Cospedal y la nave a salvo de piratas

El XVI Congreso del Partido Popular, que se clausur¨® ayer en Valencia, quedar¨¢ marcado como el c¨®nclave en el que se produjo el cambio de imagen m¨¢s radical de la historia reciente de ese partido. Salvo Mariano Rajoy, todo lo dem¨¢s, todo lo que aparecer¨¢ ante los medios de comunicaci¨®n y ante la opini¨®n p¨²blica, va a experimentar en las pr¨®ximas semanas y meses un giro de 180 grados. En lugar de ?ngel Acebes, Mar¨ªa Dolores de Cospedal; en lugar de Eduardo Zaplana, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa. Un nuevo portavoz, que pondr¨¢ cara y voz en radios y televisiones, el valenciano Esteban Gonz¨¢lez Pons, curtido en muchas batallas y experto en no alzar la voz, pase lo que pase. Incluso el propio Rajoy ha anunciado que har¨¢ todo lo que est¨¦ en su mano para presentarse como un nuevo jefe de la oposici¨®n, dispuesto a ofrecer acuerdos y pactos.

Se supone que ese cambio de talante no va a acarrear variaciones en t¨¦rminos program¨¢ticos. Una lectura atenta de las ponencias aprobadas indica que no se ha producido alteraci¨®n sustancial en los contenidos que viene defendiendo el PP desde 2004, pero es tambi¨¦n dif¨ªcil que un cambio de imagen tan fuerte no lleve aparejada una cierta matizaci¨®n del discurso pol¨ªtico. Lo interesante ahora es ver c¨®mo se adecuan las dos cosas.

Y, en clave externa, ser¨¢ igualmente interesante ver c¨®mo se van adaptando a la nueva imagen del PP la jerarqu¨ªa de la Iglesia cat¨®lica, tan combativa y tan deseosa de sentar plaza dentro del partido pol¨ªtico de la derecha, y los medios de comunicaci¨®n que m¨¢s se implicaron en el intento de echar a Rajoy desde la misma noche de su derrota electoral. Ayer, algunos quisieron ver en el primer discurso de Cospedal una alusi¨®n indirecta a lo ocurrido estas semanas. La nueva secretaria general aludi¨® a Rajoy como "el hombre que ha sabido mantener la nave a salvo de los piratas que intentaban desvencijarla" y sus palabras, tuvieran el significado que tuvieran, llamaron mucho la atenci¨®n.

Es posible que los compromisarios del PP hayan abandonado Valencia poco entusiasmados con la nueva etapa. Primero, porque en este congreso se escenific¨® la ruptura de Rajoy con lo que se podr¨ªa llamar "su generaci¨®n", con Aznar en primer lugar, pero tambi¨¦n con Mayor Oreja o con Acebes (a pesar del elegante discurso de despedida del ex secretario general, muy lejos de la aparatosa gestualidad de Aznar, cada d¨ªa menos del gusto del militante medio del PP).

Segundo, porque muchos esperaban alg¨²n gesto de generosidad integradora de Rajoy, que no se produjo, en absoluto.

Y, tercero, y lo m¨¢s importante, porque tradicionalmente los congresos nacionales dan origen, en cascada, a los congresos regionales y provinciales y nadie sabe c¨®mo le van a afectar esos cambios (m¨¢s del 85% de los delegados que acudieron a Valencia ocupa un cargo org¨¢nico en el partido). Antes del verano se celebrar¨¢n los del Pa¨ªs Vasco y Catalu?a, muy vinculados a la situaci¨®n de la direcci¨®n nacional. El congreso m¨¢s esperado ser¨¢, sin embargo, el de Madrid, que se celebrar¨¢ a partir de octubre y en el que se supone que Alberto Ruiz-Gallard¨®n, reforzado por Rajoy, deber¨ªa plantar cara a una Esperanza Aguirre, que sale lastimada de Valencia pero que sigue siendo muy poderosa en su feudo.