Llegan las 'nuevas generaciones'
El PP incorpora al nuevo equipo de direcci¨®n a una remesa de mujeres treinta?eras - Llevan ya una d¨¦cada bati¨¦ndose en las instituciones vascas
Proceden de Nuevas Generaciones [del PP] y hacen honor a este apellido. Se trata, efectivamente, de una nueva generaci¨®n repleta de mujeres, que ha asomado la cabeza y se ha alzado al n¨²cleo duro de la direcci¨®n del PP vasco. Han dejado de estar en esa segunda fila discreta e imperceptible donde se han forjado, para incorporarse a las tareas de decisi¨®n y acci¨®n dentro del organigrama interno. Un escal¨®n m¨¢s que las pondr¨¢ a prueba con el equipo del nuevo presidente, Antonio Basagoiti. Son la nueva vicesecretaria general y n¨²mero tres, Arantza Quiroga, (Ir¨²n 1973), la secretaria de Trabajo y Asuntos Sociales y portavoz de la ejecutiva de Alava, Laura Garrido Knorr (Vitoria, 1971), y la secretaria de Organizaci¨®n y vicesecretaria general de Vizcaya, Esther Mart¨ªnez (Barakaldo, 1971).
"Vamos a intentar ser un partido abierto, pegado a la realidad de la calle"
Las tres comparten una vocaci¨®n precoz que les llev¨® a militar casi a la vez que alcanzaban el derecho al voto. Cuando fueron veintea?eras ya despuntaron ocupando puestos directivos en la organizaci¨®n juvenil, que presid¨ªa el hoy secretario general del PP, Antonio Oyarz¨¢bal. Ahora les ha tocado, como generaci¨®n, acceder al mando y lo hacen decididas. Tanto, que las tres, que son parlamentarias, se sienten c¨®modas y se declaran contrarias a las cuotas femeninas porque "en el PP, ya hemos demostrado que valoramos a las personas por su capacidad", asegura Laura Garrido.
No por ello dejan de defender la obligada "conciliaci¨®n" entre la vida laboral y familiar. Madres de familia dos de ellas -Quiroga tiene cuatro hijos y Mart¨ªnez, dos- tienen recetas sencillas como que el trabajo de la sede "tambi¨¦n se puede hacer en casa", seg¨²n Mart¨ªnez, o la futura exploraci¨®n en las nuevas tecnolog¨ªas como la videoconferencia", que sugiere Quiroga como posibilidad. En la pr¨®xima legislatura van a pelear por la regulaci¨®n de la baja de maternidad en el Parlamento ya que, dice Quiroga, "ese empate maldito" las ha tenido esclavas del esca?o.
Igual que la condici¨®n familiar no ha sido para ellas una r¨¦mora, tampoco les ha lastrado el miedo. Escoltadas desde hace m¨¢s de una d¨¦cada, las tres que han sido concejalas desde los veinte a?os -s¨®lo Quiroga lo dej¨®- sobrellevan esta circunstancia como algo cotidiano, pero bien lejos de la resignaci¨®n. "Yo me afili¨¦ porque la sociedad vasca no se merece que un grupo quiera someter a todos y el PP era un partido comprometido con la defensa de las libertades. Lo recuerdo como un paso muy meditado, hecho con responsabilidad", aclara Esther Mart¨ªnez, quien dirigi¨® con brillantez el reciente congreso del PP y fue felicitada un¨¢nimemente por su trabajo de moderadora. Garrido, por su parte, aunque alavesa, es edil de Lizarza, donde su conocimiento del euskera le convierte en interlocutora directa de los ciudadanos de esta localidad. Se ofreci¨® voluntaria para ello sin que el miedo le haya frenado. "Soy de aqu¨ª y no voy a permitir que me impidan estar aqu¨ª", dice.
Y, ?qu¨¦ se proponen aportar al partido desde su nuevo cometido? "Lo que vamos a intentar desde el nuevo equipo es ser un partido abierto, estar pegado a la calle, a la realidad de los ciudadanos, aportar soluciones a los problemas que tienen en estos momentos, como la vivienda o los derivados de la crisis que niega el se?or Zapatero", describe Garrido.
En eso de estar pegadas a la calle no lo tienen dif¨ªcil. Las tres han trabajado estos a?os en los asuntos relacionados con los temas sociales desde el Parlamento. Quiroga es, precisamente, la presidenta de la Comisi¨®n de Trabajo y Acci¨®n Social, la ¨²nica en la que coinciden las tres lo que da una idea de la importancia que le atribuyen. "Ha habido mucha solidaridad porque hemos visto que, o nos ech¨¢bamos una mano o nos mor¨ªamos en el intento", describe Quiroga. "Nos complementamos muy bien porque nos conocemos, y al haber trabajado mucho tiempo juntas nos sentimos muy apoyadas", reconoce Mart¨ªnez.
Su prop¨®sito y su lema es "trabajar por el cambio social desde un partido que tiene absoluta vocaci¨®n de gobierno", insiste Garrido, quien, como alavesa, conoce bien lo que es gobernar ya que fue vicepresidenta de las Juntas Generales. Sus dos compa?eras s¨®lo tienen la experiencia de la oposici¨®n.
El 'maestro' Barreda
"Somos una generaci¨®n que se ha formado en estos diez a?os. Yo entr¨¦ en el Parlamento hace una d¨¦cada y Leopoldo Barreda me hizo bajar a intervenir en el primer pleno. Todav¨ªa me acuerdo que se trataba de una iniciativa sobre el hurac¨¢n Mitch y debatiendo con Rosa D¨ªez, o sea que me mor¨ªa. Pero lo va haciendo con todas, conforme hemos ido entrando: te da bola r¨¢pidamente y te lanza a primera fila dando por hecho que te buscas la vida y los argumentos. Eso nos nos ha hecho participar enseguida, hacer grupo, involucrarnos y aprender de aciertos y errores", recuerda la hoy n¨²mero tres, Arantza Quiroga.
Las instituciones han sido el escenario de formaci¨®n de las tres pol¨ªticas. Pero en el caso de Laura Garrido, ser la ¨²nica parlamentaria que domina el euskera le ha proyectado a tareas como la de participar en los debates de ETB1 en representaci¨®n de su partido, lo que hace con satisfacci¨®n.
Y Esther Rodr¨ªguez recuerda c¨®mo vivi¨® el salto del partido a mediados de los noventa. En Barakaldo, de dos ediles pasamos a cinco y de tener 21 en 1991 a contar con 69 en 1995. "Estoy orgullosa de haber colaborado en tener la representaci¨®n que tenemos hoy.
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