El orgullo de haber sobrevivido

Hace 69 a?os, Concha Carretero esperaba desnuda, en la tapia de un cementerio, de espaldas a una columna de hombres armados, una descarga y el tiro de gracia. "?Ves esos bultos? Son los cuerpos de tus compa?eros. Ah¨ª va el tuyo", recuerda que le dijeron los mismos hombres que la hab¨ªan desnudado y golpeado al sorprenderla quemando archivos de las Juventudes Socialistas Unificadas. Por alguna raz¨®n, no la mataron. "Me llevaron de nuevo a la c¨¢rcel de Ventas y me pegaron una paliza que me dejo 24 horas inconsciente. Cuando me despert¨¦, las compa?eras me dijeron que esa misma madrugada se hab¨ªan llevado a las 13 rosas, mis amigas, para fusilarlas".

Carretero se recupera de la emoci¨®n. Tiene 90 a?os y es un d¨ªa feliz, importante, para ella. "Estoy muy contenta de ver a tanto camarada suelto", dice en el homenaje a 500 ex presos del franquismo celebrado ayer en Rivas Vaciamadrid (Madrid). Le falta uno, su marido. El hombre que conoci¨® en un baile con 14 a?os y que la introdujo para siempre en "la lucha". "Si lo viera entrar ahora por esa puerta, me lanzar¨ªa a ¨¦l", confiesa con una mueca de nostalgia.

"Mientras estaba inconsciente por una paliza mataron a las 13 rosas"

Entre todos suman miles de a?os de c¨¢rcel. Muchos no se ve¨ªan desde entonces

"Di el ¨²ltimo abrazo a muchos compa?eros antes de que los fusilaran"

"Vosotros sois la dignidad hecha carne", proclama C¨¢ndido M¨¦ndez

Es la primera vez que tantos presos del franquismo se re¨²nen fuera de una c¨¢rcel. Entre todos, acumulan miles de a?os de prisi¨®n. El que m¨¢s lleva sobre las espaldas es el poeta Marcos Ana: 23. Entra en el pabell¨®n de patinaje, a sus 88 a?os, como una estrella de cine, entre aplausos. Llega tarde porque viene de firmar su autobiograf¨ªa en la feria del libro, y no consigue dar un paso sin que le abrace otro ex preso.

"En 23 a?os he hecho mucho turismo penitenciario, as¨ª que he dejado muchos amigos en muchas c¨¢rceles", justifica Ana, abrumado por tanto cari?o. "Soy la triste autoridad, porque estuve preso 23 a?os, pero soy uno m¨¢s. El recuerdo que tengo de las prisiones no es siniestro, es de fraternidad. Esta gente son mis hermanos. Estoy muy contento de verles hoy aqu¨ª, en libertad. A muchos camaradas fui yo el que les di el ¨²ltimo abrazo antes de que se los llevaran para fusilarlos".

Gervasio Puerta, de 87 a?os, presidente de la Asociaci¨®n de Ex Presos y Represaliados Pol¨ªtico Antifranquistas, organizadora del acto, con el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid, pasea impecable, de traje y corbata, por el polideportivo. Est¨¢ contento, el homenaje es un ¨¦xito. En cualquier esquina, y durante toda la jornada, se repiten los abrazos y reencuentros. "?ste es uno de los momentos m¨¢s importantes de mi vida. Estoy muy orgulloso y emocionado por haber podido dar este homenaje a los que lucharon por la libertad. Vamos quedando pocos", explica.

Puerta conoci¨® la guerra a los 15 a?os. Batall¨® en todos los frentes: Teruel, Madrid, El Ebro... y pas¨® ocho a?os en prisiones. En la primera, en Sevilla, conoci¨® a su futura esposa, una camarada a la que empez¨® enviando mensajes pol¨ªticos en tinta sint¨¦tica -"la hac¨ªamos en la c¨¢rcel con lim¨®n. Para leer el mensaje hab¨ªa que echarle agua y yodo", explica- entre la ropa que a ella le tocaba lavar. "Al principio le contaba c¨®mo estaba fuera la situaci¨®n pol¨ªtica, luego nos fuimos mandando mensajes de amor", confiesa con una sonrisa.

Los recuerdos eran duros, pero el ambiente, festivo. "Me emociona que al cabo de 70 a?os alguien se acuerde todav¨ªa de lo que pasamos. Esta comida es una de las mayores satisfacciones de mi vida", explica Felicidad Garc¨ªa, de 82 a?os. Casi toda su familia estuvo en la c¨¢rcel. Ella no olvidar¨¢ nunca el d¨ªa que la detuvo el jefe de Falange de B¨¦jar (Salamanca) junto a su padre y a sus dos hermanos. "Nos hicieron mirar mientras torturaban a mi padre y a mi hermano. Fue espantoso. El da?o lo llevo aqu¨ª", dice golpe¨¢ndose el coraz¨®n.

En otra mesa se habla de f¨²tbol. Tres presos del penal de Burgos recuerdan, 44 a?os despu¨¦s de verse por ¨²ltima vez, los partidos que jugaban en la c¨¢rcel y las cualidades de cada preso: "?El mejor era yo!", "?Qu¨¦ ibas a ser t¨², anarquista!". Lucio de la Nava, de 68 a?os, est¨¢ convencido de que de all¨ª "podr¨ªa haber salido un equipo grande".

Para cuando termin¨® la comida, una paella que a punto estuvo de no llegar a tiempo por la huelga de transportistas, ya casi nadie se acordaba de la rega?ina del presidente del Congreso, Jos¨¦ Bono. Se produjo por la ma?ana, cuando Antonio Moya, de 58 a?os, comunista que sali¨® de la prisi¨®n de Valencia el d¨ªa que muri¨® Franco, pase¨® la bandera republicana por la C¨¢mara baja. "No puedo aceptar manifestaciones que no son legales en este momento. La legalidad es el ¨²nico imperio, ni la comodidad ni los sentimientos m¨¢s profundos", le reprendi¨® con dureza el presidente Bono. "Decid¨ª sacar la bandera de forma espont¨¢nea, mientras Bono hablaba de las causas que hab¨ªan llevado al colectivo a la c¨¢rcel. Tuvo muy poca cintura. No entendi¨® el momento, se puso nervioso, le sali¨® su lado m¨¢s rancio", explica Antonio Moya.

La ¨²ltima referencia al incidente la hizo el secretario general de UGT, C¨¢ndido M¨¦ndez. Subi¨® a la tribuna de discursos y no quiso contenerse: "Vosotros sois la dignidad del ser humano hecha carne. ?Los sentimientos no se pueden someter a la legalidad!". M¨¦ndez se gan¨® una ovaci¨®n y Bono, una oleada de abucheos.

Despu¨¦s, se fueron a la ¨²ltima parada del homenaje, un concierto en su honor en el Palacio de Vista Alegre de Madrid. V¨ªctor Manuel fue el encargado de abrirlo, con la canci¨®n Asturias. Tambi¨¦n participaron Ana Bel¨¦n, Luis Eduardo Aute y Labordeta entre otros, informa Carolina Ethel. Entre banderas republicanas, Marcos Ana clam¨®: "?Amigos, amigas, la lucha contin¨²a!".