El Gobierno carece de un registro de desaparecidos del franquismo
Los investigadores se ofrecen a enviar a Garz¨®n un mapa de fosas y fusilados
El informe sobre los desaparecidos durante la Guerra Civil y el franquismo que el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garz¨®n ha solicitado al Gobierno no existe. Lo dice el "exhaustivo informe general" elaborado por la Comisi¨®n Interministerial de V¨ªctimas de la Guerra Civil y el franquismo que cre¨® el propio Gobierno para preparar la Ley de Memoria Hist¨®rica.
La presid¨ªa la vicepresidenta Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, que sin embargo ayer, tras el Consejo de Ministros, preguntada por la petici¨®n de Garz¨®n se limit¨® a decir: "Sin comentarios".
La cifra supera los 20.000, seg¨²n el historiador Juli¨¢n Casanova
Aquel trabajo conclu¨ªa: "Dispersi¨®n de enterramientos por toda la geograf¨ªa de Espa?a, cuyo n¨²mero y ubicaci¨®n precisos a¨²n se desconocen. Inexistencia de un censo de personas desaparecidas". Y a?ad¨ªa: "El informe del doctor Lorente Acosta del Instituto de Medicina Legal de Granada se refiere a una cifra de entre 30.000 y 40.000 personas".
El informe global no est¨¢ hecho, pero se puede hacer. Y hay bastante trabajo adelantado. La Junta de Andaluc¨ªa, por ejemplo, ha financiado la elaboraci¨®n de un mapa de fosas en la comunidad, un esfuerzo de 675.000 euros para localizar a cerca de 10.000 v¨ªctimas en m¨¢s de 300 enterramientos. El mismo proyecto recopil¨® informaci¨®n sobre cerca de 75.000 represaliados. La Generalitat de Catalu?a calcula que hay m¨¢s de 9.000 personas enterradas en 157 fosas de la Guerra Civil y el franquismo.
La mayor¨ªa de las v¨ªctimas del bando nacional fueron exhumadas tras el conflicto, aunque, seg¨²n el historiador Juli¨¢n Casanova, "todav¨ªa podr¨ªan quedar familiares de muertos por el terror rojo que reclamen tambi¨¦n una investigaci¨®n".
"Estamos preparando un dossier con toda esta informaci¨®n para envi¨¢rselo a Garz¨®n. Queremos demostrar que no eran desapariciones aisladas sino un m¨¦todo sistematizado para eliminar al enemigo. Un delito de lesa humanidad", explic¨® el presidente de la Asociaci¨®n para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica, Emilio Silva. De momento, Garz¨®n tiene sobre su mesa denuncias de familiares de m¨¢s de 1.200 desaparecidos, la mayor¨ªa de Catalu?a.
Casanova estima que el censo de desaparecidos de la Guerra Civil y el Franquismo asciende a m¨¢s de 20.000 personas, casi todas asesinadas en el verano de 1936, "el a?o del terror caliente". No incluye en esa cifra a los fusilados tras Consejos de Guerra, de los que s¨ª hay registros.
El historiador entiende que "desaparecidos" son las decenas de miles de hombres y mujeres que fueron paseados hasta un monte para ser ejecutados y a los que salieron en una saca de la c¨¢rcel donde se encontraban presos. Coincide en esa interpretaci¨®n el historiador Santos Juli¨¢. "Los Consejos de Guerra fueron una farsa, pero supon¨ªan pasar un proceso y quedar registrado. La mayor¨ªa de los que sufrieron esa justicia al rev¨¦s en la que los rebeldes condenaban por rebeli¨®n a los leales al Gobierno de la Rep¨²blica, fueron enterrados en fosas comunes en los cementerios. En cuanto a los desaparecidos, no hay un registro global, pero se puede hacer con un equipo de investigadores que trabaje por zonas y de manera sistematizada. Se puede hacer y es hora de que esa informaci¨®n se organice, se clasifique, y se pueda consultar".
Para Casanova, la petici¨®n de Garz¨®n es el primer paso para "poner en marcha una especie de Comisi¨®n de la Verdad" al estilo de la que se hizo en Argentina, cuyo Gobierno, motivado por la petici¨®n de un fiscal, cre¨® comisiones de la memoria para elaborar un censo de los desaparecidos de la dictadura. Un trabajo que contin¨²a hoy y que recientemente trajo a Espa?a a un equipo de forenses para recoger muestras de ADN de familiares de v¨ªctimas y poder identificar cad¨¢veres exhumados de fosas comunes argentinas. Con una diferencia: "El proceso de b¨²squeda de verdugos en Espa?a se resolvi¨® en la Transici¨®n. Esto ser¨ªa una retribuci¨®n sentimental, para los familiares, la ¨²nica y ¨²ltima reparaci¨®n posible", a?ade el historiador.
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