Nueva York, libre de grasas
La batalla por la comida sana lleva a prohibir las saturadas
Lo natural, es mejor. Es el mantra de Michael Bloomberg. El alcalde de Nueva York tiene emprendida una dura batalla desde hace dos a?os por la comida sana. Fue el primero en instaurar en EE UU una legislaci¨®n para eliminar la presencia de grasas saturadas en los men¨²s, las conocidas como trans-fats, y hacer frente al creciente problema del exceso de peso, diabetes y enfermedades card¨ªacas. La medida entr¨® en vigor el pasado 1 de julio.
La iniciativa, no exenta de pol¨¦mica, se hizo p¨²blica hace dos a?os. Se calcula que los neoyorquinos consumen a diario un tercio de las calor¨ªas fuera de sus casas. Eso explica que en la ciudad de los rascacielos haya entorno a 25.000 restaurantes o locales donde se vende comida. Han tenido 18 meses para adaptar sus recetas y cocinas para que la comida que sirven tenga menos de 0,5 gramos de estos aceites por plato.
Para facilitar la transici¨®n se cre¨® un centro dirigido por Laura Stanley, la mano derecha de Martha Steward, el ama de casa televisiva m¨¢s popular entre los estadounidenses. Los locales que no acaten la legislaci¨®n pueden ser sancionados con hasta 2.000 d¨®lares (1.260 euros). Las grandes cadenas de restauraci¨®n (m¨¢s de 15 locales) est¨¢n obligadas a presentar el contenido cal¨®rico de los alimentos, con el mismo tipo de letra y tama?o que el precio.
La asociaci¨®n de restaurantes considera que la legislaci¨®n viola sus derechos y dirige la atenci¨®n hacia la cantidad de calor¨ªas y grasas saturadas que se consume en los hogares. Otros intentan esquivar la prohibici¨®n ofreciendo dos versiones del mismo producto: elaborado con o sin aceites vegetales saturados. Los dos tienen el mismo contenido en calor¨ªas y es el cliente el que elige si pegar bocado al donut prohibido.
La medida es pionera en EE UU. California podr¨ªa ir m¨¢s all¨¢ y convertirse en el primer estado en prohibir el uso de estos aceites vegetales saturados en la restauraci¨®n si el gobernador, Arnold Schwarzenegger, estampa su firma en una legislaci¨®n recientemente aprobada por su legislativo. La American Heart Association asegura que las trans-fats aumentan los riesgos de enfermedades coronarias, al elevar los niveles de colesterol malo.
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