Matem¨¢ticas como materia esc¨¦nica
El actor y director esc¨¦nico Simon McBurney, cofundador de la aclamada compa?¨ªa brit¨¢nica Complicite, odia las matem¨¢ticas porque se considera negado para entenderlas. O por lo menos as¨ª era hasta que su amigo Michael Ondaatje, el autor de El paciente ingl¨¦s, le incit¨® a leer La disculpa de un matem¨¢tico. All¨ª encontr¨® reflejada una historia que le fascina, la entra?able amistad -¨¦l la llama "rom¨¢ntica"- entre dos de los matem¨¢ticos m¨¢s brillantes del siglo XX, el brit¨¢nico G. H. Hardy y el indio Srinivasa Ramanujan. Entonces empez¨® a sumergirse en un mundo de f¨®rmulas y teoremas hasta convertirlos en el material esc¨¦nico del espect¨¢culo A disappearing number (Un n¨²mero que desaparece), que la compa?¨ªa presenta desde hoy hasta el domingo en el Teatre Lliure.
"Ondaatje me dijo que leyera el libro porque presenta una nueva relaci¨®n de las matem¨¢ticas con nuestro mundo. El autor defiende que ¨¦stas, como la poes¨ªa y la pintura, son una creaci¨®n art¨ªstica", asegura McBurney. "A partir de las ideas, el matem¨¢tico crea patrones. Y ¨¦stos tienen que ser bonitos. La simplicidad y la belleza de una idea har¨¢n que permanezca a lo largo del tiempo", reflexiona. M¨¢s all¨¢ de estos planteamientos, McBurney ofrece un argumento muy convincente para su nueva atracci¨®n por los n¨²meros. "Las matem¨¢ticas pueden describir lo invisible y lo imposible. En nuestra vida, hay muchas cosas que no podemos explicar. Por ejemplo la muerte, que nos lleva a formar parte del infinito. Y aqu¨ª es donde se establece el paralelismo".
El teatro de texto (en ingl¨¦s con subt¨ªtulos en catal¨¢n) y las proyecciones videogr¨¢ficas conviven en esta obra de historias entrecruzadas, que se despliegan en m¨²ltiples ramificaciones relativas a la b¨²squeda y la necesidad de comprender. Por una parte, se explica la amistad entre los dos sabios. Por otra, la peripecia de un hombre de negocios indio que trata de entender el fallecimiento de su esposa. Transcurren en ¨¦pocas y espacios geogr¨¢ficos distintos, pero tienen en com¨²n el hecho de ser dos grandes historias de amor.
"No puedes hablar de matem¨¢ticas sin hacerlas", asegura McBurney para explicar por qu¨¦ los n¨²meros tienen una presencia expl¨ªcita en este espect¨¢culo de gran impacto visual. "Se utiliza mucho material que seguramente es incomprensible para el p¨²blico. Pero no pasa nada. Tambi¨¦n somos capaces de intuir la belleza en un poema, aunque nos parezca que no acabamos de entenderlo".
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