'Schweini' est¨¢ de vuelta
Discutido y habitual de los tabloides, el centrocampista alem¨¢n quiere borrar su fama de d¨ªscolo
Abatida Portugal, Alemania ha recuperado la energ¨ªa y la autoestima, si es que alguna vez la perdi¨®, y camina con determinaci¨®n hacia la final de Viena. Le queda en el trayecto una semifinal contra Turqu¨ªa. Aunque los turcos convierten los tr¨¢mites de los dem¨¢s en un ejercicio de supervivencia propia, las apuestas est¨¢n claramente a favor de una Alemania que recupera sus se?as de identidad. Hay incluso quien ha advertido en el actual equipo de Joachim L?w un cierto parecido con el de Franz Beckenbauer que conquist¨® el Mundial de Italia 1990. Incluso se compara a Ballack con Matth?us y se habla mucho de la importancia de llenar la cancha con cinco centrocampistas. Hay, sin embargo, ciertas diferencias entre ambas escuadras y, sobre todo, un jugador irrepetible porque tiene vida propia en cualquier sistema, equipo y selecci¨®n: Schweinsteiger.
"Es mi prima", dijo cuando le pillaron con una jovencita en el 'jacuzzi' del Bayern
"Contra Portugal he pagado una deuda que ten¨ªa conmigo y con mis compa?eros"
Schweinsteiger representa el factor sorpresa, para bien y para mal, circunstancia importante en un combinado al que se supone muy automatizado. Especialmente absentista en la fase de clasificaci¨®n, Schweinsteiger fue suplente en el estreno alem¨¢n en la Eurocopa ante Polonia y fue expulsado al poco de salir en la segunda jornada, ante Croacia, de manera que no jug¨® contra Austria. Enfurru?ado, le dijo al jefe de comunicaci¨®n del equipo que no atender¨ªa a ning¨²n periodista ni saldr¨ªa a la sala de conferencias. Una actuaci¨®n desequilibrante en los cuartos de final contra Portugal le permiti¨® salir del anonimato para proclamar p¨²blicamente que est¨¢ encantado de la vida. Schweinsteiger fue declarado mejor jugador del partido despu¨¦s de marcar el primer gol y de sacar las faltas que Klose y Ballack cabecearon a la red para firmar el definitivo 3-2.
"He pagado una deuda que ten¨ªa conmigo mismo y con mis compa?eros", sentenci¨® el 7 alem¨¢n, que funcion¨® muy bien por la banda derecha mientras su amigo Podolski entraba por la izquierda. "Me sent¨ªa frustrado y, cuando el entrenador anunci¨® que ser¨ªa titular contra Ronaldo, advert¨ª la posibilidad de acallar las cr¨ªticas", a?adi¨®; "me anim¨® saber que siempre he tenido el apoyo del t¨¦cnico y de mis compa?eros ante tantas falsas acusaciones en mi contra". Schweini, como se le conoce en un diminutivo con connotaciones porcinas -significa cerdito-, ha abonado las murmuraciones y especulaciones al punto de que en determinados medios se le tiene por "un Beckham a la alemana".
Pocos personajes proporcionan tanto material para los tabloides como Schweinsteiger, sorprendido en su d¨ªa con una jovencita en el jacuzzi del vestuario del Bayern de M¨²nich -"es mi prima", se defendi¨®- y portada del Bild la semana pasada por el beso que le dio a su actual novia para celebrar el triunfo sobre Portugal. Protagonista de reiteradas salidas nocturnas a destiempo, pillado m¨¢s de una vez por la polic¨ªa por superar el l¨ªmite de velocidad, Schweini se las ha tenido con unos cuantos entrenadores desde que, a los 14 a?os, ingres¨® en la escuela formativa del Bayern, procedente del Rosenheim, despu¨¦s de renunciar a una carrera prometedora como esquiador.
A Schweinsteiger se le ha discutido habitualmente la titularidad en determinados momentos de cada temporada. As¨ª ocurri¨® tambi¨¦n el curso pasado con la llegada del franc¨¦s Rib¨¦ry, que le fue desplazando hasta dejarle pr¨¢cticamente fuera del campo. Volante con talento y creatividad, de buen regate y tiro f¨¢cil, Schweini no ha funcionado cuando le han situado como enganche o mediocentro porque le falta cuerpo y cabeza para manejar el tiempo del partido. No tiene la regularidad ni es suficientemente completo para llevar al equipo. Los seleccionadores, en cualquier caso, nunca han tenido dudas a la hora de convocarle. No han atendido a su situaci¨®n en el Bayern ni a las noticias sobre sus fechor¨ªas. J¨¹rgen Klinsmann le llev¨® al Mundial 2006 y L?w a la Eurocopa 2008.
En tanto que futbolista diferente, Schweinsteiger es el mejor reactivo para un equipo acartonado. Cuando Alemania no sabe qu¨¦ hacer, se encomienda a Schweini para que la saque del apuro con su imaginaci¨®n y, normalmente, surte efecto. El problema es cuando se confunde la sorpresa con la normalidad. A la que le sale un buen partido, recupera su arrogancia, reivindica su nombre y amenaza con irse a la Premier League.
Una vez que su juego ha llamado de nuevo la atenci¨®n contra Portugal, ahora se aguarda su respuesta ante Turqu¨ªa. L?w parece haber encontrado en la pareja Schweinsteiger-Podolski a los dos jugadores de banda expresos para abrir los partidos y habilitar el juego a¨¦reo de Ballack y Klose. Ocurre ahora que el duo Schweini-Poldi ya no se deja hacer chistes f¨¢ciles como antes. Podolski ha marcado distancias. Ya no quiere que le llamen Poldi. Y a Schweinsteiger no le ha quedado m¨¢s remedio que defenderse solo. Aseguran en Alemania que la falta de madurez no impide para nada que se baste tanto para decidir un partido como para montar un n¨²mero. Lo que no le gusta es el d¨ªa a d¨ªa. Nada nuevo en su vida porque nunca ha dejado de ser el mismo personaje. Schweini siempre le ha podido a Schweinsteiger.
Los consejos de una canciller
En el mismo palco en el que L?w y Hickersberger terminaban de ver el partido que enfrentaba a sus equipos, Alemania y Austria, tras ser expulsados por Mejuto Gonz¨¢lez, se hallaba igualmente un abatido Schweinsteiger. El medio pagaba el castigo de su expulsi¨®n ante Croacia. Y, reflexionando sobre su ausencia, nunca habr¨ªa imaginado que ser¨ªa Angela Merkel quien le ayudase a expiar su pecado. "Se acerc¨® a m¨ª y me aconsej¨® que no cometiese m¨¢s tonter¨ªas, que me centrase y que jugara como yo s¨¦", revel¨® el d¨ªscolo Schweinsteiger sobre las palabras que le dirigi¨® la canciller alemana.
La afici¨®n por el f¨²tbol de Merkel es conocida. Es socia de honor del Energie Cottbus, un modesto equipo del este de Alemania que regres¨® a la Bundesliga el a?o pasado. Y su pasi¨®n tambi¨¦n qued¨® de relieve, hace dos a?os, durante los encuentros de la Nationalmannschaft en el Mundial de Alemania.
S¨®lo su trabajo -estaba en Bruselas intentando resucitar el Tratado de Lisboa tras el no irland¨¦s- le impidi¨® estar el d¨ªa 19 en el estadio St. Jakob Park, de Basilea, para asistir al partido de cuartos de final contra Portugal. Y, por este motivo, no pudo presenciar in situ la redenci¨®n de su aconsejado, que anot¨® un gol y dio los otros dos a Ballack y Klose en la victoria sobre Portugal (2-3) que puso al equipo alem¨¢n en las semifinales de la Eurocopa. "Vi el primer gol, el de
Schweini
. Despu¨¦s me fui a cenar...", admiti¨® una Angela Merkel que se declar¨® "orgullosa" del centrocampista.
Muchacho d¨ªscolo, s¨ª, pero no est¨²pido, Schweinsteiger entendi¨® la relevancia del consejo de toda una jefa del Gobierno alem¨¢n. "Los deseos de la canciller fueron ¨®rdenes para m¨ª", asegur¨® el medio del Bayern, que fue nombrado mejor jugador de aquel partido.
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