La gran bacanal de las marcas
Bread & Butter llena Barcelona con una sobredosis de moda urbana
Eva es actriz, tiene 32 a?os, est¨¢ embarazada y ayer asisti¨® por primera vez al sal¨®n Bread & Butter Barcelona (BBB) para visitar a un amigo, que trabaja para la firma Indian Coast. Pese al sofocante calor, un vestido de algod¨®n estampado pareci¨® una buena idea: "Es muy c¨®modo, aunque no sea premam¨¢". Los bordes casi rozaban el suelo. No fue la ¨²nica. Muchas de las visitantes femeninas del sal¨®n de referencia en moda urbana lucieron atuendos similares. Largos hasta los pies, a pesar de los rigores del verano. A juzgar por lo visto en la primera jornada de la feria, que se clausura ma?ana, ¨¦sta es una temporada de largos contrastados. Porque el debut de la nueva edici¨®n del BBB fue tambi¨¦n un continuo desfile de faldas y shorts muy por encima de la rodilla de las chicas, y una cumplida colecci¨®n de bermudas, con especial querencia por las de inspiraci¨®n militar, para los chicos.
Todo en la feria es un hipn¨®tico reclamo para los sentidos
"Se nota la crisis que atraviesa toda Europa", sentenci¨® una asistente
Entre los expositores de las firmas presentes en el sal¨®n se pod¨ªa ver que los largos no tendr¨¢n demasiado espacio en la moda que viene (con la excepci¨®n del vaquero, la prenda estrella). Las colecciones femeninas apenas les reservan un hueco, concentradas en los pantalones de escasa tela, las minifaldas y los camiseros blancos. Los tonos son variopintos, pero hay una gama que sobresale, la de la familia de los malvas y lilas. Para ellos, la paleta crom¨¢tica va de la sobriedad del blanco y negro que predomina entre las propuestas de K, de Karl Lagerfeld. La osad¨ªa de los tonos butano y verde fosforito se circunscribe, de nuevo, al patronaje escueto de los shorts y bermudas como las de Scotch & Soda.
El color de estas ¨²ltimas propuestas puede considerarse casi un faro gu¨ªa para que la ropa destaque un poco entre la compleja parafernalia que la rodea. Las firmas, en especial las del sector dedicado a los tejanos, rivalizan en la originalidad de sus expositores. Y la competencia es dura. Ba?eras de fundici¨®n antiguas, carpas que evocan las tiendas del desierto, enormes maceteros con flores, saltos de agua (uno de ellos con filtraciones que empapaban la entrada a uno de los pabellones), infinitas hileras de espejos en marcos de pan de oro, son algunas de las vistosas decoraciones. Un marketing mimado, confirmaci¨®n de que el envoltorio es tan o m¨¢s importante que el propio producto.
Todo en la feria es un hipn¨®tico reclamo para los sentidos. Los bolsos y bandoleras brillan en dorados, plateados y colores vivos; tambi¨¦n los hay m¨¢s austeros, en negro, pero ¨¦stos compensan su seriedad con enormes hebillas incompatibles con el detector de metales m¨¢s permisivo. El recorrido puede acabar en una gran "borrachera de marcas", como la defin¨ªa ayer el gijonense Isaac Gallo, comercial de la marca Loreak Mendian, quien asiste al Bread & Butter desde las primeras ediciones en Berl¨ªn. "Al final no sabes ni qu¨¦ has visto, seguro que hay otra manera de presentar la moda".
Aunque ayer por la ma?ana el recorrido era menos agobiante que otros d¨ªas. "Se nota la crisis que atraviesa toda Europa", sentenciaba la romana Ver¨®nica, que asiste a la feria como vendedora y teme irse a casa con un pobre saldo en negocio y contactos. A su juicio, el descenso en el n¨²mero de expositores tiene m¨¢s que ver con la coyuntura econ¨®mica que con una estrategia de la organizaci¨®n. Por la tarde, la afluencia se anim¨® considerablemente. En cualquier caso, a¨²n ser¨¢ necesario esperar unos d¨ªas para saber si el balance del BBB tiende esta temporada al corto o al largo.
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