Berlusconi gobierna para Berlusconi
Il Cavaliere desata la guerra contra los jueces para intentar librarse de los juicios
"Soy inocente. Lo juro por mis hijos".
No, no es la frase de un ladr¨®n de gallinas detenido por la Guardia Civil. La pronunci¨® el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, el viernes pasado, en Bruselas, al final del Consejo Europeo. Iron¨ªas del destino. Despu¨¦s de convertir a los gitanos en el gran enemigo p¨²blico; despu¨¦s de aprobar con toda urgencia un paquete de medidas de seguridad que criminaliza a los inmigrantes; despu¨¦s de colar esta misma semana en el Senado dos peque?as enmiendas destinadas a garantizar su inmunidad judicial, ah¨ª estaba Il Cavaliere, el magnate en persona, recurriendo al juramento gitano.
Berlusconi est¨¢ indignado. Nadie le entiende. Durante toda la semana, la oposici¨®n, muchos medios nacionales y extranjeros y numerosos ciudadanos con y sin toga le han acusado de haber lanzado la cortina de humo de la seguridad para legislar en su beneficio, promulgar una amnist¨ªa gigantesca y salvarse del caso Mills, el juicio en el que est¨¢ acusado de corrupci¨®n y al que se refer¨ªa el juramento del viernes.
El 'caso Mills', un proceso por soborno, pesa sobre el magnate
El gobernante cree que los magistrados quieren "subvertir la democracia"
Il Cavaliere se ha defendido atacando como ¨¦l sabe, y tras anunciar que ordenar¨¢ a sus abogados renunciar a acogerse a la ley salva-Berlusconi "para alejar cualquier sospecha", ha descalificado a los magistrados italianos acus¨¢ndoles de "tratar de subvertir la democracia y el sentido del voto", y advirtiendo de que no permitir¨¢ que las "togas rojas" le despojen del poder.
Es su en¨¦sima ofensiva contra jueces y fiscales. Pero todo indica que es la definitiva. Berlusconi se ha saltado incluso la autoridad y el respeto debidos al presidente de la Rep¨²blica, Giorgio Napolitano, al enviar al Senado sin consultarle esas dos enmiendas que bloquear¨¢n durante un a?o los procesos penales por delitos o cr¨ªmenes anteriores a 2002 y penados con menos de 10 a?os de c¨¢rcel.
El magistrado Giovanni Salvi, experto en terrorismo, considera que esas medidas, adoptadas "con la ¨²nica finalidad de impedir que se cierre el proceso Mills y buscar la inmunidad absoluta", suponen "una grav¨ªsima agresi¨®n al Estado de derecho que tendr¨¢ consecuencias devastadoras para un sistema judicial que est¨¢ al borde del colapso".
"Para librarse del caso Mills, Berlusconi pone en riesgo 100.000 procesos", explica el polit¨®logo Giovanni Sartori en una columna en el Corriere della Sera. "Es grav¨ªsimo. Pongamos que Fulano es jefe de polic¨ªa, mata a su mujer y establece que la polic¨ªa no le puede investigar a ¨¦l. ?Estar¨ªa eso bien? Yo dir¨ªa que no".
Puede que la norma salva-Berlusconi no llegue a ser aplicada a su caso. O que el juicio se pare un a?o y vuelva despu¨¦s. Por si acaso, el diputado y abogado defensor de Berlusconi, Niccol¨° Ghedini, autor del paquete de seguridad y del paquetito salva-Mills, tiene preparado un ca?onazo mayor: una nueva Ley Schifani, declarada inconstitucional en 2004, que blindar¨ªa jur¨ªdicamente a las altas autoridades del Estado.
"Todos sabemos que despu¨¦s del Palazzo Chigi, Berlusconi quiere subir al Quirinal [sede de la presidencia de la R¨¦publica]", resume Sartori. "Si no estamos ante una inmunidad definitiva, estamos cerca".
La gran estrategia se juega en dos frentes, p¨²blico/privado. El diputado Ghedini legisla en el Parlamento y el abogado Ghedini defiende a Berlusconi en el juzgado. Esta semana, la juez del caso Mills, Nicoletta Gandus, ha sido recusada. Catorce meses despu¨¦s de que abriera el proceso. La causa: enemistad grave contra Berlusconi. La excusa: Gandus hab¨ªa firmado manifiestos contra leyes promulgadas por el anterior Gobierno de Il Cavaliere, 2001-2006. ?Cr¨ªtica pol¨ªtica o animadversi¨®n personal?
La Asociaci¨®n Nacional de la Magistratura ha defendido la imparcialidad de Gandus, y ¨¦sta ha anunciado que no suspender¨¢ el juicio. La lucha est¨¢, pues, abierta. Mucha gente est¨¢ con Berlusconi. Otros ven en peligro el Estado de derecho, el funcionamiento de la justicia y la salud de una democracia ya muy deteriorada por el conflicto de intereses.
Seg¨²n el l¨ªder de Italia de los Valores, Antonio di Pietro, "Berlusconi acusa a los jueces de lo que en realidad est¨¢ haciendo ¨¦l: subvertir el orden democr¨¢tico".
Lo curioso es que incluso los comentaristas de derecha lo creen. Luca Ricolfi, en La Stampa, ha escrito esta semana: "Berlusconi tendr¨¢ quiz¨¢ una idea sobre el futuro de Italia, tiene seguramente raz¨®n en algunas cr¨ªticas a la magistratura, pero cuando empieza a moverse es incapaz de separar su inter¨¦s personal del inter¨¦s del pa¨ªs".
Seg¨²n Salvi, es "inconcebible que un primer ministro aspire a librarse de delitos cometidos en funciones de empresario, pero lo m¨¢s extraordinario es que Berlusconi diga que el caso Mills demuestra la persecuci¨®n de los jueces italianos contra ¨¦l".
En efecto, en la carta enviada al presidente del Senado, Renato Schifani, Berlusconi calific¨® el caso como "uno entre tantos procesos fantasiosos que magistrados de extrema izquierda han inventado contra m¨ª con fines pol¨ªticos".
Pero ese proceso no surge de una fiscal¨ªa comunista. Lleg¨® a Italia a trav¨¦s de los jueces del Reino Unido, donde el caso Mills produjo, hace dos a?os, un peque?o terremoto pol¨ªtico. Todo empez¨® cuando Hacienda detect¨® que David Mills, abogado de Berlusconi tiempo atr¨¢s, ten¨ªa 500.000 euros en una cuenta secreta en Bahamas, llegados v¨ªa Suiza y Gibraltar. Mills confes¨® que era una comisi¨®n que hab¨ªa recibido de Fininvest por haber declarado como testigo a favor de Berlusconi en dos juicios celebrados en 1997 y 1998. Luego se desdijo. Dio igual. Poco despu¨¦s, la mujer de Mills, Tessa Jowell, ministra de Cultura del Gobierno de Blair, gran amigo de Berlusconi, se vio obligada a dimitir de su cargo.
Tanto Mills como Berlusconi se juegan una condena de entre seis y ocho a?os de c¨¢rcel. Si se dictara sentencia y ¨¦sta fuera "culpables", ?podr¨ªa Berlusconi convertirse en presidente de la Rep¨²blica? ?Seguir¨ªa siendo primer ministro? ?Le creer¨ªamos aunque lanzara juramentos gitanos?
![Silvio Berlusconi comparece ante la prensa en Roma en 2006.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/3LORKCAAUJOR33QT5VTQSG6UCI.jpg?auth=0ecdcc6150eee4796058714d90710125add6b2b172baaa777afdb6cffbc33ba4&width=414)
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