamente a un enfrentamiento muy violento que devino en cinco pescadores y ocho polic¨ªas heridos. "Han cargado y ya est¨¢. Sin explicaciones, justo antes hab¨ªan desenfundado dos pistolas", se quejaron varios marineros indignados.
Un oficial rebati¨®: "Nos han lanzado bengalas, piedras y ladrillos". Una de las bengalas hiri¨® en la cara a un agente, que tuvo que ser intervenido, y el presunto autor del lanzamiento de la bengala fue identificado y detenido en un juzgado de guardia, mientras esperaba a la declaraci¨®n de seis compa?eros, asimismo detenidos. Estos pescadores pasaron ayer a disposici¨®n judicial acusados de atentar presuntamente contra agentes de la autoridad. La amargura y los aprietos del pescador gaditano Manuel G¨¢lvez, finalizaron ayer tras el acuerdo alcanzado en Madrid: "Tengo dos hijos en el paro y llevamos 15 d¨ªas sin salir a faenar", contaba. Mientras, uno de los heridos esperaba en un coche policial con la cabeza ensangrentada para ser trasladado a la comisar¨ªa.
Pelotas de goma
Mientras, los agentes antidisturbios cargaron con mayor virulencia a¨²n que en Sevilla contra una protesta de agricultores en Almer¨ªa. Con veinti¨²n heridos, trece de ellos agentes de la Polic¨ªa Nacional, concluy¨® la protesta protagonizada por 2.500 agricultores almerienses frente a la Delegaci¨®n de Hacienda.
Tras varias concentraciones sin resultados, reclamaban nuevamente una rebaja fiscal para el sector hort¨ªcola tras la crisis que padece, para lo que comenzaron a lanzar berenjenas y calabacines contra la sede el edificio, flanqueado por antidisturbios. Al impactar contra los agentes las vallas de seguridad apostadas frente a los accesos a la sede, ¨¦stos cargaron de forma indiscriminada contra los concentrados con porras y pelotas de goma. Siete agricultores y un fot¨®grafo resultaron heridos y precisaron atenci¨®n m¨¦dica.
La escalada de tensi¨®n ces¨® despu¨¦s de que los representantes de las organizaciones Coag y Asaja mantuvieran un encuentro con el subdelegado del Gobierno, Miguel Corpas, de quien lograron el compromiso de trasladar sus exigencias al Gobierno central. Con un ir¨®nico "ya hemos hecho el jornal y algunos hemos cobrado y muy duro", Francisco Vargas, presidente provincial de Asaja, dispers¨® a los agricultores almerienses que est¨¢n citados hoy en El Ejido para dar de nuevo "una nueva batalla".
De la fruta de estraperlo a los mensajeros camuflados
La huelga del transporte afecta a todo tipo de personas y actividades. ?stas son algunas de su consecuencias:
- Bartolom¨¦ Ram¨ªrez (agricultor). "Los tomates se est¨¢n perdiendo". En la cooperativa Nuestra Se?ora de las Virtudes de Conil (C¨¢diz) no quedan envases para recoger los tomates. "No llegan porque los camiones no quieren correr el riesgo de traernos las cajas, tienen miedo", cuenta Bartolom¨¦ Ram¨ªrez, su presidente. "Los tomates se est¨¢n perdiendo en la mata, y las lechugas, que s¨®lo tienen dos d¨ªas ¨®ptimos para ser recogidas, y las jud¨ªas, los tapines..". La lista es larga porque en la cooperativa trabajan con 70 productos, y s¨®lo un 25% ha logrado salida estos d¨ªas. "S¨®lo vendemos lo que se llevan en la subasta, lo que compran los peque?os comerciantes, los fruteros, que vienen por su mercanc¨ªa. Los pedidos de las grandes superficies se han suspendido todos". Como consecuencia, 45 de los 55 trabajadores de la sala de manipulaci¨®n de la cooperativa se han quedado en casa. Bartolom¨¦ Ram¨ªrez se ha quedado sin recursos: "Como soy creyente, s¨®lo me queda pedirle a Dios para que acabe con esto. Despu¨¦s de la subida del gasoil, de c¨®mo est¨¢n los abonos, este paro ha sido la puntilla para los agricultores".
- Miguel Mac¨ªas (due?o de supermercado): "La fruta que queda es de estraperlo". A Miguel Mac¨ªas se le han acabado los yogures. Y la leche. Y el pollo. En las estanter¨ªas del supermercado Marbella que regenta en C¨¢diz comienzan a escasear los productos, sobre todo, los perecederos. "Fruta apenas hay, la que queda es de estraperlo". Porque donde muchos ven un problema, cuenta Mac¨ªas, otros han encontrado un negocio, y tratan de vender a escondidas y con precios m¨¢s elevados. ?l prefiere decirle a su clientela que no tiene g¨¦nero a ofrecerle "cualquier cosa". Pero reconoce que de continuar la huelga se va a ver en problemas. "Las grandes superficies pueden ir a sus naves a recoger mercanc¨ªas diariamente, y lo hacen con furgonetas que pueden moverse. Nosotros necesitamos camiones, y esos no pasan". Con todo, en el supermercado de Miguel Mac¨ªas las ventas han subido. "Casi el doble, pero eso es malo. La gente se lleva tres garrafas de aceite y varias cajas de leche. ?se es uno de los problemas".
- Margarita Moreno (due?a de una tienda de colchones): "Los clientes me insultan". Ayer por la ma?ana, Margarita Moreno recibi¨® una llamada en su tienda del barrio El Porvenir (Sevilla). "?Por qu¨¦ no han llegado mis colchones?", protestaba una cliente que hab¨ªa gastado 1.500 euros y deb¨ªa recibir su pedido el pasado lunes. Moreno la escuch¨®, la escuch¨®, la escuch¨® y se acab¨® enfadando: "?Es que no ve usted la televisi¨®n? ?No lee los peri¨®dicos? Hay una huelga de transportistas y no llegan los pedidos. ?A m¨ª no me chille!". Otro cliente entra en la tienda. Silencio. Compra una almohada y se marcha. "Algo es algo", dice Moreno, que todav¨ªa no ha sufrido p¨¦rdidas econ¨®micas: "Hasta ahora s¨®lo he recibido quejas y protestas", explica. "Pero si no llegan r¨¢pido los env¨ªos, puede que se empiecen a anular los encargos". Cuenta que "la indignada", forma en la que nombra a la cliente que protest¨® antes, le ha calificado de informal e impresentable. "?A ver si yo soy el Gobierno o alguien que puede controlar la huelga? ?Que llame a Zapatero o a quien sea pero que a m¨ª me deja en paz!" Suena el tel¨¦fono de nuevo. Quiz¨¢s sea otra persona airada. "Como si no tuviera bastante con lo m¨ªo", suspira antes de cambiar el tono y mostrarse muy amable con el interlocutor.
- Jes¨²s Jim¨¦nez (operador de transporte): "He pensado en cerrar". Ha dado vacaciones a varios de sus 15 mensajeros para no tenerlos de brazos cruzados durante la huelga de transportes. Los paquetes y sobres que se env¨ªan en la oficina de MRW que regenta en M¨¢laga est¨¢n retenidos desde el lunes en Ja¨¦n. Los piquetes sacaron de la carretera los furgones que se dirig¨ªan a la plataforma que la empresa tiene en Madrid y les obligaron a aparcar en un ¨¢rea de servicio de donde no les han dejado moverse. "He pensado en cerrar, pero tampoco es cuesti¨®n", dec¨ªa ayer por el manos libres de su coche. Ante esta situaci¨®n, algunos mensajeros han decidido hacer la ruta hasta Madrid en turismos camuflados y as¨ª sortear los piquetes. Con todo, no garantizan a sus clientes que los env¨ªos lleguen a tiempo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Crisis precios
- Huelgas sectoriales
- Actos protesta
- Precios
- Orden p¨²blico
- Transporte mercanc¨ªas
- Gasolina
- Seguridad ciudadana
- Suministro petroleo
- Pesca
- Protestas sociales
- Cargas policiales
- Carburantes
- Petr¨®leo
- Suministro energ¨ªa
- Acci¨®n policial
- Malestar social
- Huelgas
- Andaluc¨ªa
- Combustibles f¨®siles
- Conflictos laborales
- Polic¨ªa
- Comunidades aut¨®nomas
- Sucesos
- Administraci¨®n auton¨®mica