Como el perro y el gato

Un se?or alto, con el pelo blanco y una camiseta color granate paseaba ayer por los stands de Brioude bajo un sol terrible. Ch¨®fer vip, se le¨ªa en su acreditaci¨®n. Es Johnny Schleck, ex ciclista -ocho Tours-, ex gregario de Luis Oca?a y sobre todo padre de Frank y Andy, los hermanos Schleck, los que han devuelto Luxemburgo al mapa del ciclismo junto con el maillot amarillo, Kim Kirchen.

"Todo el mundo sabe que somos diferentes, estamos en dos equipos diferentes y no nos vamos a hacer regalos", dej¨® claro Kirchen, que ayer adem¨¢s acus¨® al CSC de ir a por ¨¦l. "Luxemburgo est¨¢ feliz con mi maillot y vienen ellos a atacarme. En los abanicos que se abrieron, el CSC fue a por todas. No s¨¦ que quieren de m¨ª". Al padre de Kirchen tambi¨¦n le iba la bici y se entrenaba con Johnny. Los hijos, al parecer, se dan abrazos pero s¨®lo de fachada. "Luxemburgo se ha convertido de repente en la B¨¦lgica del tenis", comentaba el se?or Schleck.

El talentoso de la familia es Andy, que se enfrenta a su primer Tour

Desde hace 23 a?os es ch¨®fer del Tour, primero de Jean Marie Leblanc, el ex director, ahora de visitantes vip y recorre Francia al mando de un Skoda de color blanco -todos los dem¨¢s son rojos-, el mismo color del maillot que corona al mejor joven y que quiere que gane su hijo menor. Durante el resto del a?o conduce la caravana del CSC, que lleva a los dos. "Me lo piden ellos, dicen que se sienten m¨¢s tranquilos si estoy yo". Johnny, que apareci¨® en las ¨²ltimas instant¨¢neas que ilustraron con vida a Tom Simpson en la subida al Ventoux en 1967, quiso que Echevarri fichara a sus hijos para el Banesto. Pero el equipo amateur se cerr¨® antes de que lo consiguiera. Andy y Frank heredaron de su padre la pasi¨®n por la bici. "Fue algo instant¨¢neo", comenta Frank. Pero nadie sabe de qui¨¦n heredaron el car¨¢cter. "Son unos despistados", dicen en el equipo. Uno m¨¢s que otro. Andy, el m¨¢s joven (23 a?os), mucho m¨¢s que Frank, el mayor (28).

Los mec¨¢nicos podr¨ªan escribir una enciclopedia sobre los despistes de Andy. "Un d¨ªa en Buenos Aires tuvimos que volver al aeropuerto porque dijo que se le hab¨ªa olvidado la mochila con el pasaporte y el m¨®vil. Al rato uno de sus compa?eros se encontr¨® ambas cosas en su mochila. Andy las hab¨ªa puesto all¨ª sin acordarse", recuerda uno de ellos. "En la bici, igual. No pierde la cabeza porque la lleva pegada al cuerpo y le salen las cosas porque tiene un don, no porque se empe?e", reconocen en el CSC. Es la historia de siempre, la de los hermanos Baresi en el f¨²tbol, por ejemplo, o de las hermanas Williams en el tenis. Uno tiene m¨¢s talento y se deja llevar y el otro compensa con el trabajo lo que la naturaleza no le ha dado. Y el talentoso de los Schleck es Andy, que se enfrenta a su primer Tour. "Sabe cuidarse solo, no tengo que darle ning¨²n consejo", asegura Frank, que en 2006 gan¨® en el Alpe D'Huez. "La consigna es que Andy se deje llevar, a ver hasta d¨®nde pueden llegar", dicen en el CSC. Johnny mientras tanto sue?a con el maillot blanco y con que Andy repita, alg¨²n d¨ªa, la gesta de Charly Gaul, el ¨²ltimo luxemburgu¨¦s que gan¨® un Tour. Fue hace medio siglo.