La crisis de la econom¨ªa

En estos momentos de dificultad es oportuno reflexionar sobre lo sucedido en la econom¨ªa espa?ola y andaluza durante los ¨²ltimos a?os. Lo primero a destacar es el espectacular crecimiento y modernizaci¨®n experimentado por la econom¨ªa andaluza. Es justo reconocerlo, pues lo hemos logrado entre todos, empresarios, trabajadores, partidos pol¨ªticos, sindicatos y los ciudadanos que cumplen diariamente con sus obligaciones.

Algunos dicen, "pues no faltaba m¨¢s", ?pod¨ªa haber sido de otra manera? Pues s¨ª, la historia econ¨®mica nos ense?a que en otras ¨¦pocas todos crecieron y nosotros no. La publicaci¨®n Estad¨ªsticas del Siglo XX ofrece una exhaustiva radiograf¨ªa de la econom¨ªa andaluza a lo largo del siglo XX.

Los analistas pronostican una recuperaci¨®n para el ¨²ltimo trimestre de 2009 o principios de 2010

Durante los 75 primeros a?os del siglo XX el crecimiento de la econom¨ªa andaluza fue inferior al de la media espa?ola. En ese largo periodo de tiempo, monarqu¨ªa de Alfonso XIII, dictaduras de Primo de Rivera y Franco, con el breve par¨¦ntesis de la II Rep¨²blica, se fragu¨® el llamado subdesarrollo econ¨®mico andaluz.

A partir de 1975 todo comenz¨® a cambiar. El crecimiento econ¨®mico andaluz fue superior al de Espa?a, que crec¨ªa por encima de la media europea. De hecho se ha establecido, en palabras del profesor Garc¨ªa Delgado, una interacci¨®n positiva entre democracia y econom¨ªa en la que una y otra se refuerzan mutuamente.

El mayor crecimiento de la econom¨ªa andaluza en los ¨²ltimos veinte a?os le ha llevado a aumentar su peso econ¨®mico en el conjunto nacional, desde el 13% en 1984 al 13,9% en 2007.

Si lo expresamos en t¨¦rminos europeos, el PIB per c¨¢pita andaluz en 1975, medido en paridades de poder adquisitivo, era el 51% de la entonces CEE, en 2005 era superior al 77,2% de la UE-25 y el 80,4% de la UE-27.

A pesar de este cambio de tendencia en el crecimiento econ¨®mico de Andaluc¨ªa a¨²n quedan muchos problemas, cierto. Pero el camino recorrido garantiza que tenemos una estructura econ¨®mica y social capaz de superar las dificultades.

En mi opini¨®n tres son los cambios esenciales de este periodo que debemos preservar:

1. El de actitud de los andaluces hacia la actividad emprendedora y el papel de los empresarios en la sociedad. Hoy tienen una consideraci¨®n positiva de la que han carecido a lo largo de la historia.

2. La concertaci¨®n como m¨¦todo. La Junta de Andaluc¨ªa y los agentes sociales y econ¨®micos m¨¢s representativos de Andaluc¨ªa (CEA, UGT y CC OO) vienen firmando los acuerdos de concertaci¨®n social. Los cinco acuerdos consecutivos suscritos hasta ahora han proyectado una imagen de estabilidad de Andaluc¨ªa y de cooperaci¨®n entre la Administraci¨®n auton¨®mica y los agentes sociales, que se ha mostrado fundamental para favorecer las inversiones y el desarrollo econ¨®mico andaluz.

3. Por ¨²ltimo, la base de todo es la recuperaci¨®n de la autoestima. Creer en nosotros mismos, en nuestras posibilidades, en no ser menos que nadie, en no resignarnos a un papel subalterno. ?se es un intangible econ¨®mico de un valor inmenso.

Tres elementos, actitud emprendedora, concertaci¨®n y autoestima son nuestras ventajas competitivas que debemos aprovechar para cimentar nuestro futuro y el de nuestros hijos.

En Espa?a y en Andaluc¨ªa nos enfrentamos a momentos dif¨ªciles en la econom¨ªa. Se han concitado cuatro crisis simult¨¢neas. Dos que afectan a todo el planeta y dos espec¨ªficas de Espa?a.

La crisis financiera internacional derivada de las hipotecas subprime en Estados Unidos, cuyos primeros efectos son la dificultad de financiaci¨®n de bancos y cajas por el cierre de los mercados internacionales de capitales y posterior encarecimiento de las condiciones financieras minoristas a empresas y particulares.

Y la crisis del precio del petr¨®leo y de materias primas, que provoca el encarecimiento de los productos b¨¢sicos y una inflaci¨®n que, a su vez, dificulta la bajada de tipos de inter¨¦s, que ser¨ªa ¨²til para luchar contra la crisis financiera. Adem¨¢s la crisis del modelo de crecimiento espa?ol, basado en un excesivo protagonismo de la demanda interna, que ha terminado agot¨¢ndose y requiere cambios sustanciales.

La crisis inmobiliaria propia de nuestro pa¨ªs, derivada de una exuberancia en el mercado de la vivienda de los ¨²ltimos a?os, insostenible a largo plazo y que ha de ajustarse reabsorbiendo el stock de viviendas sin vender, volviendo de la construcci¨®n de las 800.000 de 2006, a la normalidad de 350.000-400.000 viviendas nuevas al a?o.

Estas cuatro crisis simult¨¢neas auguran un menor crecimiento de la econom¨ªa en 2008 y 2009. Los analistas pronostican una recuperaci¨®n para el ¨²ltimo trimestre de 2009 o principios de 2010. Con las nuevas fortalezas de la econom¨ªa andaluza (esp¨ªritu emprendedor, formaci¨®n, infraestructuras, concertaci¨®n social y autoestima) y el esfuerzo de todos saldremos sin excesivos da?os de la crisis.

Para superar las crisis ser¨¢n necesarios planes de reactivaci¨®n econ¨®mica como los que est¨¢n poniendo en marcha los gobiernos central y auton¨®mico. Que se inyecte liquidez al sistema, se aceleren las inversiones p¨²blicas, se modifiquen algunos elementos de sistema impositivo etc¨¦tera. Pero tambi¨¦n se necesita la actividad de la sociedad civil, empresarios que sepan aprovechar las oportunidades para salir fortalecidos de la crisis.

Y a ello colaborar¨¢n las entidades de cr¨¦dito, cajas y bancos, cumpliendo su papel de intermediarios financieros, facilitando el ahorro y el cr¨¦dito en las condiciones de mercado a empresas y particulares. Y colaborando con las administraciones p¨²blicas financiando los planes de recuperaci¨®n econ¨®mica que pongan en marcha, como nos hemos comprometido, por ejemplo, con el plan de Vivienda de la Junta de Andaluc¨ªa, al que las cajas andaluzas aportaremos 5.000 millones de euros el 50% de la financiaci¨®n total del plan.

Sin duda son momentos distintos de los que hemos vivido en los ¨²ltimos a?os de bonanza, hemos entrado en otra fase menos favorable del ciclo, pero nuestra econom¨ªa es m¨¢s fuerte y estamos mejor preparados para afrontar la desaceleraci¨®n. Esto depende en gran medida de nosotros mismos, de lo que hagamos o dejemos de hacer, el que cuando vuelva el ciclo alcista estemos preparados para sumarnos al nuevo impulso de crecimiento.

Antonio Claret Garc¨ªa es presidente de CajaGranada