Espa?a, campeona
Tras la final de Viena se entierra definitivamente la casposa denominaci¨®n de furia espa?ola y nace la Espa?a del talento.
Pasaron ya los tiempos de seleccionadores sometidos a la presi¨®n medi¨¢tica, jugadores seleccionados por cuota de equipo, a?os de una selecci¨®n sin personalidad, donde la bravura y la furia eran modelos de un rancio patriotismo.
De la mano de un valiente Luis Aragon¨¦s, tenemos una nueva selecci¨®n, un grupo de muchachos con mucha clase, esp¨ªritu de equipo, donde todos los jugadores son iguales, un grupo de amigos.
Un triunfo de la independencia de la democracia, del pluralismo y, sobre todo, del talento.
Enhorabuena a la selecci¨®n.- Carlos de Erausquin. Madrid.
Gracias, Luis. ?ramos pocos los que cre¨ªmos en ti cuando cogiste la selecci¨®n. Has hecho muy bien tu trabajo. Gracias por hacer o¨ªdos sordos a tantas cr¨ªticas, a tantos comentarios.
Te apoyo tambi¨¦n en tu marcha porque te vas en lo m¨¢s alto, sin aferrarte al "sill¨®n", como hacen tantos. Te vas como un se?or, como lo que eres. Suerte en tu pr¨®ximo proyecto.
Gracias por hacer que se cumplan nuestros sue?os. Gracias por hacer que aparquemos por momentos la crisis -porque s¨ª estamos en crisis-. Gracias por unir un equipo humano y profesional, por unirnos.
Gracias por elegir a los que t¨² cre¨ªste que pod¨ªan ganar la Eurocopa 2008 porque lo han hecho. Gracias.- Roc¨ªo Postigo. Madrid.
El d¨ªa en que a Arconada se le col¨® por debajo el bal¨®n lanzado por Platini, en la final de la Eurocopa del 84, tambi¨¦n era domingo. Yo ten¨ªa ocho a?os y mi padre me hab¨ªa comprado con mucho esfuerzo la camiseta del portero de la selecci¨®n absoluta: la camiseta de Luis Arconada. Durante aquel fin de semana, mi padre me fue fabulando una victoria que nunca se produjo: que ten¨ªamos un equipazo y que el portero era un seguro de vida. Aquella noche fat¨ªdica mi padre se acost¨® pronto sin casi mirarme y empez¨®, para m¨ª, para mi generaci¨®n, la memoria del fracaso.
El f¨²tbol, con el tiempo, te das cuenta de que es un negocio, una mercader¨ªa, que el dinero lo ha pervertido desde el momento en que se habla de mercado de jugadores, de fichajes, de cl¨¢usulas y etc¨¦tera. Pero el f¨²tbol conecta tambi¨¦n con lo colectivo, tiene una dimensi¨®n social que no consigue tener nada, ni siquiera la pol¨ªtica, ni siquiera las ideolog¨ªas aglutinantes. El f¨²tbol combina atletismo, sentimiento, pol¨ªtica y est¨¦tica. Es necesario verlo con distancia, pero es claudicante darle la espalda.
Ahora la "absoluta", que ha larvado en mi generaci¨®n la memoria del fracaso, emprende la esperanza del futuro para dar m¨¢s triunfos como ¨¦ste, que te mete en la cama con la media sonrisa del vencedor y el reconfortante recuerdo de la memoria herida.- Jos¨¦ Aurelio Mart¨ªn Rodr¨ªguez. C¨¢diz
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