Rajoy se libera del aznarismo
El l¨ªder y Aznar se enzarzan en un choque sobre los principios - Gallard¨®n entra en un reducido Comit¨¦ de Direcci¨®n - Aguirre, gran derrotada del congreso
Mariano Rajoy ha logrado evitar una candidatura alternativa, pero ayer se encontr¨® con algo peor: una enmienda a la totalidad de su mentor, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. El ex presidente llen¨® su discurso de reproches indirectos a la l¨ªnea de su heredero, pero al final le dio una tregua al concederle su "apoyo responsable" -esto es, no convencido-. Por la tarde, Aznar se ausent¨® durante el discurso de Rajoy.
El jefe de la oposici¨®n se defendi¨® de los ataques -"no vamos a cambiar el rumbo; vamos a hacer las mismas cosas, pero mejor"-, y reivindic¨® el di¨¢logo "con todos", nacionalistas incluidos. Sin embargo, aunque lo niegue en p¨²blico, Mariano Rajoy le dio la vuelta al PP como un calcet¨ªn, machacando a los cr¨ªticos. La gran perdedora es la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, y el vencedor, despu¨¦s de Javier Arenas, el hombre fuerte, es el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, que entrar¨¢ por primera vez en el reducido Comit¨¦ de Direcci¨®n (nueve miembros).
Aguirre no logr¨® que Rajoy contara con su 'n¨²mero dos', Ignacio Gonz¨¢lez
Aguirre: "Es f¨¢cil ser integrador con los del botafumeiro. Con los cr¨ªticos es dif¨ªcil"
Estar¨¢ all¨ª con la secretaria general, los vicesecretarios y los portavoces parlamentarios. Mientras Aguirre se queda fuera del poder en el PP, el alcalde logra al fin entrar en la c¨²pula con capacidad de decisi¨®n y se coloca mejor para la sucesi¨®n.
Rajoy fue elegido presidente con el 84% de los votos. Cuatrocientos nueve compromisarios mostraron su rechazo al l¨ªder votando en blanco. En la historia de los congresos del PP nunca se hab¨ªa producido un voto en blanco tan elevado con una sola candidatura. Rajoy fue elegido en el anterior por el 98,37%. Aznar obtuvo en 2002 el 99,5% de los apoyos.
Cinco a?os despu¨¦s de de ser alumbrado como l¨ªder, Mariano Rajoy est¨¢ tratando definitivamente de matar al padre que le convirti¨® en su heredero, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Pero ¨¦se es un proceso siempre doloroso. Y ese drama que se est¨¢ viviendo en silencio en la c¨²pula del PP explot¨® ayer delante de todos los compromisarios del congreso popular en Valencia.
Fue en un gesto. Aznar, que acababa de dejar clara su enorme distancia pol¨ªtica con su sucesor -lleg¨® a decir que Rajoy tiene su "apoyo responsable", esto es, nada entusiasta ni convencido- logr¨® poner en pie a los compromisarios con una frase que parec¨ªa una daga contra Rajoy: "Nosotros tenemos que ser el partido en el que conf¨ªe la mayor¨ªa de los espa?oles. No el partido que gustar¨ªa a nuestros adversarios". El aplauso segu¨ªa y segu¨ªa, mientras el l¨ªder trataba de mantener la compostura en su asiento.
Y entonces, a su alrededor, entre los miembros de la direcci¨®n, algunos, pocos, comenzaron a alzarse. La primera, Esperanza Aguirre, la gran rival de Rajoy, que enseguida se acercar¨ªa a las c¨¢maras para celebrar el "magn¨ªfico" discurso de Aznar. Con ella, Sebasti¨¢n Gonz¨¢lez, mano derecha de ?ngel Acebes. Y Carlos Aragon¨¦s, ex jefe de gabinete de Aznar muy cr¨ªtico ahora con Rajoy. Y Ana Mato, una aznarista de pro a la que el l¨ªder ha recuperado como vicesecretaria de Organizaci¨®n. Los marianistas, todos, permanecieron sentados.
Era el gesto m¨¢s claro de una ruptura pol¨ªtica que est¨¢ detr¨¢s de todo lo que ha pasado en estos tres meses. El PP que se dice defensor de los principios, el que reivindica la oposici¨®n dura, frente al que quiere cambiar el discurso para ganar votos.
El congreso se convierte as¨ª en el c¨®nclave en el que un aznarista de pro como Rajoy, que se lo debe todo al ex presidente, entierra su l¨ªnea pol¨ªtica. Y Aznar, en un discurso plagado de reproches indirectos a su heredero, le dej¨® muy claro que el PP que ¨¦l representa est¨¢ vigilante y no le gustan las matizaciones del discurso cl¨¢sico que est¨¢ haciendo el jefe de la oposici¨®n.
Los marianistas, despu¨¦s de escuchar a Aznar, estaban muy molestos sobre todo por esa idea del "apoyo responsable". "No ten¨ªa por qu¨¦ adjetivarlo, lo ha hecho para dejar claro que le apoya s¨®lo porque es el ¨²nico candidato, no porque le guste", sentenciaba uno de ellos. Mucho m¨¢s lejos fue Jes¨²s Posada, un veterano diputado que fue ministro de Agricultura: "Ha sido un discurso impropio de un presidente de honor".
La versi¨®n oficial hac¨ªa esfuerzos por bajar la tensi¨®n y asegurar que no hay ning¨²n problema entre Aznar y Rajoy, pero el ex presidente volv¨ªa a decirlo todo con un gesto. Mientras Rajoy tuvo que tragar quina escuchando todos los reproches y especialmente el homenaje de Aznar a Mar¨ªa San Gil y Jos¨¦ Antonio Ortega Lara, el ex presidente le dio plant¨®n por la tarde. Cuando Rajoy lanz¨® su discurso de candidato, en el que evit¨® cuidadosamente citar a San Gil, Aznar ya se hab¨ªa marchado. Los gestos no pueden ser m¨¢s evidentes. El d¨ªa anterior lleg¨® una hora y media tarde, dej¨® claro que s¨®lo estaba all¨ª para escuchar a ?ngel Acebes, y salud¨® con frialdad al l¨ªder. Y ayer se fue para no tener que escucharle.
Rajoy, fiel a su estilo muy poco mitinero, no logr¨® levantar al p¨²blico como lo hab¨ªa hecho Aznar por la ma?ana. Fue muy aplaudido, pero no tanto como su antecesor. El l¨ªder dedic¨® la mayor parte de su largu¨ªsima intervenci¨®n a defenderse de los ataques que le hab¨ªa lanzado por la ma?ana Aznar, una especie de compendio con suavidad en las formas -menos agresivo que de costumbre- y contundencia pol¨ªtica en el fondo de todas las cr¨ªticas que ha recibido Rajoy en los ¨²ltimos meses.
El presidente del PP, que se presentaba como el ¨²nico candidato a la reelecci¨®n, insisti¨® una y otra vez en que ¨¦l no ha cambiado sus principios, y para ello hizo una defensa encendida de la naci¨®n espa?ola y del eje del discurso popular en los ¨²ltimos cuatro a?os. "Ten¨ªamos raz¨®n", insisti¨®, pero "no basta con tener raz¨®n, es preciso que nos la den". Por eso, para tener m¨¢s votos, hay que cambiar algunas cosas, explic¨®. Sobre todo la imagen del partido. Dejar de ser "monotem¨¢ticos" con el terrorismo y la unidad de Espa?a y "dialogar con todos", incluidos los nacionalistas, para "erradicar los prejuicios" que se han instalado en buena parte de la sociedad, especialmente en Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco, contra el PP. "Primero ganamos las elecciones, y despu¨¦s dialogamos, por ese orden", le hab¨ªa dicho Aznar.
Pero al margen de sus palabras, Rajoy habl¨® ayer a trav¨¦s de sus decisiones. Y con ellas le ha dado la vuelta por completo al PP, que abandona la etapa dominada por ?ngel Acebes, Eduardo Zaplana, en menor medida Esperanza Aguirre y, sobre todos, los medios conservadores que les apoyaban.
En las ¨²ltimas semanas, Rajoy prometi¨® que iba a hacer una candidatura de integraci¨®n. Pero no fue as¨ª. El l¨ªder aniquil¨® pol¨ªticamente a todos los que le han lanzado alg¨²n reproche en las ¨²ltimas semanas. Rajoy ha sido implacable con su oposici¨®n, a la que ha ido destruyendo poco a poco hasta el mazazo final de ayer.
La conformaci¨®n de la direcci¨®n deja como gran derrotada a Esperanza Aguirre y todos los que se han atrevido a criticar al l¨ªder. Una an¨¦cdota da la idea de la enorme distancia entre estos dos grandes rivales pol¨ªticos, ahora ya y tal vez para siempre representantes de dos PP aparentemente irreconciliables. Rajoy le pidi¨® el jueves a la presidenta de la Comunidad de Madrid que le diera dos nombres para el Comit¨¦ Ejecutivo. Le insinu¨®, sin decirlo claramente, que no deb¨ªa estar entre ellos Ignacio Gonz¨¢lez, el vicepresidente, que hab¨ªa criticado con dureza la gesti¨®n de Rajoy en los ¨²ltimos meses, y lo ha pagado caro. Ella se lo pens¨®, y el viernes por la noche le mand¨® un mensaje de m¨®vil -es una gran aficionada- con sus dos nombres: Ignacio Gonz¨¢lez -que ya entr¨® en 2004- y Francisco Granados, n¨²meros dos y tres de su equipo. Rajoy anunci¨® ayer que va a meter a dos consejeros en el Comit¨¦ Ejecutivo y uno en la Junta Directiva: Alfredo Prada, Juan Jos¨¦ G¨¹emes y Manuel Lamela. Ninguno hab¨ªa sido propuesto por ella, una forma evidente del l¨ªder para mostrar su distancia y para tratar de dividir el equipo de Gobierno de Madrid, hasta hace poco una pi?a en torno a su presidenta. Ella dej¨® ver en p¨²blico su enfado: "Ser integrador con los del botafumeiro es f¨¢cil. Lo dif¨ªcil es serlo con los cr¨ªticos".
Los aguirristas confiaban al menos en un premio de consolaci¨®n: que Alberto Ruiz-Gallard¨®n, alcalde de Madrid y enemigo eterno, se quedara sin nada. Que Arenas se convierta en el hombre fuerte del PP no es plato de buen gusto para los aguirristas, pero ver a Gallard¨®n en la c¨²pula es m¨¢s duro.
Pues tambi¨¦n. Rajoy ley¨® en p¨²blico una serie de nombres con tareas ejecutivas que conformar¨¢n el comit¨¦ de direcci¨®n. Y al ver que entre ellos no estaba el alcalde respiraron tranquilos. Pero el golpe m¨¢s duro vendr¨ªa un poco m¨¢s tarde. Ya en 2004, Aguirre vio c¨®mo Rajoy, que siempre ha tenido mucha m¨¢s confianza pol¨ªtica en Gallard¨®n, lo colocaba en maitines mientras ella se quedaba fuera. Pero ahora el l¨ªder ha decidido suprimir ese ¨®rgano no estatutario y sustituirlo con un reducido Comit¨¦ de Direcci¨®n en el que se tomar¨¢n todas las decisiones importantes. Maitines era una asesor¨ªa, no decid¨ªa. En el Comit¨¦ de Direcci¨®n estar¨¢n Rajoy, la secretaria general, Dolores de Cospedal, los tres vicesecretarios, Javier Arenas, Ana Mato y Esteban Gonz¨¢lez Pons, los portavoces parlamentarios y Gallard¨®n. El alcalde logra as¨ª, al fin, colocarse en la estructura de poder real del partido, por encima incluso de un bar¨®n regional tan poderoso como Francisco Camps, que ha quedado un tanto relegado.
Aguirre se queda as¨ª totalmente descolgada. Sin embargo, su poder como presidenta de Madrid sigue siendo enorme y ella no ha mostrado ninguna voluntad de rendirse. La batalla entre los grandes l¨ªderes del PP -¨¦l, derrotado dos veces, controla el aparato, ella, vencedora por mayor¨ªa absoluta, no tiene poder en el partido- va a continuar y ser¨¢ casi tan dolorosa como el asesinato del padre, llamado Aznar, que ayer perpetr¨® definitivamente Rajoy.
Las propuestas de Rajoy
- Respaldo a la lucha contra ETA. "Yo ans¨ªo que ETA sea derrotada. Si el Gobierno rectifica sus errores del pasado y se decide a procurar esa derrota, yo estar¨¦ detr¨¢s; todo el Partido Popular estar¨¢ detr¨¢s"- Acuerdos con el Gobierno. "Me gustar¨ªa que Espa?a contara con pactos de Estado para la lucha contra el terrorismo, para la organizaci¨®n territorial, para la reforma de la Justicia y para la pol¨ªtica exterior. Un 'no' cobra mucho m¨¢s valor cuando tambi¨¦n se sabe decir s¨ª"- Di¨¢logo con los nacionalistas. "Hay muchas materias de las que hablar y hay m¨¢s de un terreno en el que ser¨¢ posible llegar a acuerdos razonables. ?Acaso vamos a renunciar a acuerdos con ellos para, por ejemplo, combatir los efectos de la crisis econ¨®mica?- Cambios en la forma de hacer oposici¨®n. "No vamos a modificar ninguno de nuestros principios, pero debemos mejorar algunos procedimientos. Debemos sembrar mejor. No quiero que se manipule nuestra imagen. No quiero que nadie vote al Partido Socialista para que no gane el Partido Popular. Que se diga que somos ajenos al sentir de algunas partes de Espa?a. (...) Ni somos monotem¨¢ticos ni podemos permitirnos parecerlo. (...) Y debemos estar dispuestos a dialogar con todos"- Confianza en la victoria en las generales. "No niego la derrota ni la disimulo. Digo que era veros¨ªmil que gan¨¢ramos. Digo que lo ten¨ªamos al alcance de la mano y afirmo que la pr¨®xima vez vamos a ganar. Me siento capaz, con fuerzas, con ilusi¨®n de ganar las pr¨®ximas elecciones generales"
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