Tiro al gordo
Los medios brit¨¢nicos estigmatizan a la gente con sobrepeso
El tiro al gordo parece uno de los deportes favoritos del Reino Unido. Aunque algunos expertos opinan que el tratamiento de los medios brit¨¢nicos es mucho m¨¢s constructivo ahora que en el pasado reciente, la presi¨®n medi¨¢tica acerca de la obesidad es constante y suele ser bastante cruel. A menudo con la mejor de las intenciones. Con frecuencia, con intenciones menos ben¨¦volas.
El caso m¨¢s reciente lo ha protagonizado Fern Britton, una de las presentadoras de televisi¨®n m¨¢s populares del pa¨ªs. Fern, de 50 a?os, es una mujer de mucho peso que en los dos ¨²ltimos a?os ha ido reduciendo espectacularmente su silueta. Ella no daba explicaciones, pero su marido, el directivo de televisi¨®n Phil Vickery, explic¨® en una entrevista que la raz¨®n del adelgazamiento era muy simple: "Hace bicicleta, pasea al perro y come con prudencia, es tan sencillo como eso". Luego se supo que en realidad se hab¨ªa sometido a una operaci¨®n de reducci¨®n de est¨®mago y los cumplidos se convirtieron en feroces ataques. En parte justificados, porque Fern anunciaba comidas diet¨¦ticas y muchos se han sentido enga?ados.
Unos 1.600 millones de adultos tienen sobrepeso y 400 millones son obesos. Las noticias sobre los efectos nocivos de la obesidad son paralelas al estigma de los gordos, especialmente en Reino Unido. Algunos Gobiernos adoptan medidas dr¨¢sticas. Desde multas en Jap¨®n hasta la prohibici¨®n de grasas saturadas en Nueva York. En Espa?a, el 52% de la poblaci¨®n sufre este problema.
Se ha llegado a afirmar que es una amenaza mayor que el cambio clim¨¢tico
"Las aseguradoras imponen una tasa del 50% a los obesos", destaca un titular
El doctor Colin Waine, presidente del Foro Nacional sobre la Obesidad, declar¨® a este peri¨®dico que se sent¨ªa "decepcionado por la manera en que los medios han irrumpido en la vida personal de Fern Britton". "Las celebridades tambi¨¦n tienen derecho a la confidencialidad. La intrusi¨®n en su vida privada es lamentable".
El caso de Fern Britton no es ¨²nico. Los personajes obesos son sometidos a caricatura permanente por la prensa. Uno de los objetivos preferidos de los medios es John Prescott, hasta hace poco viceprimer ministro del Gobierno laborista. No s¨®lo gordo sino bastante tosco en sus formas, Prescott explic¨® recientemente que desde hace a?os padece bulimia y que tiene problemas psicol¨®gicos serios con la comida. No han faltado reacciones de ¨¢nimo, pero han abundado tambi¨¦n los art¨ªculos ridiculiz¨¢ndole.
"La manera en que los medios reflejan la obesidad se basa en el estereotipo negativo del problema del sobrepeso", opina Charlene Shoneye, dietista de Weight Concern, un grupo que ayuda a la gente con exceso de peso a superar sus problemas f¨ªsicos y psicol¨®gicos. "Usan a menudo la palabra obeso y retratan a quienes padecen obesidad m¨®rbida, con un ¨ªndice de masa corporal de 45 o 50. Utilizan la imagen de una parte muy peque?a de la poblaci¨®n para referirse a una gran parte de la poblaci¨®n. Por eso, la gente escucha la palabra obesidad y no la relacionan con ellos mismos", a?ade.
Los mensajes sobre la obesidad son constantes y variopintos. Basta con prestar atenci¨®n a los titulares publicados sobre el tema por un solo diario, The Daily Mail, en unos pocos meses. "Fumadores, bebedores y obesos, cuidado: manteneos en forma o corr¨¦is el riesgo de perder la Seguridad Social", dice un titular. En realidad, lo que ocurre es que "desde el punto de vista m¨¦dico hay ciertos procedimientos a seguir y a veces es muy peligroso intervenir a gente de cierto peso", explica Charlene Shoneye.
"Ofrecen mejores pensiones a los fumadores, los bebedores y los que comen que a los que est¨¢n sanos y en forma", dice otro titular, sacando de contexto la paradoja de que algunas aseguradoras ofrecen mayores incentivos a esos grupos de riesgo porque saben que vivir¨¢n menos. "Las aseguradoras de vida imponen una tasa del 50% a los gordos", asegura otro titular en sentido opuesto al anterior. "Las aseguradoras ofrecen un descuento del 75% a quienes van al gimnasio", explica otro titular, mucho m¨¢s constructivo.
"Una p¨ªldora contra la obesidad basada en cannabis reduce en un tercio las calor¨ªas que se ingieren", "La obesidad se dispara mientras cientos son tratados cada d¨ªa de problemas de salud", "Las clases de cocina ser¨¢n obligatorias en la escuela", "Los extravertidos tienen m¨¢s posibilidades de tener sobrepeso", rezan otros titulares. "El Gobierno quiere acabar con la epidemia de obesidad pagando a la gente gorda para que pierda peso", explica el diario. Se trata de dar vales canjeables por comida sana. "?Dinero de los contribuyentes para perder peso? De la forma en que se desperdicia nuestro dinero pronto seremos tan pobres que todos estaremos tan canijos como mi mujer", protesta un comentarista contrario a esa idea.
M¨¢s mensajes: "Los maestros, obligados a controlar qu¨¦ traen los ni?os para almorzar", "Los supermercados deber¨¢n unificar las etiquetas con informaci¨®n sobre los alimentos para luchar contra la obesidad", "Una cuarta parte de las mujeres tienen riesgo de enfermedades del coraz¨®n porque est¨¢n gordas", "Revelaci¨®n: por qu¨¦ los pacientes sanos cuestan m¨¢s que los fumadores y los obesos". Respuesta: porque viven m¨¢s tiempo. "Por qu¨¦ los endulzantes bajos en calor¨ªas engordan m¨¢s que el az¨²car", explica otro titular, a?adiendo confusi¨®n al debate. "La bomba de relojer¨ªa de la obesidad es una amenaza mayor para el planeta que el cambio clim¨¢tico", asegura un titular especialmente dr¨¢stico.
Cualquiera se siente capaz de opinar sobre la cuesti¨®n. Un controvertido cr¨ªtico gastron¨®mico, Giles Coren, propuso hace dos a?os imponer un impuesto directo a los obesos que incrementara su IRPF de acuerdo con su ¨ªndice de masa corporal: cuanto m¨¢s obeso, m¨¢s impuestos. "Eso refleja su grave falta de conocimiento sobre las causas de la obesidad", opina el doctor Waine. Pero la propuesta de Coren no s¨®lo reflejaba ignorancia en el fondo, sino un profundo desd¨¦n en la forma. "?Cu¨¢ntos gordos ha visto usted hoy? ?Ha cruzado el lechero el jard¨ªn de su casa andando como un pato con piernas como kebabs gigantes? ?Estaba sudando el t¨ªo del quiosco cuando le ha devuelto el cambio con su rechoncha mano?", empieza el art¨ªculo de prensa en el que Coren lanzaba su propuesta.
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