El 'kleenex' de la traici¨®n
Se usan y se tiran. Los residuos se reciclan, los kleenex son poca cosa, no demandan un cuidado especial. Como los inmigrantes. Se usan como mano de obra barata, se les mantiene en la precariedad, se les marca como diferentes, se les atribuye una situaci¨®n legal de inferiores. Cuando parecen menos necesarios se les tira. Como un kleenex.
Y entonces se vota una ley, una directiva europea. Sin verg¨¹enza de traicionar los derechos humanos m¨¢s elementales, los principios democr¨¢ticos que informan la llamada constituci¨®n europea, sus derechos fundamentales, las constituciones nacionales. Lo vota una derecha liberal y cristiana, europe¨ªsta y democr¨¢tica, no faltaba m¨¢s. Y una parte de la izquierda que se declara socialista, precisamente la espa?ola. Una traici¨®n con circunstancias agravantes. Traicionan a su historia y a sus principios, a su supuesta opci¨®n por los trabajadores y los sectores m¨¢s vulnerables de la sociedad, incluso a sus compa?eros de la Internacional Socialista que mayoritariamente han votado en contra. Cierto: dos destacados dirigentes del socialismo catal¨¢n y espa?ol votaron tambi¨¦n en contra. Es el honor de Obiols y Borrell que recordaremos siempre. Como recordaremos la indignidad de todos los que votaron a favor de una directiva vergonzosa.
La directiva europea sobre inmigraci¨®n traiciona los derechos humanos m¨¢s elementales
Este peri¨®dico publicaba recientemente un imprescindible art¨ªculo de dos notables europe¨ªstas poco sospechosos de radicalismo: Delors y Rocard. Y un extenso art¨ªculo de otro socialista diputado europeo, el polit¨®logo Sami Na?r. "Se legisla desde la exageraci¨®n de los datos y la mentalidad represiva" dice ¨¦ste. Por una falta administrativa, no tener "todos los papeles", se puede tener encarcelada a una persona sin garant¨ªas de ning¨²n tipo durante 18 meses (se les trata peor que a los sospechosos de terrorismo). Se puede expulsar a los menores de edad aunque no tengan familia y a cualquiera sin prestarle asistencia jur¨ªdica. Delors y Rocard hac¨ªan un llamamiento a que la UE no aprobase esta directiva y elaborase una nueva que tuviera en cuenta los derechos humanos b¨¢sicos y las debidas garant¨ªas de su protecci¨®n. La UE la ha aprobado, como las 60 o 65 horas de trabajo semanal. Parece querer fomentar el antieurope¨ªsmo.
El Gobierno espa?ol parece estar no ya a remolque de la derecha europea, sino en la vanguardia represiva. Su responsable parlamentario, el se?or L¨®pez Garrido (por cierto un ex comunista, ?l¨ªbranos, Se?or, de los conversos!) dio la orden de votar a favor. Es la posici¨®n del Gobierno y de la direcci¨®n del PSOE. ?Del PSC tambi¨¦n, o bien Obiols y Borrell son la excepci¨®n? El ministro del ramo es a su vez del PSC y sus declaraciones en Francia ser¨ªan m¨¢s propias del Frente Nacional. Asume con gusto la imagen de dureza con los inmigrantes, propio de la cobard¨ªa de los que se hacen el valiente con los d¨¦biles.
Vean estas declaraciones impagables a El Mundo. Sobre el te¨®rico derecho de los inmigrantes residentes legales a votar contesta: "Es muy complicado... pero si una persona lleva ocho o diez a?os viviendo aqu¨ª, tiene una unidad familiar formada, es parte de esa ciudadan¨ªa... me parece razonable que participe de la vida cotidiana a todos los niveles. Siempre dentro del marco de las elecciones locales". Una declaraci¨®n curiosa de un ministro que ha hecho bandera de la restricci¨®n dr¨¢stica del reagrupamiento familiar hasta hacerlo casi imposible. Un caso de populismo reaccionario y de ignorancia. No sabe que en Europa m¨¢s del 70% de la ciudadan¨ªa es favorable al voto de los inmigrantes en las elecciones locales y aproximadamente el 50% lo admite en todo tipo de elecciones, y una gran mayor¨ªa aprueba el reagrupamiento familiar (encuestas de la publicaci¨®n europea Carta de la ciudadan¨ªa).
En los Estados actuales la interrelaci¨®n institucional hace imposible establecer un criterio racional que justifique otorgar el derecho de voto en unas elecciones y en otras no. La concepci¨®n de la ciudadan¨ªa (igualdad de derechos de los que conviven en un territorio) por residencia forma parte del bloque de los principios democr¨¢ticos. Adem¨¢s, el gobierno del fr¨ªvolo buen talante se caracteriza por hacer de Espa?a uno de los pa¨ªses m¨¢s reacios a conceder el estatuto de refugiado a los inmigrantes que lo solicitan e incluso lo documentan (menos del 3% lo obtienen). El autor, que lleg¨® a Francia sin papeles en la d¨¦cada de 1960, lo obtuvo en un mes y debo decir que el PSOE me ayud¨® a ello puesto que el PSUC tambi¨¦n estaba prohibido all¨¢.
La cuesti¨®n de la inmigraci¨®n es hoy un test democr¨¢tico fundamental como lo fue en el pasado el colonialismo. Practicar una pol¨ªtica represiva, que estimula el racismo y la xenofobia, es, adem¨¢s, una traici¨®n a los ideales hist¨®ricos de la izquierda. El presidente de la Generalitat, el alcalde de Barcelona, los dirigentes socialistas catalanes, si callan, otorgan. No son simples gestores, nos representan. Pronto sabremos si debemos o no avergonzarnos de ellos.
Es com¨²n en la pol¨ªtica y en los medios de comunicaci¨®n europeos denostar el populismo latinoamericano. Correa, los Kichner, Evo Morales, Chaves, todos tan distintos entre s¨ª van al mismo saco: demagogia, corrupci¨®n, autoritarismo, promesas incumplidas a los pobres, amenazas a los ricos, etc¨¦tera. Se olvidan de que estos gobernantes responden a unas mayor¨ªas populares en gran parte pobres y excluidas, pueden demostrar con n¨²meros que practican una redistribuci¨®n a favor de ¨¦stas, se mantienen tasas de crecimiento econ¨®mico altas (especialmente en Argentina), pero los ricos antiguos y los nuevos de medio pelo no estaban acostumbrados a pagar impuestos.
Estos presidentes han sido elegidos por el voto popular y mantienen un alto nivel de adhesi¨®n. Si quieren analizar cr¨ªticamente el populismo pueden empezar ac¨¢. Las rebajas o supresiones de impuestos, los regalos ficticios de 400 euros, la criminalizaci¨®n de la inmigraci¨®n, la excitaci¨®n de los miedos sociales, el enfrentamiento entre territorios... la lista es larga. Aunque es cierto, ac¨¢ el populismo cuando reparte es a favor de los ricos. Es otra cosa.
Ahora que la derecha se va hacia el centro, por poco que dialogue con los nacionalistas, puede lograr una hegemon¨ªa por mucho tiempo. La izquierda que se acerca a los peores rasgos de la derecha se suicida. El voto europeo del socialismo espa?ol es un error. Y una maldad.
Jordi Borja es profesor de la UOC.
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