Ba?o de multitud
A poco que salgas a la calle o pongas la tele, te encuentras de bruces con la multitud, sobre todo estos d¨ªas. Menos mal que se trata de una turbamulta jubilosa por los ¨¦xitos de la selecci¨®n o por las vibraciones del Rock in Rio de Arganda, capital universal del rock and roll durante dos fines de semana. Se aclama a Casillas, a Neil Young, al balompi¨¦, a la m¨²sica y a Col¨®n.
Todo parece indicar que don Crist¨®bal ser¨¢ desde ahora punto de encuentro para vitorear a la selecci¨®n espa?ola de f¨²tbol. Un poco m¨¢s all¨¢ est¨¢ Cibeles, y luego Neptuno. La zona m¨¢s noble de museos, bibliotecas y hoteles es tambi¨¦n espacio para las grandes alegr¨ªas relacionadas con el bal¨®n. F¨²tbol ilustrado, vamos.
Lo malo que tiene la multitud es que se deja infiltrar por personas que nada tienen que ver con el asunto, o porque son necias o porque van all¨ª a montar bronca o por otros motivos igualmente escabrosos. No se puede consentir que alegr¨ªas colectivas acaben como el rosario de la aurora por desatinos de zumbados y provocadores. La turba es muchedumbre de gente desordenada y confusa. Hay otras acepciones de esa palabra en el diccionario. Una: "Combustible f¨®sil formado de residuos vegetales, de color pardo oscuro, y que al arder produce humo denso". Otra: "Esti¨¦rcol mezclado con carb¨®n utilizado para combusti¨®n". Cierta turba estercolera s¨®lo vale para prender fuego. A por ellos.
Para descansar de la multitud asilvestrada, hoy por la ma?ana, en el parque del Retiro se congregan silenciosos practicantes de taichi, arte marcial chino que busca la armon¨ªa interna. Algunos van all¨ª de madrugada, desde Arganda, a hacer taichi para gozar m¨¢s de Neil Young. Hay gente para todo.
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