"Pensamos que Barrientos era un fanfarr¨®n, pero no un chorizo"

El pacto suscit¨® muchas controversias internas, hasta el punto de que el presidente de la Junta y secretario general del PSOE andaluz, Manuel Chaves, hizo p¨²blico el repel¨²s que generaba el acuerdo, pero que aprobaron aunque fuera con la nariz tapada. "No me gusta ese pacto. Pero tambi¨¦n tengo muy claro que la mayor¨ªa socialista tiene que ser la garant¨ªa de que el desarrollo urban¨ªstico de Estepona tiene que ser mod¨¦lico para el resto de la Costa del Sol. Es una exigencia inexcusable por mi parte y por parte del partido socialista", djo Chaves en una entrevista publicada el 30 de junio de 2003 en EL PA?S. A continuaci¨®n aclaraba: "Asumo que alguien me pueda poner de manifiesto esa contradicci¨®n".

A la vista de los delitos en los que han podido incurrir Antonio Barrientos y otros cuatro concejales socialistas (prevaricaci¨®n, cohecho, tr¨¢fico de influencias, blanqueo de capitales...) y a toro pasado, la reflexi¨®n que se instala en el PSOE es otra. "La primera lecci¨®n que debemos sacar es que no se puede pactar con socios indeseables porque te contaminan", asegura una de las fuentes consultadas. "Hay que dejar el tacticismo", a?ade en alusi¨®n a que cuando el PSOE dio luz verde a la alianza lo que prim¨® era no dejar la alcald¨ªa en manos del PP y meter una potente cu?a socialista en la Costa del Sol, que a la postre se ha podrido.

La consternaci¨®n en el PSOE por este episodio de corrupci¨®n es absoluta. "Consider¨¢bamos que era un fanfarr¨®n, pero no un chorizo", afirma otro dirigente socialista en alusi¨®n a las controversias que Barrientos mantuvo con la direcci¨®n socialista durante su mandato con el PES.

Quiz¨¢s la pregunta que m¨¢s est¨¢ escuchando el secretario de Organizaci¨®n del PSOE, Luis Pizarro, es c¨®mo no se percataron de lo que suced¨ªa y por qu¨¦ propusieron de nuevo a Barrientos como candidato. "El PSOE no es un partido policial, partimos del hecho de que todos los militantes son honestos. Las asambleas proponen a los candidatos y las direcciones superiores no son miembros de la Santa Inquisici¨®n ni act¨²an por que les guste m¨¢s o menos una persona", afirm¨®.

Pizarro reconoce los "desencuentros muy importantes" que la ejecutiva del PSOE andaluz mantuvo con Barrientos, pero tambi¨¦n recuerda que en las tres ocasiones en las que interveno para frenarle proyectos siempre dio marcha atr¨¢s. As¨ª ocurri¨® en diciembre de 2005, cuando tras una llamada al orden el alcalde desconvoc¨® el pleno que se iba a celebrar 48 horas antes de la entrada en vigor de la ley que prohibe a los ayuntamientos cobrar dinero por anticipado de convenios urban¨ªsticos para aprobar un paquete de acuerdos con los que ingresar¨ªa 24 millones.

Tres meses m¨¢s tarde fren¨® la pretensi¨®n de recalificar 662.000 metros cuadrados del parque de la naturaleza Selwo; y en julio de 2006 una nueva llamada a cap¨ªtulo impidi¨® que encabezara una manifestaci¨®n contra el Plan de Ordenaci¨®n del Territorio de la Costa del Sol.

Las discrepancias finales con el PES, las promesas de no volver a pactar con ¨¦l jam¨¢s y las buenas expectativas electorales hicieron que nadie en el PSOE cuestionara la candidatura de Barrientos en 2007. En palabras de la secretaria provincial, Marisa Bustinduy, hizo una "magn¨ªfica" gesti¨®n y dio "buenas muestras de lealtad a las normas que el partido establece en materia urban¨ªstica".