El arte como ecosistema
Raqs es un t¨¦rmino que en persa, ¨¢rabe y urdu indica el estado que los derviches gir¨®vagos alcanzan con su danza m¨ªstica. Tambi¨¦n es un acr¨®nimo de rarely asked questions, un gui?o a las c¨¦lebres faqs (frequently asked questions) de las p¨¢ginas web. Finalmente es el nombre de un colectivo fundado en 1992 en Nueva Delhi por los artistas, investigadores y agitadores culturales Jeebesh Bagchi, Monica Narula y Shuddhabrata Sengupta. El trabajo de Raqs Media Collective (www.raqsmediacollective.net) se sit¨²a en la intersecci¨®n entre arte contempor¨¢neo, investigaci¨®n hist¨®rica y especulaci¨®n filos¨®fica, y se materializa en instalaciones multimedia e interactivas, performances, intervenciones online, publicaciones, seminarios y talleres. Trabajan desde Sarai (www.sarai.net), una plataforma del Centre for the Study of Developing Societies de Delhi, que co-fundaron en 2000, "con la conciencia de lo que significa reclamar el mundo desde las calles de la India". Como artistas han participado en incontables eventos, incluidas Documenta y la Bienal de Venecia, donde representaron a su pa¨ªs. Ahora se enfrentan al reto de comisariar la exposici¨®n principal de la bienal itinerante Manifesta.
PREGUNTA. ?C¨®mo es su Manifesta?
RESPUESTA. Nuestra exhibici¨®n The rest of now ocupa una antigua f¨¢brica de aluminio abandonada, una especie de residuo del capitalismo industrial y de la propia historia de la modernidad y se centra en la propia idea del residuo. La palabra rest es la clave. En ingl¨¦s, significa una pausa, una tregua en la que se toma un respiro, pero tambi¨¦n indica lo que queda, lo que nos conecta con la memoria, con lo que dejamos atr¨¢s. En los residuos se encuentran las huellas de nuestros deseos y utop¨ªas alternativas para el futuro. El proceso de revivir un edificio tan especial mediante una muestra de arte contempor¨¢neo implica muchas posibilidades. Nuestra aproximaci¨®n curatorial consisti¨® en estar abiertos a estas posibilidades, creando un di¨¢logo entre las pr¨¢cticas art¨ªsticas contempor¨¢neas que consideramos interesantes y las que son relevantes en relaci¨®n con la historia y la naturaleza del lugar en que trabajamos.
P. ?Este di¨¢logo es m¨¢s evidente en los proyectos site-specific encargados para el evento?
R. Hay varios proyectos site-specific directamente relacionados con el edificio que acoge la muestra. El artista holand¨¦s Harold de Bree ha construido un puente hacia ning¨²n lugar en el estanque decorativo de la entrada, que dialoga con el edificio que mand¨® construir el propio Mussolini. M-city, un graffitero polaco, ha intervenido el dep¨®sito del agua, mientras que Reinhard Kopf y Siv Helen Strangeland, dos arquitectos noruegos, transforman casi m¨¢gicamente una parte de la superficie del edificio a partir del an¨¢lisis del ecosistema del lugar. Stefano Bernardi, un artista de Bolzano, presenta una obra sonora, surgida de la mezcla de los sonidos producidos por las obras de reforma del edificio, y la bailarina y core¨®grafa de Berl¨ªn, Meg Stuart, ha desarrollado una videoperformance en respuesta al espacio. El madrile?o Jorge Otero-Pailos, actualmente docente de Arqueolog¨ªa Conservadora en la Columbia University, ha producido un trabajo sobre "la ¨¦tica del polvo", que levanta importantes cuestiones sobre la arquitectura y la restauraci¨®n de las ex f¨¢bricas. El brit¨¢nico Graham Harwood ha realizado una obra en internet que profundiza en la historia del aluminio.
P. ?Qu¨¦ significa para un colectivo de artistas trabajar como comisarios?
R. Nuestro trabajo como artistas a menudo implica procesos de investigaci¨®n. Esta muestra nos permiti¨® profundizar en nuestras investigaciones sobre lo residual. Curar implic¨® todas nuestras facultades: creativas, intelectuales, organizativas y relacionales.
P. ?Cu¨¢l es su idea del significado y los objetivos del formato bienal?
R. La estructura organizativa de Manifesta 7 ha conseguido un interesante equilibrio de autonom¨ªa y colaboraci¨®n entre las tres unidades curatoriales, que por un lado pudieron desarrollar sus propios proyectos y por el otro realizar conjuntamente la exposici¨®n de Fortezza. En todo proceso de intercambio hay que desarrollar los elementos comunes y en Manifesta estos elementos tienen que ver con una metodolog¨ªa que privilegia la aproximaci¨®n investigativa y con una especial sensibilidad hacia la naturaleza regional del evento. Por ello deber¨ªa ser percibida como una experiencia plural y diversa, pero coherente. Manifesta naci¨® para proporcionar un espejo cultural y art¨ªstico de la situaci¨®n tras la ca¨ªda del muro. Sin embargo, una bienal debe mantenerse en constante evoluci¨®n y cambiar con los tiempos, porque en Europa los muros no han desaparecido, s¨®lo han cambiado de lugar, del centro a la periferia, por ejemplo, Ceuta y las costas espa?olas.
P. ?Cu¨¢l es la especificidad de Manifesta y su papel en el abigarrado panorama de las bienales?
R. Manifesta es itinerante. Esto implica que los comisarios deben responder a las nuevas especificidades del lugar que la acoge. Significa tambi¨¦n que en cada edici¨®n la regi¨®n hu¨¦sped puede interactuar y beneficiarse de las energ¨ªas que un evento de esta envergadura implica.
P. ?Cu¨¢l es su opini¨®n de Espa?a y c¨®mo se refleja en la muestra?
R. Mirar el arte o la cultura contempor¨¢nea a trav¨¦s de una ¨®ptica nacional puede producir distorsiones. A¨²n no se ha demostrado que los acontecimientos geopol¨ªticos sean un criterio est¨¦tico o curatorial v¨¢lido. Como individuos no pensamos en una entidad abstracta llamada Espa?a, mas en la historia de convivencia entre islam, juda¨ªsmo y cristianismo en la Andaluc¨ªa ¨¢rabe, el quijotesco en Don Quijote, el vino de Rioja, el sentido de lo tr¨¢gico en Goya y Lorca, lo incisivo del Guernica de Picasso, el ejemplar pragmatismo del anarquismo municipal en Barcelona en los a?os treinta y la solidaridad internacional de gente que valoraba la libertad y la dignidad desde muchas partes del mundo a combatir al lado de la Rep¨²blica. Esto es lo que conocemos, valoramos e incluso amamos. Hay otras cosas vinculadas a Espa?a, como la Inquisici¨®n, el franquismo o la herencia de saqueos y violencia que los conquistadores dejaron en Suram¨¦rica, de las que somos menos entusiastas. En cuanto a la muestra, hemos incluido una pieza de Jaime Pitarch sobre las mutaciones y el trabajo de Jorge-Otero Pailos, que ofrece una reflexi¨®n sobre lo que se elimina y lo que se mantiene y c¨®mo decidimos mirar nuestra historia material. Tambi¨¦n est¨¢ el trabajo de ccindex, una base de datos surgida de una red internacional de libreros y bibliotecarios, representada por Javier Anguera, que se enfrenta a las cuestiones inherentes a lo residual en la producci¨®n y circulaci¨®n de los contenidos intelectuales.
P. India es el pa¨ªs invitado en la pr¨®xima edici¨®n de Arco. ?Qu¨¦ piensan del mercado con relaci¨®n al arte emergente y la creaci¨®n en general?
R. El mercado, como los dem¨¢s componentes del sistema del arte, no es una entidad homog¨¦nea. Si por voluntad o casualidad, galer¨ªas e instituciones consiguen reunir obras que no han entregado su capacidad cr¨ªtica al mercado, entonces la feria puede ser una especie de observatorio activo de la actualidad. El mercado y el discurso no deben ser motivaciones contradictorias, pero mucho depende de lo que se vende y discute. En la India el mercado juega un papel conservador, habr¨¢ que ver c¨®mo se utilizar¨¢ la invitaci¨®n de Arco. Puede ser una oportunidad para ense?ar obras interesantes en Madrid, pero tambi¨¦n puede acabar siendo una banal muestra nacional, que no aporta nada significativo, diferente a los estereotipos sobre la India propagados por los medios de comunicaci¨®n europeos, por razones comerciales y econ¨®micas. -
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