A prueba de falsificadores
Una pyme de Vigo inventa un sistema que detecta documentos fraudulentos
Ni tinta invisible, ni hologramas, ni papel timbrado. Ninguno de estos sistemas de seguridad se suele aplicar en documentos que creemos oficiales y que pueden no serlo. Un certificado de empadronamiento, la vida laboral, un contrato o un diploma universitario son papeles susceptibles de ser tan falsos como un billete de seis euros. Para modificarlos s¨®lo hace falta tener ganas de delinquir, un poco de paciencia y un programa de dise?o gr¨¢fico. Y cualquiera nos da gato por liebre.
Durante dos a?os, esta cuesti¨®n trajo de cabeza a un equipo de ingenieros de telecomunicaciones de la Universidad de Vigo. Despu¨¦s de innumerables pruebas, vali¨¦ndose de las nuevas tecnolog¨ªas asociadas con la firma digital y el DNI electr¨®nico, aseguran haber dado con la soluci¨®n, que han bautizado con el nombre de fividoc. Al hilo de su hallazgo fundaron en enero una spin-off (empresa creada bajo el amparo de la universidad)que cuenta con la participaci¨®n de Unirisco (sociedad de capital riesgo) y que surge como extensi¨®n de su trabajo en el departamento de Teor¨ªa de la Se?al y Comunicaci¨®n de la Escuela de Telecomunicaci¨®n.
"No tenemos miedo de que nos roben la idea, no es nada f¨¢cil hacerlo"
Bit Oceans se ha propuesto crecer a un ritmo del 400% cada a?o
El mecanismo parece sencillo: una aplicaci¨®n inform¨¢tica asocia cada documento con una marca impresa en ¨¦l, de modo que, cuando se verifica (escane¨¢ndolo desde cualquier equipo convencional) se detectan las posibles variaciones fraudulentas que se hayan realizado sobre el original. "Esto quiere decir", en palabras de Alberto Malvido, uno de sus socios, " que los documentos que firmamos electr¨®nicamente tambi¨¦n pueden ser v¨¢lidos una vez que se pasen al papel".
La empresa, llamada Bit Oceans, -oc¨¦anos de bites, traducido al castellano- , pretende convertir este sistema en un est¨¢ndar para las administraciones, colegios profesionales, bancos, empresas de seguros, universidades, registros y para cualquier tipo de colectivo que quiera estar a salvo del fraude. Por ahora lo han conseguido en algunos ayuntamientos gallegos, y se han marcado con ello crecer un 400% cada a?o.
Calificada como empresa innovadora de base tecnol¨®gica, Bit Oceans ha empezado, tras solicitar la patente de su producto, a cosechar varios premios. Pero el mercado es quien tiene la ¨²ltima palabra sobre el ¨¦xito o el fracaso del invento fividoc. "No creemos haber descubierto la f¨®rmula de la Coca-Cola, pero s¨ª estamos convencidos de que tenemos algo que nadie ha logrado y que, adem¨¢s, no es f¨¢cil de desarrollar. El tiempo que hemos invertido y el conocimiento que tenemos en este momento son dos ventajas competitivas por las que no ser¨¢ f¨¢cil robarnos la idea", se?ala Malvido.
Los cerebros de Bit Oceans, son, adem¨¢s de Alberto Malvido, sus socios. Uno de ellos, Fernando P¨¦rez, dirige el Centro Tecnol¨®gico de las Telecomunicaciones de Galicia, ha publicado cuatro libros y medio centenar de art¨ªculos en revistas especializadas. Inventor de cuatro patentes, es adem¨¢s gestor del ¨¢rea de tecnolog¨ªa y electr¨®nica del Plan Nacional de I+D del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia. El tercer componente del equipo, ?scar W. M¨¢rquez, ha liderado desde la Universidad m¨¢s de diez proyectos de investigaci¨®n. La empresa Optare Solutions tambi¨¦n es parte del accionariado.
Su objetivo m¨¢s inmediato, adem¨¢s de trabajar en sistemas de privacidad de datos, voto electr¨®nico y seguridad digital, est¨¢ en conseguir un socio tecnol¨®gico para alcanzar la dimensi¨®n que desean. Lo intentar¨¢n buscando acuerdos con grandes compa?¨ªas TIC espa?olas.
Del lado de los clientes, muchas organizaciones ya han mostrado su inter¨¦s en conocer de cerca la herramienta, y algunas no se lo creen: "Hemos tenido que falsear documentos para hacer demostraciones m¨¢s gr¨¢ficas. As¨ª s¨ª es m¨¢s f¨¢cil llegar a comprender hasta qu¨¦ punto podemos, por ejemplo, alterar una cifra en un contrato o modificar una firma en un documento PDF sin que nadie, excepto nuestra herramienta, se d¨¦ cuenta".
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