Santiago Calatrava tiende puentes en Jerusal¨¦n
La obra se inaugura inacabada y envuelta en pol¨¦mica
Jerusal¨¦n estrena emblema. Un grandioso puente con el sello inconfundible de Santiago Calatrava -tan blanco como estilizado- pretende convertirse en "el gran p¨®rtico de entrada" a la Ciudad Santa por el oeste, la parte jud¨ªa.
El llamado puente de cuerdas, a¨²n sin acabar pero inaugurado anoche, ser¨¢ pasarela peatonal a partir de oto?o y, en un par de a?os, circular¨¢ por ¨¦l un moderno tranv¨ªa. Encajonado entre altas torres sobre un cruce de mucho tr¨¢fico, este s¨ªmbolo laico del siglo XXI desconcierta en esta ciudad pobre, desvencijada y cargada como pocas de historia, religi¨®n y pol¨ªtica.
Por el puente viajar¨¢ un tranv¨ªa que unir¨¢ los asentamientos jud¨ªos del este
A las autoridades municipales, responsables del proyecto, les gusta decir que el arquitecto e ingeniero valenciano se inspir¨® en el arpa que tocaba el rey David. Calatrava no lo niega, aunque ayer a?adi¨® que tambi¨¦n le recuerda a "una jaima del desierto", las t¨ªpicas de los beduinos. Son¨® a gui?o a los vecinos ¨¢rabes.
El resultado final es una curva de 360 metros de largo que une dos calles perpendiculares, con un pilar central que se alza a 118 metros del que cuelgan 66 cables de acero. Debajo, est¨¢ por terminar una plaza de piedra caliza jerosolimitana, la ¨²nica que permiten las normas vigentes en la ciudad desde el Mandato Brit¨¢nico.
Calatrava, entusiasmado por este encargo, destac¨® que "los puentes unen lugares que estaban separados, permiten que la gente se encuentre". El problema es que en pocos sitios como aqu¨ª se habla tanto de paz y convivencia y se practican tan poco estas dos buenas intenciones. Las obras han estado salpicadas de pol¨¦micas aut¨®ctonas. El puente, cuyo presupuesto se ha duplicado hasta los 47 millones de euros, servir¨¢ a un tranv¨ªa, a¨²n en construcci¨®n, dise?ado para unir los asentamientos jud¨ªos de Jerusal¨¦n Este, la parte ocupada, con el centro. Un tren ligero que pr¨¢cticamente ignorar¨¢ a los vecinos palestinos de esta ciudad, que tiene dos sistemas de autobuses p¨²blicos, uno en la parte israel¨ª, otro en la ¨¢rabe. El ¨²ltimo esc¨¢ndalo salt¨® porque durante un reciente shabat, el d¨ªa sagrado de los jud¨ªos, las obras no pararon.
Varios obreros palestinos trabajaban ayer, paleta en mano, mientras Calatrava mostraba el puente a la prensa. El Ayuntamiento ten¨ªa prisa por inaugurarlo para que coincidiera con el 60? aniversario de Israel y con el 40? aniversario de lo que los israel¨ªes denominan la reunificaci¨®n, que para la comunidad internacional y los palestinos es la ocupaci¨®n de la Jerusal¨¦n ¨¢rabe.
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