La factor¨ªa Paulo Coelho
Santiago dedica una calle al popular autor de 'El peregrino a Compostela'
A Paulo Coelho lo suele preceder una comitiva singular, mayormente repeinada: peregrinos agradecidos, agentes editoriales, allegados, flashes de aficionados, patrocinadores y una nube de periodistas. Y ayer, en su comparecencia en el Pazo de Raxoi junto al alcalde de Santiago, no defraud¨®. Porque Coelho excede la condici¨®n de escritor y se sit¨²a en el mundo del espect¨¢culo. Carne de manual de autoayuda, best-seller espiritualista, sus c¨¦lebres textos sobre el Camino de Santiago le han valido una calle en el barrio de San Marcos. "Es la primera vez que me dedican una calle", brome¨® ayer en la recepci¨®n de Raxoi, "espero que despu¨¦s de muerto me dediquen alguna m¨¢s".
Coelho, nacido en 1947 en Rio de Janeiro, Brasil, subi¨® al Pazo de Raxoi para firmar en el libro de oro del Ayuntamiento de Santiago de Compostela. Junto a un Xos¨¦ S¨¢nchez Bugallo de expresi¨®n satisfecha, el autor de O alquimista estamp¨® su r¨²brica y obsequi¨® al mandatario municipal con una pluma estilogr¨¢fica. Claro que uno de los patrocinadores de la visita de Coelho a la capital de Galicia es una marca italiana de lujosos objetos de escritura: acaban de fabricar una Paulo Coelho limited edition inspirada en sus trabajos sobre el Camino.
Sus c¨¦lebres textos sobre el Camino le han valido una calle en Santiago
"El camino no acaba aqu¨ª, sino que aqu¨ª es donde comienza", dijo
"Mi vida cambi¨® desde el d¨ªa en que hice el Camino", confes¨®, como hab¨ªa confesado en anteriores visitas a la ciudad, el escritor brasile?o ante la prensa. Corr¨ªa el a?o 1986 y Coelho s¨®lo hab¨ªa publicado dos vol¨²menes: Arquivos do Inferno (1982) y O manual pr¨¢ctico do vampirismo (1985). Aunque, cortes¨ªa obliga, en el edificio que est¨¢ enfrente a la fachada barroca de la Catedral asegur¨® que, despu¨¦s de peregrinar, decidi¨® "dejarlo todo y escribir su primer libro", O Di¨¢rio dum mago, titulado en edici¨®n castellana El peregrino a Compostela. "A partir de ah¨ª, todo cambi¨®".
El discurso de Paulo Coelho sobre el itinerario xacobeo se cierra sobre s¨ª mismo. "Nunca hice dos veces el Camino", ante un S¨¢nchez Bugallo cada vez m¨¢s sonriente, "porque, adem¨¢s, el trayecto no acaba en Santiago, sino que comienza en la ciudad". "Yo comenc¨¦ la peregrinaci¨®n con muchas ideas sobre la b¨²squeda personal", relat¨®, "pero descubr¨ª que el Camino es la sencillez, el contacto con la gente". Coelho no se resisti¨® al t¨®pico machadiano, "como dec¨ªa Antonio Machado, 'caminante no hay camino, se hace camino al andar", e insisti¨®: "Me enter¨¦ de la sencillez y del misterio de la vida, aunque esto parezca una paradoja".
Paulo Coelho, que no se baj¨® de un castellano aprendido para hablar con los medios gallegos, repiti¨® sus agradecimientos a la ciudad, "esto me toca mucho", y desgran¨® su programa nocturno: "Espero comer la sardina esta noche" [por ayer]. Una de las integrantes del heterodoxo pelot¨®n Coelho comentaba m¨¢s tarde: "Como es as¨ª de m¨ªstico, le encant¨® lo de espantar las meigas, le encant¨®". Al parecer, a Coelho se le esperaba en la popular cacharela del barrio de San Pedro.
La visita del brasile?o a Raxoi continu¨® de la mano de un efusivo S¨¢nchez Bugallo. "La mejor vista del Obradoiro es la de mi despacho", se enorgullec¨ªa el alcalde, antes de fotografiarse insistentemente -Bugallo, Coelho y quien se terciase- con la construcci¨®n del Mestre Mateo de fondo y pasear todos los salones del edificio.
Por la tarde, el escritor se desplaz¨® a la futura R¨²a Paulo Coelho. "El lugar donde estar¨¢ la calle, porque no est¨¢ terminada", admiti¨® el regidor, que hizo de la necesidad virtud: "As¨ª hay motivo para que vuelvas dentro de un a?o". Y Coelho, encantado: su obra es responsable de no pocas de las peregrinaciones xacobeas de sus compatriotas.
Antes de redimirse caminado, Paulo Coelho incluso escribi¨® letras para mitos del pop de su pa¨ªs: Elis Regina, Rita Lee o Ra¨²l Seixas. Ahora vende libros por millones y pasea esponsorizado por medio mundo. Un trabajador del ayuntamiento compostelano lo dec¨ªa de medio lado: "Con lo que cobra ¨¦ste, ya puede portarse bien".
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