Historias estivales

- Barcelona informa. Nota del Ayuntamiento de Barcelona tras el triunfo de la selecci¨®n espa?ola: "La celebraci¨®n se produjo sin incidentes". Y sigue: "Durante las celebraciones se han producido incidentes espor¨¢dicos como destrozos en el mobiliario urbano, sem¨¢foros, afectaciones a algunos autobuses". Anteayer trascendi¨® -sin la aquiescencia municipal- que el jefe de la Guardia Urbana, Xavier Vilar¨®, se encuentra hospitalizado y le han extra¨ªdo el bazo a consecuencia de un golpe de pelota de goma lanzada por los Mossos para disolver a los alborotadores. El Ayuntamiento a¨²n no ha informado de ello. ?Barcelona informa? S¨ª, de lo que quiere y a mayor gloria de sus gobernantes y de lo pol¨ªticamente correcto.

- Reloj, no marques las horas. Presentaci¨®n de una de las instalaciones que acoger¨¢ la plaza de Las Arenas de Barcelona. Hora: 12.00. Los invitados acuden con relativa puntualidad. A las 13.30 se presenta el m¨¢s rezagado: el presidente del Bar?a, Joan Laporta. Va para pol¨ªtico, no hay duda. De momento, ya es impuntual.

- Palabra en el viento. La locomotora de Ferrocarrils con la que choc¨® un cami¨®n cerca del puerto (ninguna culpa de la empresa ferroviaria) no funcionaba oficialmente. Lo relata el acta del 13 de diciembre de una reuni¨®n entre direcci¨®n y comit¨¦ de empresa. "La RT [representaci¨®n de los trabajadores] solicita que estas locomotoras se adapten a las medidas siguientes: climatizaci¨®n, insonorizaci¨®n, mejoras de visibilidad, cortinas parasol y realizar la evaluaci¨®n de riesgos". La RDE [representaci¨®n de la direcci¨®n de la empresa] responde: "se est¨¢n modificando [las locomotoras] y de momento a¨²n no se dar¨¢ servicio con ellas". Pues circular, circulan. La empresa sostiene que el comit¨¦ fue avisado.

- Agua va. Un caluroso domingo en la Rambla de Catalunya con Consell de Cent. Un tipo abre la ventana y arroja un cubo lleno de agua sucia. Cae junto a una mujer a la que no ducha de milagro. Dos ciudadanos asisten at¨®nitos a la escena. En ese instante para un coche de la Guardia Urbana. Los ciudadanos le explican el caso. El guardia escucha con cara de aburrimiento. Los espectadores se ofrecen como testigo. Nada. Tiene mucho m¨¢s que hacer. Cobran del mismo Ayuntamiento que presume de una ordenanza c¨ªvica y ahora tambi¨¦n oculta informaci¨®n.