Disfrutar sufriendo
Ya est¨¢n all¨ª, en Brest esta vez, en el Finisterre franc¨¦s y el espect¨¢culo est¨¢ por fin a punto de comenzar. S¨ª, ellos ya est¨¢n all¨ª y ma?ana empiezan, y mientras yo, una vez m¨¢s, me he quedado en casa. Un a?o m¨¢s sin Tour, y ya se est¨¢ borrando de mi memoria el ¨²ltimo que corr¨ª... Aunque lo que m¨¢s me escuece no es el pasado, sino la incertidumbre del futuro: ?volver¨¢n a verme por all¨ª? Espero que s¨ª.
Este a?o me he vuelto a quedar a las puertas de correrlo, pero no puedo decir que el proceso de selecci¨®n haya sido injusto conmigo. En mi equipo -yo incluido- todos creen en Menchov y en que est¨¢ ante su gran oportunidad de ganar un Tour. Han llevado por tanto a lo mejor que hab¨ªa en este momento para lograr este objetivo. Otros -por ejemplo, ganar etapas con Freire-, no dejan de ser secundarios, a pesar de que tambi¨¦n son golosos y a nadie le amarga un dulce. Lo que se ve es lo que hay, y lo que hay es lo que se ve. Punto. Y el resto, los que no hemos hecho muchos m¨¦ritos, pues a correr otras carreras, que el mundo no termina en Francia.
As¨ª que tambi¨¦n me pasar¨¦ yo toda la pr¨®xima semana pedaleando, aunque no en solidaridad con mis compa?eros, sino compitiendo en la Vuelta a Austria con el resto de descartados del Tour. Pero con un ojo y algo m¨¢s -el coraz¨®n por ejemplo- en el Tour.
No obstante, ahora mismo y a pesar de la distancia y de lo fr¨ªo que resulta escribir del Tour desde casa -?ser¨¢ cierto que est¨¢n all¨ª y que ma?ana empiezan?-, ya me estoy excitando s¨®lo de pensar en lo que les espera estos primeros d¨ªas.
No hay pr¨®logo y no hay bonificaciones, dos peque?os cambios que no alterar¨¢n el resultado final, pero que dar¨¢n mucho juego a estos tres primeros d¨ªas. Ya el cuarto, con la contrarreloj de Cholet, empezar¨¢ a poner a cada uno en su sitio.
Y mejor que hablar de lo que no hay, ser¨ªa hacerlo de lo que hay. Es decir, de ese repecho traicionero en la llegada de Plumelec del primer d¨ªa, y del mucho, mucho, y si puede ser a¨²n m¨¢s, much¨ªsimo riesgo que van a vivir estos d¨ªas. Siempre lo ha habido en el Tour y siempre lo habr¨¢, pero el hecho de que el ganador del primer sprint se vista de amarillo es una oportunidad ¨²nica para muchos, y todos querr¨¢n estar ah¨ª; ellos, los que de verdad pueden ganar, sus equipos al completo para la ocasi¨®n, y otros muchos que viendo el final traicionero se vean con cierta inspiraci¨®n. Y todos, es de perogrullo, todos no entran. Y al d¨ªa siguiente lo mismo, pues ser¨¢ el puest¨®metro el que decida al l¨ªder. Y al siguiente lo mismo. Menuda locura. Por eso que -este a?o m¨¢s que otros- no ser¨ªa extra?o que las ca¨ªdas de estos d¨ªas acaben mandando para casa a alguno de los favoritos. Espero equivocarme, pero as¨ª es como lo veo.
En cierta medida, y muy a mi pesar, de buena me he librado, porque no saben lo que se sufre al pensar cuando ves una gran montonera, que ah¨ª, en todo el medio, pod¨ªas estar t¨². As¨ª que ma?ana comenzar¨¦ a disfrutar del show sufriendo, pero con la certidumbre de que no, de que esta vez no soy yo uno de los que est¨¢ por ah¨ª por los suelos.
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