El navegador Firefox 3 nace para acabar con el dominio del Explorer

Los enemigos de Microsoft tienen pinta de mataos. De una casita de madera van saliendo j¨®venes con coletas, camisas negras, tatuajes, cinturones de chinchetas y barbitas a medio crecer. Nada serio, a simple vista, m¨¢s a¨²n cuando por la calle de enfrente circulan los pollopera de Google, en sus patinetes y sus bicis y sus luminosas oficinas y su poli privada y su restaurante con men¨²s tem¨¢ticos. Pero no hay que dejarse llevar por las apariencias, los hippies que salen de la caba?a en su estricta hora del lunch son los desarrolladores de Firefox.

Para los que no est¨¦n en la movida, Firefox es un navegador, la herramienta m¨¢s importante para todo aquel que quiera moverse en Internet. Antes que el buscador est¨¢ el navegador, aunque la mayor¨ªa nunca se haya dado cuenta, ya que cree que le viene puesto con el ordenador. No es as¨ª. No era as¨ª en la d¨¦cada de 1990. Un tal Marc Andreesen se invent¨® en 1994 su navegador Netscape. La gente se compraba ese software con el que pod¨ªa moverse c¨®modamente por las p¨¢ginas de Internet, buscar, archivar, seleccionar, en definitiva, navegar por la World Wide Web sin saber inform¨¢tica.

Tres a?os despu¨¦s, Microsoft sac¨® gratis su Explorer y luego lo incluy¨® en sus sistemas operativos Windows. Netscape tuvo que cerrar el negocio, y el Explorer acab¨® instalado en el 95% de todos los ordenadores del mundo. La gente se acostumbr¨® a que a la vez que se encend¨ªa el ordenador milagrosamente aparec¨ªa el navegador.

La venganza Netscape

En noviembre de 2004 lleg¨® la venganza. Ex empleados de Netscape, reclutados por la Fundaci¨®n Mozilla, sacaron productos de c¨®digo abierto, como el servicio de correo Thunderbird (actualmente con ocho millones de usuarios) y el primer navegador Firefox. Desde entonces su impacto crece proporcionalmente al descenso del Explorer. Ya est¨¢ instalado en m¨¢s del 18% de los ordenadores mundiales, aunque en Europa se acerca al 30%, algo menos en Espa?a. Los otros contendientes, Opera y Safari (Apple anuncia una actualizaci¨®n), mantienen peque?as cuotas.

John Lilly es el ¨²nico que no sale de la oficina a la hora de comer. Aparte del mejor peinado de la tribu es el director general de Mozilla, incubadora del navegador Firefox y del correo Thunderbird, entre otras aplicaciones. Todo es c¨®digo abierto. Para los empleados de Mozilla los programas propietarios -sean Apple o Microsoft- son una aberraci¨®n, algo contra natura en Internet. En una de las paredes cuelga el p¨®ster de un zorrito que llora mientras suplica: "Por favor, no da?es la Web. Emplea est¨¢ndares abiertos".

De Lilly s¨®lo salen alabanzas hacia los internautas europeos por la valent¨ªa, en su opini¨®n, que muestran al usar profusamente Firefox, frente al "conservadurismo de la sociedad norteamericana".

Aunque no lo diga en voz alta, con Firefox 3 la Fundaci¨®n Mozilla aspira a quitarle otro trozo de pastel a Microsoft, a quitarle otro argumento para que la gente deje de usar Windows. El reto es una nueva pelea entre David y Goliat. En este caso, David se compone de 140 empleados y una multitud de programadores voluntarios distribuidos por todo el mundo. Goliat (Microsoft), que estuvo cinco a?os sin actualizar su navegador, ha reaccionado a cada movimiento de Mozilla y tambi¨¦n lo har¨¢ en esta ocasi¨®n. Si el Firefox 2 acab¨® con el monopolio del Explorer, la versi¨®n 3 intenta arrebatarle la mayor¨ªa.