El pr¨ªncipe desconocido
Mostovoi describe como "r¨¢pido y participativo" a Arshavin, la nueva estrella de Rusia, que saldr¨¢ al ataque ante Holanda
Escondido en los s¨®tanos de la Liga rusa, Andrei Arshavin (San Petersburgo, 27 a?os) ha irrumpido como una de las sensaciones de la temporada. Primero, en la Copa de la UEFA, que el Z¨¦nit de San Petersburgo gan¨® al Glasgow Rangers (2-0). Y, ahora, en el deslumbrante tercer partido de Rusia ante Suecia (2-0), su presentaci¨®n en la Eurocopa. "Arshavin era desconocido fuera de Rusia, pero llevaba cuatro a?os a alto nivel", explica Alexander Mostovoi, ex media punta de la selecci¨®n rusa y del Celta; "es r¨¢pido, bajito, participativo. No se parece a m¨ª, que era m¨¢s lento y ten¨ªa otras virtudes. Se parece mucho a Zavarov, aquel jugador de la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica y el Dinamo de Kiev que gan¨® al Atl¨¦tico la Recopa en 1986".
Arshavin recupera algunas esencias del '10': inteligente, creativo, letal
"Lo que m¨¢s feliz me hace es crear ocasiones de gol", dice el mediapunta
Abandonado por su padre, se cri¨® en un piso compartido con otras familias
Arshavin recupera algunas de las esencias del 10: inteligente, creativo, letal. El florete de la Rusia que sacudi¨® a Suecia con un f¨²tbol total. Tampoco le falta llegada, pues ha jugado de segundo delantero una parte de su carrera: marc¨® a los suecos el segundo gol. Y cuenta con una libertad absoluta por parte del seleccionador, el holand¨¦s Guus Hiddink, que le sit¨²a por detr¨¢s del ¨²nico delantero, Pavlyuchenko, al igual que en el Z¨¦nit act¨²a a la espalda de Progrebnyak, ausente hoy en Basilea por lesi¨®n. "Lo que m¨¢s feliz me hace es crear ocasiones de gol", confiesa el mediapunta, que fabric¨® los dos tantos del triunfo en la final de la Copa de la UEFA.
Los rusos llegan a Basilea. "?Y c¨®mo corren!", se asombra Mostovoi. "Holanda nos tiene miedo. Esta Rusia me recuerda a la Corea de Hiddink que elimin¨® a Espa?a en el Mundial de 2002", a?ade mientras el cosmopolita Hiddink rechaza toda tentaci¨®n demag¨®gica. "Espero ser un gran traidor. No tengo ning¨²n escr¨²pulo ni sentimiento patri¨®tico", dijo antes de anunciar que va a salir al ataque ante la poderosa Holanda. Y lo har¨¢ con una selecci¨®n muy singular: la m¨¢s joven, la m¨¢s ligera y, en ocasiones, la m¨¢s naif, seg¨²n el adjetivo elegido por su entrenador. Pero la ¨²nica que cuenta con un jugador tan imprevisible como Arshavin.
Todo car¨¢cter. Tiene opini¨®n sobre casi todo. Y a veces choca con su entrenador en el Z¨¦nit, Dick Advocaat, tambi¨¦n holand¨¦s y de perfil volc¨¢nico. Mantiene, sin embargo, una relaci¨®n fluida con el m¨¢s tolerante Hiddink, al que est¨¢ muy agradecido por haberle tra¨ªdo a la Eurocopa pese a sus dos partidos de sanci¨®n. Castigo al que Hiddink le a?adi¨® la retirada de la capitan¨ªa a favor de Semak despu¨¦s de que Arshavin perdiera los papeles ante Andorra: propin¨® una patada a un rival en la ¨²ltima cita previa a la Eurocopa, cuando ya la clasificaci¨®n de Rusia estaba cantada (0-1). En ese descontrol inesperado de las emociones, Arshavin tiene algo de Zidane, con quien tambi¨¦n coincide en una maduraci¨®n a fuego lento de sus prodigiosas cualidades. Ninguno de los dos despeg¨® a los 18 a?os.
En San Petersburgo, Arshavin es una eminencia. Antes de la Eurocopa, regres¨® a su vieja escuela. Se encontr¨® con la primera maestra, Tamara Alexandrovna. Se sent¨® en la clase n¨²mero 33, firm¨® aut¨®grafos y, lo m¨¢s importante, jug¨® un partidillo con los ni?os. En abril llev¨® la antorcha ol¨ªmpica cuando pas¨® por la ciudad. Su infancia, en la antigua Leningrado, no fue precisamente f¨¢cil. Abandonado por su padre, Andrei se cri¨® con su madre en un piso compartido por varias familias en el que s¨®lo les correspond¨ªa una habitaci¨®n. Especialmente sensible a los problemas infantiles, es el primer embajador ruso en un proyecto de la FIFA para la ayuda a ni?os hu¨¦rfanos. Ahora est¨¢ casado con Julia y tiene dos hijos.
Arshavin comenz¨® a jugar a los siete a?os en la escuela de f¨²tbol de Smena. Subi¨® al primer equipo del Z¨¦nit a los 18 y los entrenadores lo probaron como interior derecho, media punta o segundo delantero. Form¨® una pareja atacante muy reconocida con el ex sevillista Kerzhakov. Treinta partidos, 10 goles y 11 asistencias fueron sus n¨²meros en 2007, el a?o en el que el Z¨¦nit volvi¨® a ganar la Liga despu¨¦s de 23.
Tras la Eurocopa, le gustar¨ªa aventurarse en una Liga m¨¢s competitiva. El Barcelona, por ejemplo. Claro que el Z¨¦nit, en manos de Gazprom -la empresa que controla la producci¨®n del gas en Rusia-, no necesita el dinero. Y le paga unos 2,6 millones de euros por temporada.
"Ya no hay rusos fuera del pa¨ªs", constata Mostovoi; "no les hace falta desde que llegaron los millonarios a los clubes hace unos cinco a?os. Pero ser¨ªa un gran reto para Arshavin, que est¨¢ en plena madurez, salir fuera. Y ver hasta d¨®nde es capaz de llegar".
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