El grupo Masaveu muerde la manzana
Elabora, a partir de 36.000 manzanos, sidra de alta calidad de la que comercializar¨¢ 200.000 botellas
Orvalla. En el valle de Sariego (Asturias), la l¨ªnea del horizonte se difumina mansamente entre las nieblas que se adhieren a las altas lomas que protegen un paraje cuya belleza es responsabilidad del agua que desde hace siglos cae con paciencia infinita sobre sus arcillosos suelos. Orvalla, sobre los 36.000 manzanos que la m¨ªtica familia Masaveu plant¨® en 1999. Una plantaci¨®n que ahora, casi diez a?os despu¨¦s, empieza a cobrar sentido. No es un proyecto m¨¢s dentro de un grupo cuyos intereses son casi inabarcables: bodegas, cementeras, inmobiliarias, farmac¨¦uticas, arte... Es una iniciativa que tiene en la manzana y en la sidra sus dos protagonistas, y que, por tanto, va m¨¢s all¨¢ del concepto de negocio. Se trata de la conjunci¨®n de tres s¨ªmbolos asturianos: la sidra, la manzana y la familia Masaveu. ?Qu¨¦ se puede esperar de este compromiso tan especial?
Las primeras 20.000 botellas de sidra natural llevan la marca Valver¨¢n
Luego se vender¨¢n dos variedades m¨¢s: la champanizada y la sidra de hielo
Jos¨¦ Masaveu apenas supera los 40 a?os, licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra, lleva el esp¨ªritu emprendedor recorriendo su sistema nervioso, como otras personas pueden vivir la pasi¨®n de la literatura, la m¨²sica o la medicina. A fin de cuentas, ha nacido en una familia donde la palabra empresa adquiere todos los significados que le da el diccionario. Esta pasi¨®n emprendedora por la sidra se materializ¨® en 1999, y lo hizo de la misma forma en que siempre la familia Masaveu -desde que hace m¨¢s de 165 a?os emprendieran un pr¨®spero negocio textil- ha comenzado un reto empresarial: "?Y por qu¨¦ no?". "Y por qu¨¦ no podemos elaborar en Asturias una sidra con los mismos niveles de calidad y exigencia que si habl¨¢ramos de un vino de cualquier gran bodega; y a un precio razonable", explica Jos¨¦ Masaveu, creador y responsable del proyecto.
La familia dispon¨ªa, desde hace infinidad de a?os, de una extraordinaria parcela (Finca Valver¨¢n) de m¨¢s de 84 hect¨¢reas en el pueblo del Rebollal, en la localidad de Sariego; dentro de lo que se conoce como la Comarca de la Sidra. Un verdadero vergel donde a partir de 1999 empezaron a convivir los corzos, los tejones o las ¨¢guilas con variedades de manzana que se iban a utilizar en la elaboraci¨®n de la nueva sidra y que llevaban por nombre palabras con tanto eco asturiano como Regona, Blanquina, Raxao, Xuanina, Durona de Tresali, Perico, Coloradota, San Roque?a, De la Riega, Verdialona, Fuentes o Collaos. Todas ellas, por cierto, dentro de la denominaci¨®n de origen.
Poco a poco (se empez¨® con 10 hect¨¢reas) se han ido plantando 36.000 manzanos, que ocupan una superficie de 55 hect¨¢reas. Algunas hileras, incluso, alcanzan los cien ¨¢rboles, lo que ilumina la ambici¨®n del empe?o. "Se trata de redescubrir la sidra, de acercarla tambi¨¦n a las cartas de los restaurantes, de la misma forma que uno puede encontrar un gran vino; pero sin perder ese car¨¢cter popular", comenta Jos¨¦ Masaveu.
Est¨¢ claro que si te apellidas Masaveu y quieres elaborar sidra en Asturias el nivel de exigencia es m¨¢ximo. Durante estos ¨²ltimos a?os, las pruebas han sido intensas. Cada planta es un mundo; cada variedad responde de una forma distinta al terreno (arcilloso y rico en minerales), a la luz, al agua, a la inclinaci¨®n del terreno... Y entre medias todo un rosario de vicisitudes: la plaga de topillos que afect¨® a las ra¨ªces de las planta y dren¨® su crecimiento; la dif¨ªcil adaptaci¨®n de algunas variedades; las dificultades t¨¦cnicas en la elaboraci¨®n de un concepto de sidra tan ambicioso; la correcta selecci¨®n de los patrones (tipos) de ¨¢rboles... De hecho, hay m¨¢s de mil clases de manzanos catalogadas en el mundo. "Si no hubi¨¦ramos plantado las variedades adecuadas hubi¨¦ramos tenido un error de 36.000 ¨¢rboles, algo inasumible. En el mundo de la sidra no hay en¨®logos especializados en este producto ni equipos t¨¦cnicos, tienes que hacerlo solo; casi desde cero. Ensayo y error. No existe otro camino", reflexiona Masaveu. Y de fondo, un reto que le persigue de una forma tan obsesiva como un mantra: hacer sidra en Asturias es un arte, como un vino en la Rioja o en un Chianti en la Toscana. No se puede fallar.
Casi diez a?os despu¨¦s de que se plantaran los ¨¢rboles iniciales, las primeras botellas est¨¢n a punto de salir del lagar de la familia Masaveu y llegar al mercado. Ser¨¢n 20.000 unidades de sidra natural que llevan la marca Valver¨¢n. Despu¨¦s vendr¨¢n dos variedades m¨¢s (bajo la misma ense?a), la champanizada y la denominada sidra de hielo. Este ¨²ltimo es un producto relativamente poco conocido en estos predios asturianos. Su elaboraci¨®n no deja de ser singular. El fruto permanece en el ¨¢rbol m¨¢s tiempo del habitual para que acumule una mayor cantidad de az¨²car. Con esta sobremaduraci¨®n se pueden hacer dos cosas: recoger las manzanas cuando el mercurio marque los 8? o 10? en el campo o bien enfriarlas en unas c¨¢maras especiales. Despu¨¦s se exprime el fruto. L¨®gicamente, el l¨ªquido que se obtiene es menor que si no se le hubiera sometido a este proceso de enfriamiento, pero por el contrario el sabor resulta m¨¢s dulce. M¨¢s tarde, a trav¨¦s de un m¨¦todo especial, se hiela parcialmente ese l¨ªquido. Esta parte congelada (cerca del 70%) se deshecha y el porcentaje restante se lleva a barricas de roble (franc¨¦s o americano) donde se deja reposar cuatro o cinco a?os. Es un proceso muy pr¨®ximo al de cualquier gran vino. Eso s¨ª, hay que medir muy bien los costes. En la pr¨¢ctica, hacen falta unos cinco kilos de manzanas para obtener una botella (0,75 cent¨ªlitros) de esta sidra. Para quien se lo est¨¦ preguntando, debe saber que la producci¨®n que no se destine a la elaboraci¨®n de la bebida se vender¨¢ en el mercado. -
"A medias no hacemos nada"
Hasta aqu¨ª la singular aventura de la producci¨®n, ahora comienza el desaf¨ªo de la venta. "La sidra tiene una competencia incre¨ªble en Asturias, pero no queremos entrar en ninguna guerra", aclara Jos¨¦ Masaveu. Sin embargo, los n¨²meros que manejan en la sede central del grupo en Oviedo son ambiciosos y el mercado estar¨¢ muy atento. La idea es llegar a alcanzar en el plazo de cuatros a?os unas 200.000 botellas sumando los tres tipos de sidra: natural (80.000), champanizada (80.000) y de hielo (40.000). ?Los precios? De partida, o sea, en bodega, oscilar¨¢n entre los 4 y los 20 euros. Es un producto que se sit¨²a en una horquilla alta, pero a cambio ofrece una calidad diferente.
El camino que transitar¨¢ la comercializaci¨®n sigue la ruta de Asturias, Espa?a y el extranjero (donde competir¨¢ con las sidras de Normand¨ªa o Breta?a, que son las regiones con m¨¢s tradici¨®n). Para ello usar¨¢n los canales ya abiertos por algunas de las bodegas del grupo Masaveu, como Fillaboa, Bodegas Murua o Pagos de Arraiz. Pero todo bajo una filosof¨ªa que se aferra como las nieblas a las altas lomas de Sariego, y que desvela el concepto de empresa por el que se rige el grupo: "Vamos a elaborar una sidra que sea realmente buena, a medias no hacemos nada", concluye Masaveu. -
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