Ahorrar agua como negocio

Joaqu¨ªn Mart¨ªnez Lozano fue profesor de la Escuela de Ingenieros T¨¦cnicos de Cartagena. Inventor, con cientos de ingenios salidos de su imaginaci¨®n y habilidad manual, un d¨ªa se present¨® en la sede de la empresa Viveros Huerto del Cura, ubicada en Elche (Alicante). All¨ª se encontr¨® con Santiago Ors, hoy director de Rido de Riego Dom¨¦stico, filial de aqu¨¦lla, ante cuyos ojos puso el artefacto en cuesti¨®n: "Recuerdo que lleg¨® a mi despacho con una botella de pl¨¢stico que ten¨ªa un tubito y un algod¨®n. Era un sistema para que las plantas se regaran solas, que llevaba cinco a?os tratando de patentar sin ¨¦xito", dice. Luego se ha demostrado que este mecanismo es capaz de ahorrar hasta un 80% de l¨ªquido elemento.

Aquella visita ocurr¨ªa en 1999 y, "por aquel entonces, al no hablarse tanto de ahorro de agua, el profesor nos plante¨® el tema simplemente como un sistema de autorriego", se?ala Ors. El aparato, b¨¢sicamente, un dep¨®sito en el que se pueden meter agua y fertilizantes, se coloca sobre la tierra de la maceta, de forma que quede en contacto con ella a trav¨¦s de una mecha. Cada vez que la planta tenga un d¨¦ficit h¨ªdrico, la mecha chupar¨¢ agua del dep¨®sito hasta que recupere niveles normales. Rido naci¨® en ese momento para desarrollar el ingenio en cuesti¨®n y para formalizar la patente. "Tardamos dos a?os y medio en conseguirlo, pero al final accedimos a la patente internacional PCT", explica.

Desde entonces, el departamento I+D ha dedicado largo tiempo "y mucho dinero a renovar las patentes a?o a a?o y a afrontar los 60.000 euros que nos cobraron por un molde de la ¨²ltima evoluci¨®n del dep¨®sito", para darle una forma y utilidad comercialmente vendible a la creaci¨®n del profesor cartagenero. La cuesti¨®n parec¨ªa f¨¢cil y, al final, el desarrollo del prototipo se prolong¨® durante seis meses.

Rido cre¨® un departamento destinado a este fin y de ¨¦l se ocup¨® Jorge Ors, hermano de Santiago, quien no tuvo m¨¢s remedio que reciclarse cuando entr¨® en el negocio familiar. "Yo ten¨ªa orientada mi carrera profesional hacia la asesorar¨ªa jur¨ªdica, incluso hab¨ªa hecho varios m¨¢steres para trabajar en Bruselas para la Comisi¨®n Europea y Telef¨®nica", recuerda. Nada de eso le sirvi¨® cuando, hace cinco a?os, su hermano le propuso responsabilizarse del departamento de Nuevos Proyectos de Viveros Huerto del Cura.

La labor de desarrollo prosigui¨® hasta que se tuvo algo "vendible" que ofrecer al mercado. "Llamamos a cientos de puertas, pero nadie ve¨ªa m¨¢s all¨¢ del objeto", dicen los hermanos. En Rido no tardaron en darse cuenta que desarrollar una red comercial, con el ¨²nico objetivo de vender el producto, era tan costoso como in¨²til.

As¨ª que los hermanos Ors decidieron apostar por las grandes empresas. "En lugar de invertir 30.000 euros en soportes publicitarios, acudimos a los grandes y les dejamos el dep¨®sito de riego a precio de coste. Ellos, al utilizarlo como regalo corporativo y venderlo como prueba de que son empresas preocupadas por el medio ambiente, han sido quienes nos han hecho la verdadera labor comercial". De la mano de compa?¨ªas como Renfe y Acciona, Rido se ha dado a conocer y ha acabado por llegar a los estantes de las grandes superficies.

Al final, el tiempo ha acabado dando la raz¨®n a quienes se encomiendan a la paciencia. Despu¨¦s de tres ampliaciones de capital, Rido ha pasado "de una econom¨ªa familiar" a llegar a las puertas del mercado europeo.