B¨¦lgica vuelve al caos pol¨ªtico al dimitir el primer ministro
B¨¦lgica entr¨® anoche de nuevo en el caos pol¨ªtico. La dimisi¨®n imprevista del primer ministro, Yves Leterme, unas horas antes de que tuviera que presentar su propuesta de reforma del Estado, arrastr¨® de nuevo al pa¨ªs a un completo desconcierto pol¨ªtico. Desde las elecciones del 10 de junio de 2007, B¨¦lgica vive una profunda crisis ante la incapacidad de Leterme, cristiano dem¨®crata flamenco, de acordar una descentralizaci¨®n del Estado que sea aceptada por los franc¨®fonos valones.
El primer ministro present¨® su dimisi¨®n al filo de la medianoche ante el rey Alberto II, quien deber¨¢ decidir si la acepta o no. En caso afirmativo, el monarca deber¨¢ iniciar de nuevo los tr¨¢mites, especialmente complejos en B¨¦lgica, para la formaci¨®n de un nuevo Ejecutivo.
Despu¨¦s de m¨¢s de seis meses sin Gobierno, Leterme hab¨ªa logrado en marzo formar un gabinete con democristianos y liberales flamencos y valones, as¨ª como con los socialistas franc¨®fonos. Es la tercera vez que Leterme presenta su dimisi¨®n al rey, tras las dos tentativas que hizo durante los nueve meses que tard¨® en formar Gobierno despu¨¦s de ser el candidato m¨¢s votado en las elecciones de hace un a?o.
M¨¢s competencias
Tras varios meses de negociaciones, Leterme logr¨® cerrar el pasado s¨¢bado un acuerdo con los valones sobre cuestiones socioecon¨®micas destinadas a dar respuesta a la crisis econ¨®mica. Pero las negociaciones fracasaron cuando trat¨® de alcanzar un acuerdo sobre una profunda reforma del Estado, promovida por los flamencos, poblaci¨®n mayoritaria en el pa¨ªs, que persigue convertir el actual Estado federal en un sistema confederal.
Los flamencos pretenden que se transfieran m¨¢s competencias del Gobierno central a las regiones, especialmente en materias de seguridad social, empleo, sanidad, circulaci¨®n e inversiones. Estas propuestas no han sido aceptadas por los valones, quienes tampoco han aceptado posponer la negociaci¨®n a septiembre pr¨®ximo.
Otro asunto espinoso es el del distrito electoral de Bruselas-Hal-Vilvorde (BHV), integrado por la capital y unas comunas pr¨®ximas, dentro de Flandes, y que gozan de un estatus especial en virtud del cual sus ciudadanos pueden votar a los partidos franc¨®fonos y pueden acudir a los tribunales usando el franc¨¦s. Flandes, apoy¨¢ndose en un mandato judicial, exige la segregaci¨®n de este distrito.
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