"La danza tendr¨¢ un futuro brillante"
Reposado, respondiendo con lentitud eslava pero de modo muy conciso, Jiri Kilian (Praga, 1947) reflexiona sobre el arte de la danza y el futuro del ballet. Ha generado todo un estilo y una manera de ver el ballet contempor¨¢neo desde el Nederlands Dans Theater (NDT) de La Haya, que dirigi¨® durante m¨¢s de 25 a?os y donde fund¨® las compa?¨ªas paralelas NDT2 para los m¨¢s j¨®venes y NDT3 para los mayores de 45 a?os.
Pregunta. ?Cu¨¢nto tiempo debe permanecer un director-core¨®grafo al frente de una compa?¨ªa de ballet contempor¨¢neo?
Respuesta. El periodo de permanencia de un director debe ser largo, tanto para transmitir como para recibir de los bailarines. Cuando no hay ese intercambio, hay que separarse.
"Me gusta mezclar cine y literatura, pero el baile no debe ser sacrificado"
"La danza es la experiencia de la continuidad, con eso basta"
P. Su pieza sobre Mondrian fue de gran impacto, aunque no fue muy bien acogida por el p¨²blico ni por la cr¨ªtica. Era una obra oscura, como una ruptura en su estilo. ?Hacia d¨®nde le llev¨® despu¨¦s ese experimento?
R. Era imposible hacer un ballet en literalidad sobre Mondrian; ¨¦l pintaba l¨ªneas rectas en cinco colores b¨¢sicos. Finalmente hice un ballet en blanco y negro, y fue como un laboratorio: muchas partes fueron usadas despu¨¦s en otros ballets.
P. ?Qu¨¦ le ha llevado a realizar filmes con el NDT3? ?Sustituye el cine a la pasi¨®n del acto coreogr¨¢fico?
R. De los 20 a?os a los 30 o 40 no hay muchos cambios visibles en el cuerpo. Pero despu¨¦s s¨ª se cambia bruscamente. A los 50 o 60 empieza la decadencia del f¨ªsico. Me gusta mezclar el filme con la coreograf¨ªa en vivo. El filme tiene algo de muerto, y el bailar¨ªn, de vivo. Pero despu¨¦s, cuando el bailar¨ªn muere, el filme cobra vida, permanece. Aunque en el cine se puede llegar a los planos cortos, algo que en escena es, obviamente, imposible.
P. Dentro del universo tecnol¨®gico global y virtual del siglo XXI, ?hay futuro para el ballet, ya sea abstracto o narrativo?
R. La danza tendr¨¢ un futuro brillante. Siendo de las artes m¨¢s antiguas, es a la vez de las m¨¢s j¨®venes. De hecho, los testimonios son recientes; no pasa lo mismo con la literatura, la m¨²sica, la arquitectura, el arte pict¨®rico. La danza es un arte no explorado, es la bisagra. Y hablando de bisagras: en nuestro cuerpo hay 265 bisagras o conexiones que permiten infinitas combinaciones creativas. Y tenga en cuenta que usamos s¨®lo el 10% de nuestro cerebro, los que lo usan... El cerebro es un miniuniverso.
P. Ahora es usted m¨¢s lento en la producci¨®n de obras nuevas que cuando dirig¨ªa al mismo tiempo tres compa?¨ªas , lo que le obligaba a una fren¨¦tica compaginaci¨®n.
R. Es que ya no soy un adolescente. No puedo mostrar a los bailarines con mi propio cuerpo los movimientos como antes, mientras que ellos est¨¢n ahora m¨¢s preparados, son m¨¢s inteligentes y abiertos, est¨¢n m¨¢s cultivados en todos los sentidos, y tienen adem¨¢s una gran preparaci¨®n corporal. Sin embargo, mi mujer dice que debo madurar, que sigo siendo un adolescente.
P. As¨ª pues, considera la coreograf¨ªa de madurez como un acto de creaci¨®n m¨¢s cerebral, menos f¨ªsico...
R. A esta edad, la inspiraci¨®n viene m¨¢s de la racionalidad; antes era m¨¢s emocional. Es muy importante para m¨ª hablar con los bailarines, saber qu¨¦ piensan de la coreograf¨ªa, de lo que est¨¢n haciendo. Hoy hay menos protagonismo por mi parte.
P. ?Qu¨¦ aprendi¨® de John Cranko, con quien trabaj¨® en el Ballet de la ?pera de Stuttgart?
R. El sentido del pas de deux, sin duda.
P. ?Como entidad est¨¦tica?
R. Como lo que en realidad es: un di¨¢logo de exposici¨®n, una forma que resurge en el moderno y en el contempor¨¢neo por el virtuosismo de que son capaces los bailarines.
P. En su caso, la exigencia y rigor t¨¦cnico a los bailarines se mantiene, no ha bajado, pero otros core¨®grafos de ¨¦xito se han vuelto m¨¢s espectaculares, est¨¢n m¨¢s contaminados de efectos especiales, texto, objetos. ?Interviene en su actitud su pasado, de estricto acad¨¦mico?
R. A m¨ª me gusta mezclar artes pl¨¢sticas, literatura, cine, pero el arte de la danza no debe ser sacrificado en escena, quedar en un papel menor.
P. ?Entiende el acto coreogr¨¢fico como algo tr¨¢gico? Su ballet sobre el Requiem de Benjamin Britten as¨ª lo suger¨ªa.
R. S¨ª, siempre. Todo trata del amor o de la muerte. Aunque la coreograf¨ªa no tenga algo dram¨¢tico, se llega al drama. Hay personas que creen que empiezan a morir cuando nacen. ?sa es la realidad, no se trata de un pesimismo banal.
P. ?Escribe sobre sus coreograf¨ªas? Con lo vivido y acumulado tiene material para una jugosa autobiograf¨ªa..., algo que dejar.
R. Una vez en Australia, pregunt¨¦ a un anciano aborigen: "?Por qu¨¦ baila usted?" y me respondi¨®: "Porque mi padre me ense?¨® y yo debo ense?ar a mi hijo". Es la experiencia de la continuidad, con eso basta. Y claro, escribo mucho. Me apasiona hacerlo sobre mis propias obras pasadas. Con la distancia, hay muchas cosas que ver en el trabajo hecho, pero nunca, nunca escribir¨¦ mis memorias o una autobiograf¨ªa; ya hay demasiadas.
Artista checo, hombre triste
En 1968, a sus 19 a?os, Kilian huy¨® de Praga en el ¨²ltimo tren que sal¨ªa de la ciudad mientras por la otra punta entraban los tanques sovi¨¦ticos. Hoy sus coreograf¨ªas est¨¢n por fin en el repertorio del Ballet Nacional de Praga. Para el core¨®grafo, el que sus creaciones se puedan ver por fin libremente en la Rep¨²blica Checa y las interpreten bailarines checos tiene un particular significado. "Haber estudiado y hecho carrera en el exterior y volver al propio pa¨ªs para mostrar lo que se hizo es francamente especial. Por ello, he fundado en Praga una videoteca de la danza. Antes, cuando el tel¨®n de acero, habr¨ªa sido imposible hacer nada as¨ª. Y a los que llevan la videoteca no les he impuesto nada. Es mi idea, hacerlo todo en libertad". ?Y c¨®mo ve hoy, 40 a?os despu¨¦s, Praga? "Praga es melancol¨ªa. Siempre ha sido as¨ª. Durante el comunismo era trist¨ªsimo, hab¨ªa una atm¨®sfera verdaderamente kafkiana. La Praga de hoy es como una vieja prostituta que se arregla y se adorna con los s¨ªmbolos del capitalismo. No obstante, hay libertad. Pero all¨ª todos, ancianos y j¨®venes, corren detr¨¢s del dinero". Jan¨¢cek, Kafka, Chapel, Chitilov¨¤, Menzel, Buhomil Hrabal, Jan N¨¦mec... ?Para ser un gran artista checo hay que ser un hombre triste? "?Los checos son divertidos! Aunque yo no soy un buen ejemplo de ello. El humor negro checo est¨¢ ah¨ª, con ese retrogusto melanc¨®lico".
Babelia
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