Las campa?as no llegan a los j¨®venes

La actual generaci¨®n es la m¨¢s informada de la historia. Los medios de comunicaci¨®n e Internet, as¨ª como la mayor oferta de talleres de educaci¨®n sexual o vial, entre otros, bombardean a diario a los j¨®venes con mensajes de prevenci¨®n y sensibilizaci¨®n. Sin embargo, los diversos estudios revelan que esa informaci¨®n no se traduce en un descenso de las conductas de riesgo y de las actitudes intolerantes.

Los j¨®venes echan en falta campa?as que lleguen a su entorno m¨¢s inmediato y que les impacten para convencerles del peligro real de sus h¨¢bitos. Los expertos y los organismo sociales critican la brecha existente entre los mensajes pol¨ªticamente correctos y los comportamientos que los adolescentes se encuentran en la vida real como modelo. Medidas coercitivas como la ordenanza aprobada recientemente por el Ayuntamiento de Barakaldo contra el botell¨®n plasman el fracaso de las acciones de sensibilizaci¨®n.

"Las chicas no est¨¢n tomando en libertad decisiones sobre los anticonceptivos"

"Maric¨®n sigue siendo el insulto m¨¢s empleado en los institutos"

El abuso de drogas y alcohol es uno de los aspectos que m¨¢s alarma a la ciudadan¨ªa, bombardeada por im¨¢genes de macro-botellones o noticias sobre nuevas drogas de dise?o. Pese a conocer los efectos de cada sustancia, uno de cada cuatro j¨®venes abusa del alcohol y consume cannabis. El soci¨®logo Imanol Zubero lo explica se?alando a una sociedad que "mitifica el riesgo y lo convierte en objeto de consumo". "Hemos pasado de la cultura de la libreta de ahorros a la de la tarjeta de cr¨¦dito. Al consumir, nadie hace el c¨¢lculo entre lo que gana en el presente y lo que pierde en el futuro. Los j¨®venes experimentan hasta que se queman, pero las consecuencias s¨®lo llegan a largo plazo", sostiene. El Gobierno se ha convertido en "un gran moralizante", a?ade. "Pero recibimos est¨ªmulos contradictorios, como la idea de que quien no arriesga no gana".

Los j¨®venes ya no se queman respecto al sida. La cronificaci¨®n de la enfermedad gracias a los tratamientos antirretrovirales ha desencadenado un relajo en el uso de anticonceptivos, se?ala el director del Plan Vasco contra el Sida, Daniel Zulaika. "Los adolescentes no conocieron la ¨¦poca negra, y la muerte es el principal motor de cambio", apunta. A esa causa a?ade que hoy se valora m¨¢s la iniciaci¨®n en el sexo. La consecuencia ha sido un rebrote de enfermedades ven¨¦reas como la s¨ªfilis y la gorronea. "Se da la paradoja de que la generaci¨®n m¨¢s informada lleva mayores comportamientos de riesgo", concluye.

Esa tendencia est¨¢ estrechamente ligada a otro dato alarmante: el incremento sostenido de adolescentes que abortan. Izaskun Moyua, directora de Emakunde, lo relaciona con la prevalencia de relaciones desiguales entre mujeres y hombres que reproducen los adolescentes. "Tenemos que preguntarnos c¨®mo negocian sus relaciones y adecuar las campa?as a la situaci¨®n. Sigue habiendo quien impone y quien asume, y las chicas no est¨¢n tomando en libertad decisiones como las relacionadas con los anticonceptivos. Si no se tiene en cuenta, las campa?as no tendr¨¢n efecto", sentencia.

Estudios recientes revelan que un alto n¨²mero de j¨®venes cree que ser ama de casa es la opci¨®n m¨¢s deseable para una mujer. Un tercio de las denuncias por violencia machista las interponen menores de 30 a?os. Ritxar Bacete, experto en masculinidad e igualdad, cree que las actitudes machistas son la suma de tres factores: "A los chicos se les ha educado en el s¨ª a todo y no se les ha preparado para la frustraci¨®n. Si sumas las desigualdades sociales de g¨¦nero y el uso de la violencia por parte de los hombres para resolver conflictos, es una bomba". Adem¨¢s, se?ala la "doble moral" entre discurso social y las pr¨¢cticas de los padres. "?Conocemos alguna familia igualitaria?", se pregunta. Los datos lo confirman: en casi la mitad de los hogares con adolescentes, todo o casi todo el peso del trabajo dom¨¦stico recae sobre las mujeres.

Se espera de los j¨®venes que sean progresistas y ellos mismos se definen mayoritariamente de izquierdas, pero los estudios sobre actitudes rebelan que la homofobia y la xenofobia siguen muy arraigados entre ellos. Esas actitudes explican un alto porcentaje de casos de acoso escolar, como recuerdan tanto la asociaci¨®n de gays y lesbianas EHGAM como la oficina del Gobierno, Berdindu. "Maric¨®n sigue siendo el insulto m¨¢s empleado en los institutos", recuerda su director, V¨ªctor Santamar¨ªa.

SOS Racismo-Bizkaia ha atendido este curso cinco quejas de comportamientos racistas por parte de los adolescentes en los institutos. Kepa Otero, miembro de su Comisi¨®n Pedag¨®gica, lo atribuye a la necesidad en la etapa adolescente de "reafirmarse como grupo". "Se identifican las caracter¨ªsticas propias como negaci¨®n a la de otros grupos, lo que les hace permeables al racismo y la xenofobia", se?ala. Pero, adem¨¢s, considera clave el aumento de manifestaciones xen¨®fobas en la sociedad: "Los y las adolescentes son un reflejo de ese magma social". En la misma l¨ªnea, Zubero pide a las instituciones "coherencia", "porque entre dos mensajes contradictorios, prevalece el m¨¢s arraigado en la sociedad, que es siempre el m¨¢s tradicional".