Ingrid Betancourt: "Mi libertad es un milagro"
La ex candidata recuper¨® su salud gracias a la ayuda de un cabo tambi¨¦n secuestrado - "Tuve experiencias muy dolorosas. No quiero volver a hablar de eso", afirma
Ingrid y sus hijos, M¨¦lanie y Lorenzo, se fundieron en un abrazo, apretado, ba?ado en l¨¢grimas. Ocurri¨® a las 8.30 de la ma?ana de ayer en la escalinata del avi¨®n franc¨¦s que trajo a los dos j¨®venes, su padre y la hermana de la liberada a Colombia. Permanecieron as¨ª, anudados unos minutos y entraron en el avi¨®n. Necesitaban intimidad para este reencuentro esperado durante m¨¢s de seis a?os. "Fue una org¨ªa de besos", resumi¨® Ingrid Betancourt tras bajar del avi¨®n, todos cogidos de la mano. "Ellos son mi raz¨®n de vivir, mi vida, mis estrellas... Por ellos segu¨ª con ganas de salir de la selva; imagino que el para¨ªso debe ser parecido a lo que estoy sintiendo", dijo.
"D¨¢bamos cigarrillos a los guerrilleros a cambio de medicamentos"
Fue, sin duda, el acto m¨¢s emotivo en las primeras horas de libertad de esta mujer que ha demostrado su talante pol¨ªtico, de l¨ªder. Desde el primer minuto dise?¨® un plan para lograr la liberaci¨®n de todos los secuestrados. Y sigui¨® intent¨¢ndolo al menos en cuatro ocasiones.
Otro momento emotivo que se produjo ayer, aunque doloroso, fue la visita al lugar en el que reposan las cenizas de su padre, que muri¨® durante su secuestro.
"Ingrid est¨¢ resplandeciente de luz", dijo su hermana Astrid. "Ha adquirido una dimensi¨®n espiritual", dijo. Ingrid no paraba de repetir que su libertad "es un milagro" y agradeci¨® a Dios el volver a estar con su familia. Tal vez por eso ahora se la ve tan alejada de la imagen demacrada y casi derrotada que la ex candidata a la presidencia de Colombia mostr¨® en la fotograf¨ªa difundida a finales del a?o pasado.
En sus primeras palabras, al bajarse en Bogot¨¢ del avi¨®n que la trajo a la vida el mi¨¦rcoles, hubo un reconocimiento especial y sentido para el cabo William P¨¦rez, secuestrado desde marzo de 1998: "Por ¨¦l estoy aqu¨ª", dijo abraz¨¢ndolo. "Fue mi enfermero, me cuid¨® y atendi¨® con esfuerzo y dedicaci¨®n cuando estuve muy mal de salud; me dio a comer cucharada por cucharada, me puso suero". Tambi¨¦n cont¨® que, efectivamente, hace cerca de un a?o estuvo muy grave, a punto de morir. Y habl¨® del suicidio: "Es una posibilidad que siempre est¨¢ ah¨ª".
Para esta mujer que perdi¨® seis a?os en la selva, uno de los hechos m¨¢s siniestros del secuestro es el "negocio s¨®rdido con los medicamentos". "Les ten¨ªamos que dar cigarrillos, a los guerrilleros, o trabajar, para que nos entregaran medicamentos". De la dificultad del d¨ªa a d¨ªa habl¨® tambi¨¦n ayer en una entrevista con varias emisoras de Uni¨®n Radio, incluida la Cadena SER. ?ste es un extracto:
-?Qu¨¦ fue lo peor del secuestro?
-Todo el secuestro es lo peor. La separaci¨®n de las personas que uno ama... Ver hasta d¨®nde puede llegar la naturaleza humana... Yo nunca trat¨¦ a mi perrita como me trataron a m¨ª.
-?Volver¨¢ a la pol¨ªtica?
-No he tomado ninguna decisi¨®n. Lo que quiero es que sea una decisi¨®n de toda la familia.
-?Trataron de violentarla?
-Ay... Tuve momentos dif¨ªciles. Tuve experiencias muy dolorosas. Pero, cuando sub¨ª al helic¨®ptero, mir¨¦ por la ventanilla y le jur¨¦ a Dios que todas esas cosas se quedaban all¨¢. No quiero volver a hablar de eso.
Cuando baj¨® del avi¨®n que tra¨ªa a los liberados de la selva, un periodista le pregunt¨® si se hab¨ªa arrepentido de haber hecho el viaje que la llev¨® al secuestro. Ingrid cay¨® en la trampa del secuestro cuando visit¨® la zona donde se hizo el ¨²ltimo intento de paz con las FARC, pese a las advertencias para que no viajara all¨ª. "Me sent¨ªa muy culpable de haber tomado una decisi¨®n que llev¨® a tanto sufrimiento a mis amigos", dijo el mi¨¦rcoles.
Su familia se opon¨ªa a cualquier intento de rescate. "Pero el de ayer [por el mi¨¦rcoles] fue un operativo de inteligencia... diferente, se hizo de manera perfecta", dijo M¨¦lanie, su hija. Ingrid, desde su cautiverio, lo ve¨ªa diferente: "En la selva est¨¢ uno en permanente riesgo de encontrarse con la muerte; por eso el rescate era una posibilidad que acept¨¢bamos".
Anoche, en el mismo avi¨®n que llegaron sus hijos, Ingrid viaj¨® a Francia. No durmi¨® durante las pocas horas que permaneci¨® en Bogot¨¢. El mi¨¦rcoles, en el programa La Noche, se encontr¨® con su amiga y compa?era de cautiverio Clara Rojas. Se abrazaron, rieron y hablaron de Emmanuel, el hijo que Clara tuvo con un guerrillero mientras estaba secuestrada.
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