Sanidad cierra sin avisar un centro de salud mental en Carabanchel

Jos¨¦ Maqueda tiene visita con su psiquiatra dentro de cinco d¨ªas, el 24. Lleva visit¨¢ndole siete a?os y la ¨²ltima vez le recet¨® un tratamiento nuevo en prueba.Jos¨¦, de 63 a?os, lleva unos d¨ªas m¨¢s nervioso de lo normal. Se ha enterado de que su centro de salud mental, el de Carabanchel, echa el cierre. Y a cinco d¨ªas de la cita, no sabe ni qui¨¦n ni d¨®nde le van a atender. "He llamado a la Consejer¨ªa de Sanidad y no ten¨ªan constancia del cierre. He preguntado a mi m¨¦dico de cabecera y en atenci¨®n al paciente. Nadie sabe nada", se lamentaba ayer por tel¨¦fono.

El Servicio Madrile?o de Salud justifica en la "mala situaci¨®n estructural del edificio" el cierre. Los 44 trabajadores y sus pacientes se trasladan a tres edificios, cada uno en un distrito diferente: el centro de atenci¨®n primaria de Guayaba (Carabanchel), el centro de especialidades de Pontones (Arganzuela) y el centro de atenci¨®n primaria de Almendrales (Usera). Entre los dos ¨²ltimos y el edificio que cierra distan 3,5 kil¨®metros.

A los profesionales que cambian de centro no les ha sentado nada bien el traslado. El Servicio Madrile?o de Salud les avis¨® del cambio, que les comunic¨® como definitivo y forzoso, con s¨®lo tres d¨ªas de antelaci¨®n. Yolanda, trabajadora de la recepci¨®n, recibi¨® la carta de traslado el d¨ªa 10. El 13 ten¨ªa que incorporarse en Almendrales, donde ayer dedic¨® la ma?ana a llamar a los pacientes para avisarles de los cambios. El sindicato CSIT denuncia que un traslado debe comunicarse al menos con 30 d¨ªas de antelaci¨®n al comit¨¦ de empresa y a los afectados. Aunque considera que las obras son necesarias porque el edificio est¨¢ en malas condiciones, el centro deber¨ªa recuperar su actividad despu¨¦s "si hubiera voluntad por mantener la atenci¨®n en la zona".

En Almendrales, que recibe a ocho de los profesionales de Carabanchel, tambi¨¦n hay quejas. Los trabajadores hablan de "hacinamiento" en una carta que han remitido al jefe de Servicio de Psiquiatr¨ªa del ?rea 11. Si antes del traslado ya no ten¨ªan despachos para todos, ahora, con dos psiquiatras, una psic¨®loga y una trabajadora social m¨¢s, la situaci¨®n empeora, seg¨²n denunci¨® ayer Carmen Pellicer, psic¨®loga del centro.

Les preocupa tambi¨¦n el aumento de pacientes. De los que atend¨ªa Carabanchel, a ellos les corresponde los que tienen como centro de salud Abrantes, es decir, unos 30.000. El jefe de los Servicios de Salud Mental de Usera, Antonio Mu?oz, asegur¨® ayer que, con los refuerzos, cuentan con "los recursos necesarios" para absorber a esa poblaci¨®n, aunque admiti¨® que estar¨¢n "al l¨ªmite" en el caso de la poblaci¨®n infantil. Ninguno de los profesionales nuevos se incorpora al equipo que atiende a los menores de 18 a?os. "Estamos saturados, dando citas para septiembre y octubre. Es una locura esperar tanto tiempo cuando se trata de ni?os y adolescentes", se quejaba ayer una psic¨®loga de infanto-juvenil del centro.

"A m¨ª me avisaron el lunes", contaba ayer con cara de mosqueo una paciente que se visitaba por primera vez en Almendrales. "Vivo en Abrantes y ten¨ªa la consulta a 10 minutos andando. Me fastidia que me manden tan lejos. Para venir hoy me he perdido y he tardado una hora". Montserrat ?lamo tambi¨¦n acud¨ªa por primera vez a Almendrales a ver a su psiquiatra de siempre. "Se ha despedido de m¨ª y me ha dicho que me llevar¨¢ otro. No me molesta porque tiene la consulta cerca de mi casa", contaba nada m¨¢s salir, acompa?ada por su hijo.