Sam Manekshaw, primer mariscal de campo indio
Combati¨® en cinco guerras y su figura estuvo siempre rodeada de an¨¦cdotas que rozan la leyenda
Sam Manekshaw, el primero de los ¨²nicos dos generales en la historia del Ej¨¦rcito de la India convertidos en mariscales de campo, muri¨® el pasado 27 de junio en un hospital de Tamil Nadu, al sur de la India, a los 94 a?os.
Un personaje sin duda colorido y pol¨¦mico, pero reconocid¨ªsimo en la India por su valent¨ªa y sus triunfos militares. Pele¨® cinco guerras, incluida la II Guerra Mundial, siendo su mayor ¨¦xito la victoria que obtuvo en la guerra contra Pakist¨¢n en 1971, que desemboc¨® en la creaci¨®n de un nuevo pa¨ªs, Bangladesh, proclamado en el territorio del pa¨ªs musulm¨¢n que ya hab¨ªa quedado dividido f¨ªsicamente por la India tras la partici¨®n del subcontinente.
"Yo siempre estoy listo, encanto", dicen que contest¨® -seg¨²n cuentan los que le conocieron-, a la primera ministra de ese entonces, Indira Gandhi, cuando ¨¦sta le pregunt¨® si estaba preparado para la batalla contra el pa¨ªs enemigo. La "dama de hierro india" se hab¨ªa empe?ado en apoyar la creaci¨®n del nuevo Estado, encabezando una campa?a internacional de apoyo y abriendo la frontera a unos 10 millones de refugiados.
Manekshaw fue precisamente quien cumpli¨® los deseos de la primera ministra, a quien no llamaba "Madame" como era costumbre, porque le recordaba a una casa de citas, seg¨²n dec¨ªa. Pero, a pesar de contestar que estaba preparado, entr¨® en combate ocho meses despu¨¦s de lo que se le hab¨ªa ordenado: no lo hizo hasta que crey¨® que el triunfo estaba asegurado. Y as¨ª fue. El Ej¨¦rcito de Pakist¨¢n se rindi¨® a s¨®lo dos semanas de la llegada de Manekshaw con sus tropas a Dhaka, capital de la futura Bangladesh.
Con todo y haber logrado el anhelado triunfo de Indira Gandhi sobre el pa¨ªs rival, la relaci¨®n entre los dos no fue, ni mucho menos, dulce. La respuesta que dio el militar -ya muy popular para entonces- a la primera ministra, cuando ¨¦sta le pregunt¨® sobre los insistentes rumores de que planeaba un golpe de Estado en su contra, es el mejor ejemplo. "?No cree que yo fuera un buen reemplazo para usted, primera ministra? Usted tiene una nariz muy larga. Yo tambi¨¦n. Pero yo no la meto en los asuntos de otras personas", se dice que contest¨®.
El mariscal, nacido en una familia parsi afincada en Amritsar, la ciudad al norte de la India m¨¢s sagrada del sijismo, era tambi¨¦n conocido como Sam Bahadur, que quiere decir "Sam el Valiente". Y su figura estuvo siempre rodeada de an¨¦cdotas que rozan la leyenda. Ya en la primera de las cinco guerras en las que particip¨®, cuando la India pele¨® bajo el mandato brit¨¢nico en Myanmar contra la invasi¨®n japonesa, qued¨® gravemente herido. Pero su actitud fue tan temeraria que un general brit¨¢nico le dio su propia cruz militar como reconocimiento porque crey¨® que seguramente no sobrevivir¨ªa. Luego, incluso brome¨® con el cirujano que le quitaba un mont¨®n de balas de su cuerpo "adem¨¢s de todo, me pate¨® un burro".
A su muerte, en Nueva Delhi se o¨ªa decir entre los diplom¨¢ticos indios: "hoy ha muerto uno de los m¨¢s grandes h¨¦roes de la India". Pero a su funeral de Estado en el sur del pa¨ªs no asistieron ni el primer ministro ni los jefes de las fuerzas armadas. En Bangladesh se le rindi¨® tributo y Barack Obama, candidato dem¨®crata a la presidencia de Estados Unidos envi¨® su condolencia a los indios por la p¨¦rdida de un "soldado legendario, un patriota y una inspiraci¨®n para sus conciudadanos".
La esposa de Sam Manekshaw fue Sillo Bode, que muri¨® en 2001. Les sobreviven dos hijas: Sherry y Maja.
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