Favorito entre ganadores

Ese bar¨®metro popular que entra?an las casas de apuestas en el Reino Unido ya se hab¨ªa adelantado al veredicto, y el resultado de una votaci¨®n abierta a los lectores en Internet lo confirmaba ayer: Hijos de la medianoche, la novela que catapult¨® al ¨¦xito a Salman Rushdie en 1981, era proclamada el mejor premio Booker de todos los tiempos, es decir, la obra favorita de entre las que han recibido el prestigioso galard¨®n a lo largo de las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas.

Los lectores votaron por el libro a trav¨¦s de Internet y SMS

El relato de una saga familiar que arranca con la proclamaci¨®n de la independencia de la India se impuso a otros nombres con may¨²sculas de la literatura anglosajona, como Nadine Gordimer (El conservador, 1974) y J. M. Coetzee (Desgracia, 1999), los dos surafricanos poseedores del Nobel de Literatura. Junto a ellos, los libros del australiano Peter Carey (Oscar y Lucinda, 1988) y de los ingleses J. G. Farrell (El sitio de Krishnapur, 1973) y Pat Barker (El camino fantasma, 1995) completaban la lista preseleccionada por un panel de expertos para ser sometida al albedr¨ªo del p¨²blico. La mayor¨ªa de los 8.000 votos recibidos -que fueron canalizados a trav¨¦s de la red y de mensajes SMS desde el 12 de mayo hasta el pasado lunes- acab¨® decant¨¢ndose por Rushdie (36%), tal como se anunciaba ayer en el Festival de Literatura de Londres.

El Man Booker Prize for Fiction, m¨¢s conocido como Premio Booker, quiso festejar de este modo su cuadrag¨¦simo aniversario, tras una singladura que ha reconocido desde 1969 a un total de 41 novelas (en dos ocasiones se produjo empate). Con la victoria de Rushdie, la historia se repite, porque Hijos de la medianoche ya fue declarado el mejor de todos los Booker hace 15 a?os, cuando el galard¨®n cumpl¨ªa su cuarto de siglo.

Considerado uno de los mejores trabajos del autor angloindio (Mumbai, 1947), la elegante prosa y dosis de realismo m¨¢gico que impregnan los avatares de una generaci¨®n marcada por la partici¨®n de la India no conformaban la opci¨®n favorita de la cr¨ªtica. Los m¨¢s se decantaban por la poderosa voz literaria de Coetzee, aunque la dureza de Desgracia, su reflejo de las lesiones sociales y psicol¨®gicas en la Sur¨¢frica del apartheid, era considerada una propuesta dif¨ªcil para el gran p¨²blico. Tambi¨¦n el fallecido J. G. Farrell, con su sat¨ªrico retrato de los colonizadores brit¨¢nicos en la India del siglo XIX, era rese?ado como un merecido aunque improbable ganador. Mayores expectativas presentaban dos autores tan populares como Pat Baker -gracias a su trilog¨ªa enmarcada en la I Guerra Mundial- o Peter Carey y su novela Oscar y Lucinda. Este ¨²ltimo y Coetzee son los ¨²nicos galardonados con el Booker en dos ocasiones.

Diecinueve a?os despu¨¦s de que el ayatol¨¢ Jomeini proclamara una fetua contra ¨¦l por los supuestos contenidos blasfemos de Los versos sat¨¢nicos (1988), Rushdie ya no es un escritor confinado. El Estado iran¨ª se comprometi¨® hace una d¨¦cada a no buscar su ejecuci¨®n, aunque la amenaza fundamentalista sigue pendiendo sobre su persona. El escritor, nacionalizado brit¨¢nico, ha presentado este a?o una nueva obra, The Enchantress of Florence; acaba de ser nombrado caballero por la reina Isabel II, y, desde ayer, figura en el medallero del Booker. Lo ha conseguido gracias a Hijos de la medianoche, pero el autor -seg¨²n declaraba recientemente- sigue considerando su mejor obra Los versos sat¨¢nicos, un trabajo que le mereci¨® una irracional condena de por vida.