Las 'princesas' de la calle desfilan en Ballesta
Las prostitutas montan una pasarela contra la mercantilizaci¨®n del barrio
Por una tarde se quedaron sin clientes ni condones de sabores en el bolso. Sin embargo, manten¨ªan sus tacones interminables, minifaldas y mirada maquillada, esta vez, en una pasarela callejera con alfombra roja entre cabinas de tel¨¦fono y chicles pegados en el suelo. Prostitutas del distrito de Centro, colonia Marconi y Casa de Campo, convocadas por el colectivo Hetaira, que defiende sus derechos, celebraron ayer su propia "Pasarela Lumi-Fashion", cuyo ir¨®nico lema era: "Moda que levanta... pasi¨®n".
Figurines dise?ados por ellas mismas, ropa cedida por artistas consolidados como Roberto Navazo y el vestuario original de la pel¨ªcula Princesas, de Fernando Le¨®n y el v¨ªdeo musical Me llaman Calle, de Manu Chao -donde muchas hab¨ªan participado como actrices secundarias- compon¨ªan el desfile, que recordaba al que organiz¨® la asociaci¨®n Triball en la cercana calle de la Ballesta el pasado mayo como una de las actividades que pretenden reactivar el barrio degradado.
"El objetivo de nuestra pasarela Lumi es demostrar que estamos aqu¨ª y que las autoridades no han contado con nosotras cuando han dado facilidades a los comerciantes y dise?adores para instalarse. Nos podr¨ªan haber contratado en las nuevas tiendas como limpiadoras o dependientas, pero nos ignoraron. Por supuesto que prefer¨ªamos trabajar en una tienda antes que hacer 12 horas en la calle por dos duros", afirmaba Nereida, ecuatoriana que lleva 14 a?os en la prostituci¨®n y que ayer por primera vez mostraba su exuberancia en una alfombra roja.
La fiesta Lumi-Fashion tuvo que celebrarse en la Plaza de Carlos Cambronero, cerca del Teatro Alfil, porque el Ayuntamiento no les concedi¨® el permiso necesario para desfilar en la plaza de Soledad Torres Acosta, cedida a la asociaci¨®n de comerciantes Triball.
Y es que precisamente ayer, de diez de la ma?ana a diez de la noche, hab¨ªan convocado en esa disputada plaza la "Feria de los Colores" con oferta de productos ecol¨®gicos, libros descatalogados, gastronom¨ªa internacional, artesan¨ªa y moda de dise?adores emergentes.
Cada uno a su aire, las actividades se celebraban en distintos escenarios pero a pocos metros dentro de la misma zona, como muestra del evidente y profundo desencuentro entre convecinos. Los de Triball compran los locales de toda la vida y los convierten en tiendas de dise?o. Y los vecinos del barrio reivindican "su autenticidad" y rechazan el encarecimiento de la zona.
As¨ª, mientras el colectivo de empresarios Triball explica que su objetivo es "limpiar el barrio de prostituci¨®n, drogas y delincuencia" a trav¨¦s de iniciativas comerciales, otras asociaciones como la Asamblea Ciudadana del Barrio de Universidad (Acibu) y el colectivo Todo por la Praxis, que mantiene el blog http://antitriball.wordpress.com, denuncian su "especulaci¨®n urban¨ªstica y econ¨®mica". "Los vecinos vamos a proponer una campa?a que demuestre que este barrio no es s¨®lo una marca de ropa. Queremos m¨¢s implicaci¨®n de las instituciones y menos mercantilizaci¨®n, porque no puede ser que se favorezcan pasarelas de moda mientras sigue habiendo toxic¨®manos meti¨¦ndose de todo en colchones tirados a pocos metros de los ni?os. Con cuatro tiendas de moda no se acaba el problema y est¨¢ claro que hacer guetos o echar la prostituci¨®n a otros barrios no es la soluci¨®n", aseguraba Jordi Gordon, portavoz de Acibu.
Mientras tanto, las princesas de la calle segu¨ªan con su d¨ªa de gloria, intentando controlar los nervios antes de desfilar y defendiendo sus modelos sobre la pasarela a ritmo de A qui¨¦n le importa... Y quien quiera o¨ªr...
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