La oposici¨®n a Rajoy se acuartela y espera
Aguirre admite su derrota, se declara "verso suelto" y protesta por la escabechina - El l¨ªder, victorioso, promete pactos de Estado en un discurso que no hizo vibrar
De regreso a sus casas despu¨¦s de tres d¨ªas de terapia colectiva multitudinaria, los dirigentes del PP comienzan a analizar las consecuencias del XVI Congreso del partido, el que presenci¨® la ruptura definitiva entre el padre, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y el hijo, Mariano Rajoy, y el mayor voto en blanco de la historia del partido (el 16%).
En una r¨¢pida consulta, tanto marianistas como cr¨ªticos coinciden en dos cosas. Por una parte, Rajoy ha arrasado y ha decidido laminar a los cr¨ªticos. Por otra, y como consecuencia inmediata de lo anterior, ha surgido, por primera vez desde los 80, un claro grupo opositor, encabezado por Esperanza Aguirre, la ¨²nica de los cr¨ªticos que gobierna y controla un territorio clave, que ha salido herida del congreso pero no est¨¢ muerta, y esperar¨¢ su momento para contratacar.
Ella quiso dejar claro ayer que est¨¢ dispuesta a combatir. Y fue muy clara. Primero admiti¨® la derrota: "Ahora ya soy Aguirre, el verso suelto dentro del poema", dijo con iron¨ªa. Era Alberto Ruiz-Gallard¨®n, siempre en minor¨ªa en el PP y ahora uno de los grandes vencedores del congreso, en el que por primera vez se llev¨® una ovaci¨®n espont¨¢nea al ser nombrado, quien hasta ahora se defin¨ªa como verso suelto.
Pero luego se quej¨® amargamente de c¨®mo ha laminado Rajoy a los cr¨ªticos. Dijo que echa de menos en la direcci¨®n a Ignacio Gonz¨¢lez, Francisco Granados, Gabriel Elorriaga, Carlos Aragon¨¦s, Manuel Pizarro o Mar¨ªa San Gil. Y reconoci¨® que "evidentemente" no ha sido "muy escuchada" a la hora de elaborar la direcci¨®n y pidi¨® a la nueva secretaria general, Mar¨ªa Dolores de Cospedal, que dedique "todo su esfuerzo y tiempo a integrar a todo el mundo".
El entorno de la presidenta se mostraba desolado. "Es triste. No ha sabido ser magn¨¢nimo en la victoria", se lamentaba un consejero. Pero la batalla, en realidad, no ha hecho m¨¢s que empezar. Los marianistas creen que Rajoy ha logrado dividir al equipo de Aguirre al incorporar a la direcci¨®n a dos consejeros, Alfredo Prada y Juan Jos¨¦ G¨¹emes, que no eran los que ella hab¨ªa propuesto. Los aguirristas asumen que Rajoy est¨¢ buscando eso, y adem¨¢s promocionando a Gallard¨®n, su gran enemigo en Madrid. Pero esperan al congreso regional, que se tendr¨¢ que celebrar antes de cuatro meses, para demostrar que la presidenta conserva su poder. Los cr¨ªticos, entre los que est¨¢n dirigentes que lo han sido todo en el PP y han quedado laminados por enfrentarse a Rajoy, como Aragon¨¦s, Juan Costa o Elorriaga, se retiran pues a los cuarteles de invierno a esperar su momento, pero no se rinden.
"Sabemos que van a estar esperando alg¨²n error nuestro, cualquier cosa, para saltar. Pero ha quedado claro que est¨¢n por debajo del 20% y la coyuntura, con la crisis econ¨®mica, nos favorece", sentencia un marianista.
Los cr¨ªticos, adem¨¢s, est¨¢n en algunos casos colocados en lugares importantes. Casi todos son diputados, y algunos, como Cayetana ?lvarez de Toledo, jefe de gabinete de ?ngel Acebes, est¨¢n incluso dentro del equipo de direcci¨®n del grupo. El s¨¢bado, en Valencia, cenaron juntos Aguirre, Acebes, Ignacio Astarloa -que le ha dado un portazo a Rajoy-, Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila y ?lvarez de Toledo. En otra cena estaban Juan Costa, Vicente Mart¨ªnez Pujalte y Ana Torme. La oposici¨®n est¨¢ unida en unos cuantos grupos, y espera momentos mejores.
Algunos est¨¢n sorprendidos por el hecho de que Rajoy no haya incluido ni siquiera a Costa, aunque s¨®lo fuera para evitar que le acusen de haber laminado a los cr¨ªticos despu¨¦s de haber prometido que har¨ªa una candidatura de integraci¨®n. Pero Rajoy est¨¢ muy molesto con Costa, y lo demuestra en todos sus gestos. Desde que le critic¨® en el Comit¨¦ de Direcci¨®n, no le ha llamado. Y ayer cit¨® expresamente en el plenario a su hermano, Ricardo Costa, secretario general del PP valenciano, una forma m¨¢s de diferenciar entre los dos costas.
Y mientras, el vencedor, obviando estas evidencias, sentenci¨® en su discurso final: "Lo he dicho muchas veces, lo repito y lo demostrar¨¦. No voy a prescindir de nadie. No podr¨ªa. Necesito a todos y, con la mayor humildad, solicito la ayuda de todos". Exultante tras haber resuelto con ¨¦xito, al menos de momento, la mayor crisis del PP desde la refundaci¨®n, en 1989, Rajoy se dedic¨® ayer a marcar la l¨ªnea de oposici¨®n que seguir¨¢, con ofertas de pactos de todo tipo. "Buscar¨¦ acuerdos hasta donde sea posible. El que no se entienda conmigo ser¨¢ porque no quiere entenderse", sentenci¨®. Rajoy est¨¢ centrado en la idea de que para contrarrestar la mala imagen del PP debe ofrecer una l¨ªnea pactista, de acuerdos con todos, incluidos los nacionalistas.
Rajoy evit¨® cualquier estridencia y busc¨® un tono muy distinto al que domin¨® sus discursos en la pasada legislatura, en la que lleg¨® a acusar a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero de haber "traicionado a los muertos" del PSOE a manos de ETA. Sin embargo, su discurso no logr¨® hacer vibrar al auditorio. De hecho, hubo muchos abandonos seg¨²n avanzaba la hora. Incluso sus m¨¢s entusiastas admit¨ªan que, si el discurso del s¨¢bado hab¨ªa logrado abatir la mayor¨ªa de los argumentos de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y de los cr¨ªticos, el de ayer no logr¨® emocionar a nadie. Eso es precisamente lo que m¨¢s le critican internamente a Rajoy, lo que le dijo Costa: que no logra ilusionar.
En sus ¨²ltimas frases, el l¨ªder trat¨® de animar a los suyos, algo descolocados por un congreso en el que han visto c¨®mo el presidente de honor crucificaba dial¨¦cticamente a su sucesor y el ex secretario general y el portavoz en el Parlamento europeo reivindicaban a personas que han criticado al l¨ªder, como Mar¨ªa San Gil. "Volved a vuestras casas con esta convicci¨®n: Espa?a nos necesita. Iniciamos la senda que conduce al triunfo. Decidles a todos que estamos unidos, que hemos afirmado nuestros principios, hemos renovado nuestros instrumentos y hemos refrescado nuestras ideas". Los aplausos no sonaron muy convencidos.
M¨¢s informaci¨®n en Catalu?a 3
El discurso del presidente
- "Lo he dicho muchas veces, lo repito y lo demostrar¨¦. No voy a prescindir de nadie. No podr¨ªa. Necesito a todos y, con la mayor humildad, solicito la ayuda de todos"
- "Espa?a nos necesita para ejercer una oposici¨®n tenaz, vigilante y constructiva; pero nos necesita, sobre todo, como alternativa a este Gobierno, como partido preparado para alcanzar el triunfo en las pr¨®ximas elecciones y gobernar. Hablo de gobernar y no lo que se hace ahora"
- "Lo evidente es que Espa?a atraviesa una muy complicada situaci¨®n econ¨®mica. Y soy muy fino en el calificativo. Es mucho peor que complicada. Y los espa?oles lo sufren"
- "?Qu¨¦ vamos a ofrecer a los espa?oles? La eficacia econ¨®mica y el bienestar. De nosotros se ha dicho casi de todo. Lo que nadie dice es que no sepamos crear riqueza y mejorar el bienestar"
- "?C¨®mo van a corregir los problemas las mismas personas que han contribuido a crearlos? ?Qui¨¦n ha dejado la econom¨ªa abandonada? ?Qui¨¦n ha multiplicado los problemas de la inmigraci¨®n? ?Qui¨¦n se niega a combatir el fracaso escolar? ?Qui¨¦n vive pendiente de la lluvia para que no falte agua?"
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.