El guerrero silencioso y el 'showman'
El pol¨¦mico John Smith analiza el duelo de ma?ana entre Powell y Bolt en los 100 metros
Usain Bolt consigui¨® en menos de 10 segundos lo que durante a?os no lograron ni el dinero ni las amenazas. Hace dos meses, en una tarde el¨¦ctrica de aguacero, rayos y truenos, el jamaicano rompi¨® el r¨¦cord del mundo de los 100 metros (9,72s). No hab¨ªan pasado m¨¢s que unos minutos cuando ya le sonaba el tel¨¦fono. "Felicidades. Me has hecho trabajar m¨¢s duro", le dijo la voz de un compatriota defenestrado. Hablaba Asafa Powell, el m¨¢s veloz del planeta hasta esa carrera (9,74s), y su afirmaci¨®n fue una sorpresa. Powell vive flotando entre las voces autorizadas de su entrenador y sus padres, que le acusan veladamente de manejar como nadie una ecuaci¨®n prodigiosa: m¨¢ximo ¨¦xito con el m¨ªnimo esfuerzo. Ma?ana, en Estocolmo, se revelar¨¢ si Asafast, algo as¨ª como Asafa el r¨¢pido, ha cumplido su palabra.
"Antes, Asafa simplemente jugueteaba. Ahora est¨¢ realmente serio"
"Cuando se mezcla la sabidur¨ªa de Powell con el talento de Bolt pasan grandes cosas"
Bolt gan¨® en el ¨²nico enfrentamiento que han mantenido este a?o
"Asafa ha sido retado por un compatriota", dice John Smith, el oscuro gur¨² de la velocidad estadounidense, mientras se toma una cerveza helada. "Los dos son unos grandes competidores, pero creo que Asafa ha crecido en ese terreno gracias a esta nueva situaci¨®n", contin¨²a el pol¨¦mico ex entrenador de Ato Boldon y Maurice Green, campe¨®n ol¨ªmpico de los 100 metros perseguido por la sombra de un dopaje nunca probado. "Antes, Powell simplemente jugueteaba. Ahora est¨¢ realmente serio. Ha comprendido que tiene un gran competidor en el sprint. Y eso es una buena cosa. Asafa es un guerrero silencioso. Bolt es un showman. Son dos personalidades diferentes. Asafa est¨¢ aprendiendo a enfrentarse con la presi¨®n que tiene sobre sus hombros. Puede que sea m¨¢s f¨¢cil para ¨¦l ahora que no es el ¨²nico ah¨ª fuera que puede correr r¨¢pido porque ya tiene a Bolt junto a ¨¦l. Eso quita mucha presi¨®n, muchos focos de las espaldas de Asafa. Ahora hay tres t¨ªos r¨¢pidos: ¨¦l, Bolt y Tyson Gay, que pueden correr en 9,7s".
El mundo de Powell, lastimado como casi siempre en los adductores, se ha transformado desde la aparici¨®n de Bolt. El chico corr¨ªa los 100 metros en 10,20s con 15 a?os. Rompi¨® el r¨¦cord junior de los 200. Y todo eso se ha unido para formar a la estrella que es hoy desde que se entrena con el duro Glen Mills, el hombre que ha transformado su frecuencia de zancada y le ha alejado de la fiesta, las copas ocasionales y el cricket. "Cuando se mezclan su sabidur¨ªa en el sprint con el tipo de talento que tiene Usain, pasan grandes cosas", cierra Smith.
El desaf¨ªo sueco que une a Bolt y Powell ya ha encontrado su titular entre los publicistas de la carrera: "Un duelo para los libros de historia", dicen en Suecia. Hay razones para ello. Entre los dos velocistas han corrido los seis 100 metros m¨¢s r¨¢pidos de siempre. Tan s¨®lo se han enfrentado una vez este a?o, a medio gas y en los trials jamaicanos (gan¨® Bolt). Y la carrera anuncia lo que est¨¢ por venir en un par de semanas: en agosto, en Pek¨ªn, s¨®lo el estadounidense Tyson Gay parece capaz de impedir que uno de los dos gane el oro ol¨ªmpico, que Bolt tambi¨¦n persigue en los 200 metros. En China habr¨¢ metales. En Suecia, quiz¨¢s, diamantes.
Hace un a?o, Powell rebaj¨® el r¨¦cord del m¨ªtico estadio de Estocolmo (9,86s), y se llev¨® una gema como premio. "Vengo a por otro", ha avisado ya. No lo tendr¨¢ f¨¢cil. A las dos estrellas no s¨®lo les distingue el sueldo. V¨¦anse los contrastes. Dayron Robles, el genial vallista cubano, se pasea por Estocolmo embutido en sus gigantescos cascos de m¨²sica sin ser por nadie molestado. Sanya Richards, la estrella estadounidense, se muestra distendida entre un tropel de atletas de su pa¨ªs. Y, mientras tanto, a Bolt le recoge un coche de lujo para llevarle con todos los honores a una entrevista concertada desde hace meses "No puedo hablar. Tengo un compromiso previo", dice con un murmullo atorado. No fue ayer el caso de Powell. El hombre tranquilo se pase¨® con un fajo de coronas suecas en la mano, calzando unas converse verdes y luciendo oro atado al cuello. "El amor mata", dec¨ªa su camiseta marc¨¢ndole el pecho. La casualidad ilustra el enfrentamiento de los dos hermanos jamaicanos en la pista. Ocurri¨® en un c¨¦ntrico hotel de Estocolmo. Entr¨® Powell a cenar justo cuando se acababa de marchar Bolt y ni se cruzaron las miradas. Ma?ana, sobre el tart¨¢n de la capital sueca, tampoco ninguno de los dos querr¨¢ esperar al otro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.