La Guardia Civil culpa a la Xunta de no controlar vertidos de las granjas
El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia imput¨® 80 delitos entre 2003 y 2007
Los vertidos de las explotaciones ganaderas gallegas escapan a los controles de la Administraci¨®n. Se han convertido, seg¨²n el fiscal jefe del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), Carlos Varela, en una "actividad incontrolada". Lo demuestra el estudio realizado por la Guardia Civil y el Seprona, del que se deduce que s¨®lo ocho de las 1.007 explotaciones inspeccionadas -hay unas 20.000 en Galicia- tienen la autorizaci¨®n administrativa necesaria para verter residuos.
Por si esto fuera poco, el 17% de las granjas tienen acu¨ªferos a menos de 500 metros de distancia, por lo que el riesgo de contaminaci¨®n de aguas de pozos y cauces fluviales es a¨²n mayor. El informe advierte de que, como las explotaciones no tienen sistemas para evitar la escorrent¨ªa o las filtraciones, los cauces "pueden verse afectados f¨¢cilmente". Los nitratos que contienen los fertilizantes -como los purines o el esti¨¦rcol- son la fuente principal de intoxicaci¨®n de las aguas.
Varela inform¨® de que la Fiscal¨ªa del TSXG imput¨® 80 delitos medioambientales por vertidos entre 2003 y 2007. Los "centenares de denuncias y atestados" recibidos motivaron, seg¨²n fuentes de los cuerpos de seguridad, el desarrollo del estudio, que aporta otro dato clave en el descontrol de las granjas: el 65% no tiene licencia municipal de actividad. Sin este documento, una explotaci¨®n ganadera no existe. No figura en ning¨²n listado y, por tanto, no se puede inspeccionar. 652 de las 1.007 granjas visitadas por la Guardia Civil y el Seprona carecen de esta documentaci¨®n e incumplen as¨ª el Reglamento de Actividades Molestas Insalubres Nocivas y Peligrosas. A Coru?a es la provincia con m¨¢s explotaciones sin licencia (un 77%), seguida de Lugo (72%), Pontevedra (54%) y Ourense (29%).
Muchos propietarios, al ser requeridos por este documento durante la inspecci¨®n, presentaron el Libro de Tratamientos Veterinarios para amparar su legalidad. El informe de la Guardia Civil, sin embargo, exculpa a los propietarios: algunos de ellos, muestran resguardos o documentos acreditativos de la solicitud de la Licencia Municipal de Actividad con fecha de 1992. Diecis¨¦is a?os despu¨¦s, todav¨ªa esperan respuesta, "probablemente porque se trata de una actividad que presenta complicaciones por olores, y es conflictivo dar un permiso", explic¨® Varela.
Adem¨¢s de este agujero en el sistema de control de las explotaciones, los datos que los organismos de vigilancia tienen de las granjas tampoco son fiables. El informe de la Guardia Civil demuestra "una gran diferencia entre los datos de capacidad de las explotaciones y los del censo de animales". En algunas de ellas, sobre todo en A Coru?a y Lugo, divergen radicalmente. Que la inscripci¨®n de datos en el registro por parte de los propietarios no refleje exactamente la realidad de las granjas hace indispensable, seg¨²n el informe, "el efectivo ejercicio de las actividades de inspecci¨®n y control por parte de la Administraci¨®n" (las competencias corresponden a la Xunta).
Otro riesgo de contaminaci¨®n advertido por los t¨¦cnicos de la Guardia Civil y el Seprona es el tipo de balsas en las que se almacenan los purines. La mayor¨ªa est¨¢n hechas de cemento y, por lo tanto, son m¨¢s susceptibles de agrietarse por las vibraciones del suelo y las rocas. Si no est¨¢n tapadas con un material impermeabilizante -el 65% de las granjas de Ourense, por ejemplo, no lo est¨¢n-, los l¨ªquidos contenidos en ellas se pueden filtrar al suelo y afectar a los acu¨ªferos. Adem¨¢s, algunas de las fosas de purines est¨¢n descubiertas (un 32% en A Coru?a, un 42% en Lugo, un 48% en Ourense, y un 43% en Pontevedra), lo que provoca un peligro de desbordamiento por culpa de la lluvia y riesgo de contaminaci¨®n por olores. El informe arguye que la demanda del mercado oblig¨® a aumentar la producci¨®n de las explotaciones y que por eso "aprovecharon instalaciones antiguas".
Los residuos del 86% de las granjas son reutilizados en la propia explotaci¨®n, el 13% en otras y s¨®lo diez granjas de Ourense -las que son propiedad de la Cooperativa Coren- entregan el pur¨ªn al Centro Tecnol¨®gico Medioambiental Power Support, donde se seca la materia org¨¢nica y se genera compost revirtiendo el l¨ªquido ya depurado al r¨ªo.
Vac¨ªo en la legislaci¨®n
El descontrol en las explotaciones gallegas es consecuencia de un "vac¨ªo legal que debe subsanarse". El fiscal jefe del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, Carlos Varela, explic¨® ayer que no hay una regulaci¨®n concreta ni protocolos de actuaci¨®n dentro de la ganader¨ªa en Galicia sobre la prevenci¨®n, valorizaci¨®n y eliminaci¨®n de los residuos.
Por eso, la Xunta est¨¢ trabajando ya en un "borrador de Decreto que pretende regular el uso de las deyecciones ganaderas en Galicia, reza el informe. Varela sugiri¨® que la legislaci¨®n que organice c¨®mo se deben gestionar los residuos contemple cuatro apartados: "Impacto ambiental, vertidos, residuos y uso y tratamiento de purines y esti¨¦rcol lo antes posible".
Por el momento, los ganaderos cuentan con un "c¨®digo gallego de buenas pr¨¢cticas" de aplicaci¨®n voluntaria. Dentro de ese reglamento, algunas explotaciones han puesto en marcha plantas de tratamiento que dan servicio a los cooperativistas a trav¨¦s de la recogida de purines. "Llevan los residuos a las plantas con camiones cisterna y all¨ª los convierten en s¨®lidos para manipularlos y usarlos como abono", explic¨® Varela.
El fiscal reconoci¨® que es un sistema "caro", pero que la inversi¨®n se compensa con la "creaci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica y se amortiza con la venta de dicha electricidad".
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