"En la Expo hay bastante cacharrer¨ªa"
El pr¨®ximo titular de la c¨¢tedra de Eero Saarinen, en Yale, que ocup¨® Zaha Hadid, Mangado (Estella, Navarra, 1957), pronto desvela por d¨®nde van los tiros. "Me gusta que Yale d¨¦ oportunidad a dos arquitectos tan opuestos: a Hadid, como exponente de la arquitectura espect¨¢culo y fr¨ªvola y a la m¨ªa, pr¨®xima a la investigaci¨®n". Desde su estudio en Pamplona se aplica ahora en el proyecto concurso del Tribunal de La Haya. Han sido seleccionados 20 y ¨¦l es el ¨²nico espa?ol. Entre sus obras, El Baluarte, en Pamplona, y el Estadio de Palencia.
Pregunta. En su carrera de fondo, ?se ha coronado con el Pabell¨®n de Espa?a?
Respuesta. Los edificios hay que juzgarlos con la perspectiva del tiempo. No creo que una pieza sea capaz de coronar a un arquitecto, como tampoco destruirle, y reivindico el derecho a equivocarse. Pero vivimos en una sociedad que valora lo inmediato, la presentaci¨®n de las cosas, por eso tiende a identificar una obra con un arquitecto.
"La crisis facilitar¨¢ que se recupere el valor ¨¦tico de la arquitectura"
P. ?Es una obra de madurez?
R. Tengo 50 a?os, ser¨ªa pretencioso decir eso. Es una obra importante en mi carrera, pero nada m¨¢s. Quiz¨¢s mis edificios ahora son m¨¢s s¨®lidos, es la evoluci¨®n natural de las cosas.
P. ?Qu¨¦ mensajes ha querido transmitir con ¨¦l?
R. Que la arquitectura, aun siendo modesta, puede ser tremendamente significativa. No hacen falta grandes escenograf¨ªas para que represente a un pa¨ªs. Los materiales m¨¢s modestos, como la terracota o el corcho, son capaces de transformarse en algo noble y dotarles de un valor a?adido, incluso econ¨®mico. Y quer¨ªa tambi¨¦n romper con la idea de la arquitectura medioambiental como un estilo. La arquitectura inteligente siempre se ha preocupado por el contexto. Estoy un poco harto del uso de paneles car¨ªsimos y ya la llamamos sostenible. El pabell¨®n ten¨ªa que escenificar el compromiso con la sociedad y ser coherente con el lema: el agua. Y en Zaragoza, con 45 grados, hay que buscar sombra. La gente dice que es el ¨²nico sitio donde se pueden aguantar las colas, pero es de caj¨®n, lo contrario es hacer un coche sin ruedas.
P. Pues se hacen bastantes.
R. Estoy harto de la arquitectura de nuevos ricos cuyo valor es la falta de ideolog¨ªa. La arquitectura de moda es est¨¦ril y habr¨ªa que recuperar su car¨¢cter de servicio. Pero es que la sociedad reclama muy poco, s¨®lo el aspecto productivo de la arquitectura. Y encima con un sector constructivo que es el menos profesional. S¨®lo reclama espect¨¢culo y responder con ¨¦l es servilismo.
P. El prestigioso cr¨ªtico William J. R. Curtis, que ha ponderado muy pocos edificios de la Expo, destaca la sobriedad del suyo entre tanta estridencia.
R. En una feria donde hay una tendencia natural a la pelea de gallos, la mejor respuesta era la tranquilidad. En un edificio que va a tener cuatro millones de visitas, el hecho arquitect¨®nico m¨¢s importante es la circulaci¨®n de la gente, c¨®mo se entra y c¨®mo se recorre. En arquitectura son necesarias dos cosas: inteligencia para descubrir los problemas y sensibilidad para resolverlos.
P. ?C¨®mo valora la Expo?
R. La mejora de las infraestructuras y del espacio p¨²blico han prevalecido. En eso, sobresaliente. Significa que la pos-Expo va a ser f¨¢cil y ¨²til para Zaragoza. Pero, desde el punto de vista arquitect¨®nico, hay pocos edificios interesantes.
P. ?Cu¨¢les?
R. La Torre del Agua [de Enrique de Teresa y Julio Mart¨ªnez Calz¨®n], el Palacio de Congresos [de Nieto y Soberano] y el pabell¨®n-puente que, dentro de que la arquitectura de Hadid no me gusta, es su obra m¨¢s interesante.
P. ?Y el resto de edificios?
R. Es parafernalia, cacharrer¨ªa, no resuelve problemas, los crea. En arquitectura la imaginaci¨®n es peligrosa, cuanta menos mejor.
P. ?Y qu¨¦ opina de la proliferaci¨®n de arquitecturas y arquitectos estrella?
R. Asistimos a barbaridades que son inadmisibles. Es producto de la sociedad actual de consumo desmesurado. Las arquitecturas estrella han servido para justificar otros proyectos. Algunos de estos arquitectos ten¨ªan una actitud de re¨ªrse, como de venir a terreno conquistado. Se critic¨® a Mitterrand por fara¨®nico, ?y qu¨¦ es la Ciudad de la Justicia en Madrid? ?Alguien ha investigado lo que tendr¨ªa que costar y lo que va a costar?
P. ?Cu¨¢l ha sido el papel de los poderes p¨²blicos?
R. Todo esto ha sido adobado con una actitud pol¨ªtica que interesa presentar as¨ª los edificios para que parezca que estamos en una sociedad avanzada. Pero es una arquitectura carente de ¨¦tica. ?C¨®mo es posible que estemos discutiendo sobre las curvas de un pabell¨®n-puente que cuesta una fortuna y es un desprop¨®sito y en muchos pa¨ªses se viva en condiciones infrahumanas? No pretendo ser una ONG, pero habr¨ªa que recuperar el valor ¨¦tico de la arquitectura. En este sentido, la crisis va a ser estupenda, la visi¨®n materialista no va a ser lo m¨¢s importante y se van a recuperar las ideas y las maneras. Me da pena que los estudiantes de arquitectura no sepan dibujar un plano, que no se ocupen del interior de las viviendas, de procurar la mejor iluminaci¨®n, las mejores vistas. Olvidan que arquitectura es hacer que la gente viva mejor. S¨®lo incorporan im¨¢genes de ordenador, as¨ª que la arquitectura de hoy la podr¨ªa hacer un buen dise?ador gr¨¢fico.
P. ?Y qu¨¦ ha pasado para llegar a esta crisis inmobiliaria?
R. Cre¨ªmos que porque nuestra casa val¨ªa 200 millones ¨¦ramos ricos. Y se debe a un mercado que ha sido ocupado por advenedizos cuyo inter¨¦s no era crear un tejido productivo, sino ganar dinero r¨¢pido. No ha habido intenci¨®n de hacer las cosas bien, el 99% de los promotores ha hecho basura y destrozado el territorio. Y ahora quieren que los dem¨¢s les paguemos la crisis. Mi padre dec¨ªa: siete a?os de vacas gordas para siete a?os de vacas flacas. Si hubiera gastado todo, todos mis empleados se ir¨ªan a la calle. Y esto no tiene que ver con la arquitectura.
P. ?Se puede tener acceso a una buena casa sin tener que pagar 600.000 euros?
R. No es una cuesti¨®n de dinero. Dir¨ªa que hay una mayor proporci¨®n de casas lujos¨ªsimas donde yo no podr¨ªa vivir.
P. ?Nos han enga?ado?
R. En grandes dosis. Pero soy optimista. En Espa?a contamos con arquitectos extraordinarios, que en el resto de pa¨ªses est¨¢n considerados entre los mejores del mundo y aqu¨ª se les ha ninguneado y hemos sido tan papanatas de aplaudir arquitecturas for¨¢neas carentes de valor. Pero hay cierto hartazgo y se est¨¢ produciendo una reacci¨®n hacia una arquitectura responsable y sensata.
P. Ha creado una fundaci¨®n con 20 patronos entre los que se encuentran escritores, soci¨®logos... Nombres como Carlos Solchaga, Javier Rioyo o Jos¨¦ Mar¨ªa Hidalgo. ?Qu¨¦ persigue?
R. La arquitectura es una profesi¨®n muy endog¨¢mica y queremos acercarla a la sociedad para que sepa reclamar, que se produzca un di¨¢logo rico y que nos adelantemos a problemas futuros. Por eso hay gente de distintas disciplinas, porque todo el mundo tiene algo que decir.
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