Cuernos, adi¨®s
Urge un manifiesto en defensa del sentido com¨²n. Adem¨¢s de la Constituci¨®n, hay un punto de partida en el que todos estamos de acuerdo. La gran revoluci¨®n futbol¨ªstica que llev¨® a Espa?a al triunfo en la Eurocopa consisti¨® en la sustituci¨®n de la furia por el talento. El centro de gravedad pas¨® de la cornamenta a las ideas. Y las ideas llegaron a los pies. Se pasaba el bal¨®n con estilo, colgado de un hilo. Es parad¨®jico que fuera del campo se est¨¦ recorriendo un camino a la inversa. Y es dram¨¢tico que ese retroceso tenga por escenario principal la cultura, o un extra?o coso dibujado con c¨ªrculos conc¨¦ntricos culturales y pol¨ªticos, envueltos a su vez por los polos medi¨¢ticos conservadores. Ah¨ª, en materia tan delicada como son las lenguas, justamente ah¨ª, se estimula la furia frente al talento y la inteligencia cede ante la embestida. Hab¨ªamos visto al t¨¦cnico Luis Aragon¨¦s dirigir la selecci¨®n con una inteligencia integradora. En caliente, le empujan a enzarzarse ante una presunta ofensiva contra el castellano o espa?ol. Si hace falta, se defender¨¢ "a capa y espada". Pero ?qui¨¦nes atacan? ?Los nacionalistas "perif¨¦ricos"? ?Todos a una? Nacionalistas o no, hay millones de espa?oles que son biling¨¹es o pluriling¨¹es. ?Qu¨¦ inter¨¦s pueden tener esos padres valencianos, catalanes, gallegos, baleares o vascos en que sus hijos, y los hijos de los hijos, no aprendan castellano, el mejor castellano? Me temo que el manifiesto (de la lengua com¨²n) est¨¢ siendo utilizado como una versi¨®n castiza de Los protocolos de los sabios de Si¨®n. Se publican en serio medias verdades y caricaturas de gentes cerriles que abandonan sus platos t¨ªpicos para comerse al santo Ni?o de la Guardia. Los agravios ling¨¹¨ªsticos, en uno u otro sentido, pueden convertirse en una dolencia totalizadora. Como Virginia Woolf, pensar que no tienes piel, skinless, sentir que todo te lastima. Digamos, como en el f¨²tbol, un adi¨®s a los cuernos.
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