En econom¨ªa no hay milagros
Espa?a es m¨¢s vulnerable porque su crecimiento se bas¨® en burbujas - La era del cr¨¦dito barato no se acompa?¨® de un cambio estructural
Espa?a despierta bruscamente de su fant¨¢stico sue?o de 14 a?os de crecimiento ininterrumpido, sacudida por una endiablada combinaci¨®n de elementos adversos que ponen en jaque los fundamentos de su desarrollo econ¨®mico. "No hay milagro espa?ol", afirma Juan Delgado, analista de la Fundaci¨®n Europea Bruegel, y s¨ª grandes burbujas: la inmobiliaria y la crediticia, que ahora explotan al un¨ªsono con la crisis de los mercados internacionales y la escalada de los precios del petr¨®leo y las materias primas. "Hemos gastado por encima de nuestras posibilidades, sin abordar las reformas estructurales necesarias. Tenemos una dependencia excesiva de la construcci¨®n y nos faltan empresas competitivas", resume el economista.
"Tras el despilfarro y la ficci¨®n, s¨®lo nos queda rezar", dice un economista
La deuda exterior espa?ola, de dos billones de euros, duplica el PIB
Obviar la necesidad de conectar industria y educaci¨®n es un importante error
Fidalgo: ?Alguien cree que los trabajadores hemos colaborado poco?
Alemania, con los sueldos m¨¢s altos de Europa, ha hecho sus deberes
"La flexibilidad laboral es un t¨®pico que ha generado malas pr¨¢cticas"
A la octava potencial mundial hay que mirarle las entretelas -est¨¢ situada m¨¢s all¨¢ del puesto 33 en las listas de competitividad, tiene un d¨¦ficit comercial anual del 10% de su PIB y acumula una deuda exterior bruta de dos billones de euros (dos veces el PIB nacional), adem¨¢s de una inflaci¨®n que supera en un punto por a?o la de la zona euro- para comprender por qu¨¦ est¨¢ siendo mucho m¨¢s vulnerable que el resto de las econom¨ªas de su entorno.
Mientras los damnificados actuales y potenciales se tientan la ropa, viendo multiplicarse el precio de sus hipotecas y desvanecerse tantos proyectos, los economistas certifican que durante los a?os de vino y rosas Espa?a no ha resuelto la ecuaci¨®n vital que le garantice el mantenimiento de su actual nivel de vida en la econom¨ªa global. Y la gran inc¨®gnita del momento es c¨®mo y con qu¨¦ vamos a suplir esos cuatro puntos del PIB que puede acarrear la ca¨ªda de la construcci¨®n, si desde el nacimiento del euro nuestro pa¨ªs ha perdido un 10% de competitividad respecto a los socios comunitarios.
Como el turismo dif¨ªcilmente podr¨¢ dar de s¨ª mucho m¨¢s, y recuperar de la noche a la ma?ana la competitividad perdida es pura ilusi¨®n, el fantasma de la crisis portuguesa -seis a?os de crecimiento raqu¨ªtico al borde de la recesi¨®n- ha empezado a asomarse entre las variantes posibles de la crisis.
El ¨¦nfasis de los expertos en el recordatorio de que hay que modificar, equilibrar, el modelo de crecimiento (menos ladrillo, m¨¢s industria competitiva y exportaci¨®n, m¨¢s tecnolog¨ªa, m¨¢s I+D propio, m¨¢s y mejor formaci¨®n profesional) est¨¢ acompa?ado del reproche por las pol¨ªticas de los ¨²ltimos ocho a?os. "No es que el ¨²ltimo Gobierno del PP y ¨¦ste del PSOE nos hayan enga?ado; es que ellos mismos estaban equivocados. Cometieron el error intelectual de no interpretar correctamente el significado del euro", sostiene Jos¨¦ Luis Feito, presidente de la Comisi¨®n de Econom¨ªa de la patronal CEOE. "No comprendieron que el crecimiento espa?ol era resultado del bajo inter¨¦s de los cr¨¦ditos derivado de nuestra entrada en el euro y abrieron alegremente los portones del alto consumo y un crecimiento tan elevado como insostenible en el tiempo".
Jos¨¦ Luis Feito cree que los Gobiernos debieron atar en corto esa din¨¢mica, con una pol¨ªtica fiscal rigurosa que asegurara un crecimiento menor pero m¨¢s sostenible. "Es como cuando se descubre un pozo de petr¨®leo", comenta, "puedes gastarte alegremente las rentas o guardarlas para cuando se acabe. Aqu¨ª hemos vivido en el despilfarro y la ficci¨®n y ahora s¨®lo podemos rezar para que las cosas no vayan todo lo mal que pueden ir". Su diagn¨®stico de que "estamos ante una crisis profunda que no ha hecho m¨¢s que empezar" se sustenta en tres factores que, a su juicio, explican que el impacto en nuestro pa¨ªs sea muy superior al de Alemania, Francia o Portugal.
"Tenemos el mayor nivel de endeudamiento familiar y empresarial del mundo a tipos de inter¨¦s variables, la econom¨ªa en la que m¨¢s pesan los activos inmobiliarios -muy sensible, por tanto, a la ca¨ªda del precio de las viviendas, que a su vez lastra la capacidad de solicitar cr¨¦ditos hipotecarios- y somos el pa¨ªs m¨¢s dependiente en energ¨ªa importadora en relaci¨®n con el PIB".
Nadie duda de que la colaboraci¨®n sindical es indispensable para salir del atolladero, pero estas invocaciones encuentran ahora a la defensiva al secretario general de CC OO, Jos¨¦ Mar¨ªa Fidalgo. "?Hay alguien que crea que los trabajadores hemos colaborado poco? ?Para qu¨¦ ha servido que nos desga?it¨¢ramos contra el patr¨®n de crecimiento, los bajos salarios, los empleos precarios poco competitivos y de baja calidad? Que no se les ocurra tocarnos los fondos de reserva de la Seguridad Social, ni los del desempleo, que no aprovechen para que la factura la paguen los de siempre", indica.
Ser¨¢ dif¨ªcil. Con moderaci¨®n salarial o sin ella, la crisis apretar¨¢, sobre todo, a las familias m¨¢s humildes y a esa generaci¨®n joven, alegremente endeudada, que lleg¨® a creer que el crecimiento continuo estaba en la naturaleza misma del discurrir de la vida econ¨®mica. El dirigente de CC OO comparte las cr¨ªticas a las pol¨ªticas fiscales de los ¨²ltimos Ejecutivos. Dice que la vivienda estar¨ªa m¨¢s barata si en lugar de bonificar su compra se hubiera bonificado el alquiler. "Estaba cantado lo que iba a pasar y, sin embargo, esto parec¨ªa la Arcadia. No se pod¨ªa hablar de los problemas del agua y de la energ¨ªa, porque plantear el trasvase o lo nuclear eran tab¨², cosas de la derecha. Por lo visto, en Espa?a se puede tener gasolina y electricidad baratas y adem¨¢s cumplir con Kioto", ironiza. "El Gobierno hizo todo lo posible para ganar las elecciones, aunque, a veces, lo que es bueno para el coraz¨®n, es malo para el h¨ªgado", apunta, en lo que parece una velada alusi¨®n a medidas como el cheque-beb¨¦ o el reembolso de los 400 euros. "La realidad tiene muy mala leche, sobre todo cuando se desprecian sus s¨ªntomas", dice Fidalgo.
Pese a que los economistas son m¨¢s duchos en explicar las crisis pasadas que en predecir las venideras, no puede decirse que nuestro pa¨ªs no estuviera avisado, por m¨¢s que la crisis de las subprime americanas -pr¨¦stamos bancarios a clientes de solvencia precaria- haya arrumbado la proyectada suave desaceleraci¨®n inmobiliaria. La propia Direcci¨®n General Econ¨®mica de la Comisi¨®n Europea que dirige Joaqu¨ªn Almunia advirti¨® expresamente, hace ya tiempo, de los riesgos espec¨ªficos espa?oles. Pero como retirar el cava en medio de la fiesta resulta poco recomendable, sobre todo a la hora electoral de hacer amigos, pocos Gobiernos llegan a adoptar este tipo de decisiones.
"Las legislaturas duran cuatro a?os y no hay Ejecutivo capaz de frenar la din¨¢mica de gasto en ¨¦poca de vacas gordas", constata Juan Delgado. "De ah¨ª, que nuestra fundaci¨®n proponga un control supranacional europeo que inste formalmente a los Estados a adoptar medidas".
Frente a los analistas que opon¨ªan el dinamismo espa?ol a la esclerotizada maquinaria alemana, resulta que nuestros vecinos centroeuropeos est¨¢n capeando el temporal mucho mejor y no puede decirse que su competitividad -actualmente, es el mayor exportador del mundo- descanse en los salarios de sus trabajadores, los m¨¢s elevados del continente. Alemania ha hecho sus deberes a tiempo, exporta m¨¢s de lo que importa, produce mucho m¨¢s de lo que consume y adem¨¢s, invierte, ahorra y hasta presta dinero. "Tienen buenos sueldos, pero es que sus puestos de trabajo generan mucho m¨¢s valor a?adido. Llevan d¨¦cadas trabajando en la alta tecnolog¨ªa con grandes empresas que arrastran a otras muchas, mientras que aqu¨ª la alta tecnolog¨ªa es una aventura", apunta el director del Instituto Vasco de Competitividad, Alejandro Ruelas-Gossi.
Es ahora, en la crisis, cuando mejor queda en suspenso aquella aseveraci¨®n de que "la mejor pol¨ªtica industrial es la que no existe". Mientras el paro aumenta d¨ªa a d¨ªa en la construcci¨®n y en los servicios asociados a ese sector, la industria del Pa¨ªs Vasco busca y no halla trabajadores con una adecuada formaci¨®n profesional. Obviar la necesidad de conectar la educaci¨®n y la formaci¨®n a la actividad industrial y tecnol¨®gica y entregarse a la cultura empresarial del pelotazo y el cortoplacismo -los beneficios de la industria son m¨¢s contenidos e implican la reinversi¨®n- produce a la larga las distorsiones que estamos viviendo. "Para entrar en el G-8 hay que ser una potencia industrial y poseer bases tecnol¨®gicas y empresariales m¨¢s cualificadas y consistentes", apostilla Emiliano L¨®pez Atxurra, abogado y consejero de Gas Natural y de Petronor. Ninguna universidad hispana figura en la lista de las 100 mejores.
Con todo, puede que la baja competitividad espa?ola sea m¨¢s un problema de cantidad y envergadura que de calidad. Seg¨²n Jos¨¦ Ram¨®n Goikoetxea, vicepresidente del ¨¢rea de automoci¨®n del Grupo Mondrag¨®n, las plantas productoras de coches: Figueruelas (General Motors), Vigo (PSA) o Landaben-Pamplona (Volkswagen) tienen un nivel medio de productividad y competitividad no muy inferior a la de las alemanas.
"La diferencia est¨¢ en que hay media docena de multinacionales que han desarrollado la alta tecnolog¨ªa de la mecatr¨®nica avanzada. Invierten en I+D s¨®lo dos o tres puntos porcentuales m¨¢s que nosotros, pero, claro, es que estos grupos son 15 o 20 veces m¨¢s grandes". Ah¨ª est¨¢ una parte del problema. El hecho de que el parque empresarial espa?ol est¨¦ formado en su 95% por peque?as y medianas empresas explica, aunque s¨®lo en parte, que el sector privado espa?ol invierta en I+D menos que las administraciones p¨²blicas.
"Presencia internacional, I+D aplicado al producto y dimensi¨®n suficiente son las claves de la competitividad", indica Jos¨¦ Ram¨®n Goikoetxea. "Un pa¨ªs de renta media-alta como Espa?a tiene que generar productos de valor a?adido para impedir que le coman el terreno los pa¨ªses emergentes de mano de obra barata que ya est¨¢n haci¨¦ndose con una tecnolog¨ªa b¨¢sica", subraya. A su juicio, las reformas que predican la flexibilidad laboral cumplen un papel menor. "Son ya t¨®picos, que han dado lugar a malas pr¨¢cticas, como el abuso de la temporalidad", se?ala. En la Corporaci¨®n Mondrag¨®n, los contratos temporales (el 18%) tienen una duraci¨®n m¨ªnima de seis meses y llevan impl¨ªcita la expectativa de convertirse en fijos. Nada que ver con lo que se practica en otras latitudes. Contra lo que pensaban cuando iniciaron la pol¨ªtica de deslocalizaci¨®n industrial, la apertura de f¨¢bricas en pa¨ªses de bajos salarios ha incrementado los empleos en el Pa¨ªs Vasco y en el resto de Espa?a.
"Tenemos empresas competitivas en muchos sectores, pero necesitan musculatura financiera, empresarial, tecnol¨®gica. Hay que fusionar empresas, crear conglomerados", destaca Emiliano L¨®pez Atxurra. "Y tambi¨¦n salir de la endogamia, mirar al exterior, innovar, cambiar las mentalidades, pensar que hasta la m¨¢s peque?a de las empresas familiares es un lugar en el camino, no el punto de llegada", apunta Alejandro Ruelas-Gossi. "El peligro est¨¢ en las cosas que no sabes que no sabes. Y eso, aqu¨ª, en Espa?a, es enorme", dice este hombre viajado, mexicano de nacimiento, que cree que Espa?a deber¨ªa volcarse, de nuevo, en Am¨¦rica Latina.
Almunia ya lo advirti¨®
El comisario europeo responsable del ¨¢rea de Asuntos Econ¨®micos y Monetarios, el espa?ol Joaqu¨ªn Almunia, lleva alg¨²n tiempo anunciando la actual desaceleraci¨®n: - "El incremento de la deuda de las familias es un serio elemento de riesgo, especialmente a partir de 2008". "El precio de la vivienda est¨¢ sobrevalorado". "El endeudamiento de los hogares nos conducir¨¢ a una situaci¨®n cada vez menos sostenible".(Noviembre, 2006). - "La posibilidad de nuevas subidas de los precios del petr¨®leo, la desaceleraci¨®n de la econom¨ªa norteamericana y las alzas de los tipos de inter¨¦s frenar¨¢n la econom¨ªa espa?ola". "A nadie le interesa la innovaci¨®n tecnol¨®gica, ni la investigaci¨®n, ni la calidad del sistema educativo... Son nuestros puntos d¨¦biles". (Septiembre, 2006). - "Espa?a debe mejorar extraordinariamente la educaci¨®n, porque es fundamental para ser m¨¢s competitivos. Nos estamos quedando atr¨¢s".(Octubre, 2007).
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