D¨ªa triste
Ayer fue un d¨ªa de desayuno triste. No deber¨ªa haberlo sido, claro est¨¢, pero hab¨ªa un motivo poderoso.
Para los corredores deber¨ªa haber sido simplemente el d¨ªa despu¨¦s. Tras d¨ªas y d¨ªas de tensi¨®n, por fin hab¨ªa llegado ese primer horizonte que constitu¨ªa la jornada de descanso. Un d¨ªa para disfrutar del placer de no hacer nada, que no es poco. Pero eso ya hab¨ªa pasado, y una nueva jornada comenzaba. Lannemezan-Foix, un paseo panor¨¢mico sobre la cara Norte del Pirineo en sentido contrario al sol. Una etapa corta y con trampa, lo que a estas alturas solo puede significar una cosa: fuga (evasi¨®n y victoria).
Por eso todos contaban que el d¨ªa no ser¨ªa f¨¢cil. Por una parte por la batalla que se desencadenar¨ªa para coger la escapada, y por otra por lo que impon¨ªa ese puerto de primera -Coll de Portel- en la fase final de la etapa. Con el factor a?adido de que los d¨ªas despu¨¦s de los descansos son d¨ªas en los que muchas veces no sabes si est¨¢s o si no est¨¢s. La inactividad genera a estas alturas sensaciones extra?as. Y por muy acostumbrado que est¨¦ uno a escuchar a su cuerpo, hay d¨ªas como estos en los que no hay Dios que interprete qu¨¦ significan esos dolores que surgen en tus piernas tras los primeros ataques. Menos mal que generalmente se pasan pronto...
El panorama es oscuro, y m¨¢s cuando han encontrado sustancias dopantes en la habitaci¨®n del corredor
Especial del Tour de Francia |
Pero algo pas¨® en el desayuno. Dicen que una gota de sangre puede colorear todo un litro de agua. S¨ª, como una mala noticia -y ya van dos- un buen Tour. La noticia hablaba de un nuevo positivo, de otro espa?ol, otra vez de la archiconocida EPO.... ya estamos otra vez, me dije. Este cuento me suena ya demasiado. Me aburre ver como gracias al protagonista, aparecen los secundarios de siempre: los que ven v¨ªctimas y verdugos, los que solo ven equilibristas, esos del "todos van igual" o los que miran para otro lado como si nada hubiese pasado. Es lo que tiene el olor de la sangre, que atrae a la fauna m¨¢s variada.
Mientras a otros parece animarles (vista la velocidad a la que se propaga la noticia) a m¨ª se me quitan las ganas de escribir, de ver la etapa, de marcharme a entrenar. Otra vez con la misma historia. Volvemos a los d¨ªas tristes, porque nadie se puede alegrar de todo esto, nadie que ame a este deporte digo, por mucho que se argumente que as¨ª hay un tramposo menos. Yo esperar¨¦ a los contraan¨¢lisis porque ciertas informaciones son tendenciosas, como pude comprobar en una ocasi¨®n en primera persona. Pero el panorama es oscuro, y m¨¢s cuando posteriores informaciones indican que han encontrado sustancias dopantes en los registros de la habitaci¨®n del corredor. Que cada palo aguante su vela, ya somos mayorcitos como para ser consecuentes y saber con qu¨¦ estamos jugando.
Por cierto, la carrera sigui¨® adelante sin m¨¢s dilaci¨®n; como era de esperar, la fuga prosper¨® y al final el gato al agua se lo llev¨® el noruego Arvesen venciendo "in extremis" en un sostenido sprint. A ver si ma?ana vuelvo a la carrera en s¨ª... que es de donde nunca quise salir. A ver.
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