Un Ejecutivo para vender la gesti¨®n de Aguirre

Un cambio de Gobierno a tan s¨®lo un a?o de su formaci¨®n. Lo que en otro ¨¢mbito ser¨ªa el resultado de una monumental crisis interna, no lo es tanto en el caso del Ejecutivo de Esperanza Aguirre. La presidenta de la Comunidad de Madrid present¨® un Gobierno continuista cuando hace poco m¨¢s de un a?o jur¨® su cargo por segunda vez.

Lo hizo pensando en no cargar las tintas sobre los posibles consejeros salientes -siempre se habl¨® de Manuel Lamela, por la crisis del hospital Severo Ochoa de Legan¨¦s-, mostrar la cohesi¨®n interna de su equipo y convencida de que una posible victoria del PP en las elecciones generales le obligar¨ªa a desprenderse de algunos de sus colaboradores, ya que muchos de ellos proceden precisamente de los gobiernos de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. En este grupo est¨¢n algunos de los actuales consejeros, como Juan Jos¨¦ G¨¹emes (Sanidad), que fue secretario de Estado de Turismo, o Luc¨ªa Figar (Educaci¨®n), que ocup¨® el mismo cargo en Asuntos Sociales, o la propia presidenta de la Asamblea, Elvira Rodr¨ªguez, que fue ministra de Medio Ambiente.

Las ¨²nicas modificaciones que hizo Aguirre hace un a?o pasaron por crear dos nuevas consejer¨ªas: la de Vivienda y la de Deportes. Era m¨¢s una operaci¨®n de marketing pol¨ªtico que una verdadera intenci¨®n de renovarse. Pero pasaron las elecciones, no hubo cambio de Gobierno y lleg¨® la crisis del PP. Aguirre sabe que lo que haga en Madrid le servir¨¢ para encauzar su futuro pol¨ªtico, si es que todav¨ªa se siente con ganas de dar el salto a la pol¨ªtica nacional. Por eso le importa mucho dar un nuevo impulso a su Consejo de Gobierno, encargado de vender los logros de su gesti¨®n.

Los cinco consejeros que tendr¨¢n cometidos nuevos est¨¢n encargados de llevar a cabo esa tarea, que pasa por evitar conflictos graves de las pasadas legislaturas, desde la salida del ex director de Urbanismo Enrique Porto por las acusaciones de corrupci¨®n, pasando por el caso Legan¨¦s, los problemas del metro y la mala gesti¨®n del desarrollo de la Ley de Dependencia, que se ha vuelto contra el Ejecutivo regional.

La gran apuesta cae en el tejado de Antonio Beteta, convertido en el hostigador permanente de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero desde el Senado y desde la Asamblea. ?se ser¨¢ tambi¨¦n su cometido en el nuevo equipo de gobierno, con un arma que puede ser da?ina para el presidente del Ejecutivo central, la econom¨ªa.

Los pr¨®ximos a?os no ser¨¢n tanto de inversi¨®n como de gesti¨®n de lo que hay, y Madrid es la comunidad que cuenta con un mayor presupuesto. Beteta ser¨¢ el encargado de distribuir los 19.000 millones de euros con los que cuenta la Comunidad de Madrid, y probablemente su papel se parecer¨¢ mucho al de Pedro Solbes en el Ejecutivo central. Tras haber pastoreado a los diputados auton¨®micos, ofrece un perfil fuerte para negar el exceso de gasto a sus compa?eros del Gobierno regional. Que tiemblen los consejeros.