"Soy el ¨²nico que me puede ganar"
Asafa Powell (Saint Catherine, Jamaica, 1982) llega a la entrevista con El PA?S en una limusina blanca que reluce bajo la lluvia de la ma?ana gris de Estocolmo. Gasta una sudadera verde y sonr¨ªe sentado sobre un sof¨¢ de dise?o blanco en medio de una habitaci¨®n llena de sol¨ªcitos asistentes. Es un hombre de conversaci¨®n f¨¢cil y acento entrecerrado que habla ingl¨¦s con el mundo y patois, un dialecto isle?o, con los interlocutores jamaicanos que requieren cierta discreci¨®n. Hoy (Eurosport, 20.45), si el tiempo y sus aductores no lo impiden, promete correr sin freno contra su compatriota Usain Bolt, el atleta m¨¢s r¨¢pido del planeta (9,72s en los 100 metros). "Me siento muy bien. No me gusta perder. Quiero ver exactamente en qu¨¦ punto estoy. Dar¨¦ lo mejor de m¨ª mismo para ganar", advierte el velocista, que calzar¨¢ en los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn las nuevas zapatillas de clavos de Nike, un 25% m¨¢s ligeras gracias a la tecnolog¨ªa de cables Flywire. Bronce en los Mundiales de Osaka 2007, Powell busca su primer gran triunfo internacional perseguido por la fama del fracaso en la alta competici¨®n. De nada ha servido que el hijo de reverendos protestantes, el m¨¢s joven de seis hermanos, se haya encargado de correr cinco de los diez 100 metros m¨¢s r¨¢pidos de la historia y de rebajar dos veces el r¨¦cord (9,77s y 9,74s), ahora precisamente en los pies de Bolt (9,72s). Su carrera necesita el oro ol¨ªmpico.
"La primera vez que corr¨ª as¨ª de r¨¢pido [9,74s], cre¨ª que mi cuerpo hab¨ªa muerto"
"Seg¨²n mi entrenador, debo aprender a decir no. Tengo el coraz¨®n demasiado blando"
Especial JJ OO: Atletismo |
Pregunta. ?C¨®mo es correr 100 metros en 9,74s?
Respuesta. Mire, la primera vez que corr¨ª as¨ª de r¨¢pido cre¨ª que mi cuerpo hab¨ªa muerto. No estaba habituado a ese tipo de sufrimiento. Sent¨ª mucho dolor despu¨¦s. Recuerdo que me cost¨® dos semanas recuperarme de aquella carrera. Mi cuerpo muri¨® completamente.
P. As¨ª que el esprint es dolor.
R. S¨ª. Normalmente, sufro por ganar tan r¨¢pidamente m¨¢s que cualquier otro.
P. ?Qui¨¦n es m¨¢s importante que usted ahora mismo en Jamaica?
R. El primer ministro.
P. Sin embargo, ya no es el jamaicano m¨¢s r¨¢pido.
R. Bolt es una buena persona. Me respeta mucho desde siempre. Hace tiempo que le dije que deb¨ªa empezar a trabajar duro. Cogi¨® mi consejo. Empez¨® a salir mucho menos de fiesta y a tomarse los entrenamientos muy seriamente. Para m¨ª, yo sigo siendo el due?o del r¨¦cord porque lo tiene un jamaicano que es un t¨ªo guay. No hay malos sentimientos entre nosotros.
P. Bolt, el estadounidense Tyson Gay... ?El m¨¢s peligroso?
R. De quien tengo miedo realmente es de m¨ª mismo. Me digo: "Si haces esto, no puedes perder". Me presiono para hacer lo correcto porque, si lo hago, nadie puede ganarme. Soy el ¨²nico que me puede ganar.
P. ?Cu¨¢l es el proceso que le lleva a presionarse de esa manera?
R. Cuando estoy entren¨¢ndome, me veo incre¨ªble. Llego al calentamiento y, si me ve, usted pensar¨¢: "Este tipo va a correr en nueve segundos pelados". Pero, cuando estoy dirigi¨¦ndome a la pista, empiezo a preguntarme: "?Lograr¨¦ hacerlo igual de bien?". Todo eso empieza a cruzarse por mi mente. No pienso en los otros. Pienso en si yo voy a ser consistente.
P. Por eso se le compara con Marlene Ottey, que ganaba en todas las reuniones menores, pero que nunca se colg¨® del cuello el oro ol¨ªmpico.
R. Honradamente, no escucho a la gente. Escucho a Stephen Francis, mi entrenador. Muchos dicen que es un problema mental; que, cuando voy a las grandes competiciones, no puedo conseguirlo. La verdad es que nadie sabe eso. No est¨¢n conmigo cada d¨ªa en los entrenamientos para ver lo que hago. Y mi entrenador me dice que no es un problema mental, sino de ejecuci¨®n, de dejar de pensar en las consecuencias.
P. ?l le avis¨® de que no iba bien preparado a los Mundiales de 2007.
R. Sal¨ª a la pista con un mont¨®n de gilipolleces en la cabeza. Estaba pensando en la celebraci¨®n. Estaba sobreconfiado pensando en la marca, en lo que har¨ªa despu¨¦s de la carrera... ?sas son las cosas equivocadas en las que pensar cuando est¨¢s en la l¨ªnea de salida. Tienes que pensar en lo que debes hacer para llegar el primero a la meta. Es lo ¨²nico que deber¨ªa estar en tu cabeza.
P. Acab¨® siendo bronce. ?Qu¨¦ le dijo Gay tras ganar?
R. Cruzamos la meta y lo primero que me dije fue: "?Qu¨¦ acabas de hacer? ??ste no eres t¨²!". Me fui a recoger mis bolsas y Tyson vino y me dijo que no me preocupara porque ¨¦l ganar¨ªa algunas carreras y yo otras. "Mant¨¦n la cabeza alta", dijo. Siempre lo recordar¨¦.
P. Ustedes dos son muy religiosos.
R. La religi¨®n es muy importante para m¨ª. Crec¨ª en la Iglesia, creyendo en Dios y en que todas las cosas son posibles para ¨¦l. Siempre le rezo y creo que tiene un plan para m¨ª. Cuando he pasado por problemas, cuando he perdido una carrera, no me he entristecido mucho. No soy el ¨²nico que corre esprints. Otro pudo ser mejor que yo un d¨ªa. Y Dios ayuda al que se ayuda a s¨ª mismo.
P. ?C¨®mo le sienta la compa?¨ªa de Bolt y Gay?
R. Muy bien. Los 100 metros se estaban convirtiendo en algo un poco aburrido hasta que aparecimos Justin Gatlin, Gay y yo. Ahora ha aparecido Usain y la gente se ha adaptado. Hay tres t¨ªos que pueden correr en 9,7s y por eso la gente se pregunta qui¨¦n va a ganar. Antes, la pregunta era otra: ?c¨®mo va a ganar Asafa, c¨®mo de r¨¢pido correr¨¢? Eso me ha quitado much¨ªsima presi¨®n, pero la gente sigue pensando que, si junto todas las piezas, ganar¨¦. As¨ª que sigue habiendo presi¨®n, aunque mucha menos.
P. A los ojos de quien no sea un experto, los 100 metros parecen lo m¨¢s sencillo.
R. Pues son arduos. Las cosas que tienes que hacer pasan muy deprisa. Por eso son muy duros. Desde la salida hasta el final s¨®lo puedes pensar en ejecutar paso a paso. La forma en la que sales de los tacos, la forma en la que te separas de ellos, la primera zancada... Todo es muy t¨¦cnico.
P. Habla usted de Gatlin, con el que lleg¨® a compartir el r¨¦cord en 9,77s. En su d¨ªa, dijo que los dopados, como el norteamericano, deben ir a la c¨¢rcel.
R. La gente viene a decirme cosas duras y a veces me siento mal. "Quiz¨¢s est¨¦s haciendo esto y lo otro", me dicen. Y te empiezas a enfadar en tu interior. As¨ª que dices muchas cosas. Gatlin es un gran competidor, muy similar a m¨ª, pero se dop¨® y yo estoy en contra de eso. No me importa decir que quien hace algo as¨ª est¨¢ cometiendo un crimen y que quien comete un crimen debe ir a la c¨¢rcel. El castigo... Mire, es demasiado f¨¢cil. Te sancionan dos a?os, vuelves y haces lo mismo de nuevo.
P. En 2008 se ha lesionado en el pecho, en una pierna y en los aductores. ?Tiene la impresi¨®n de que se lastima m¨¢s que nadie?
R. Este a?o he tomado la decisi¨®n interna de probarme a m¨ª mismo, de ver cu¨¢n r¨¢pido puedo correr. Empec¨¦ a entrenarme mucho m¨¢s fuerte de lo que lo hago normalmente. Y supongo que mi cuerpo no lo aguant¨®. Estoy trabajando mucho m¨¢s duro. Y algo tiene que pasar. En cuanto te dices que vas a entrenarte m¨¢s fuerte y vas a un entrenamiento, quieres dejarlo. Es entonces cuando tu mente debe actuar y dominar porque es una herramienta muy poderosa. A veces, mi cuerpo est¨¢ completamente muerto y mi mente le dice: "?Puedes hacer una repetici¨®n m¨¢s!".
P. Su entrenador siempre le ech¨® en cara que trabaja poco. ?Est¨¢ ya m¨¢s contento?
R. Nunca est¨¢ satisfecho. Siempre piensa que puedo hacer m¨¢s. Yo tambi¨¦n lo creo, pero ¨¦ste es un deporte muy duro. Por su forma de ser, no le gusta demostrar que est¨¢ contento conmigo. Le gusta retarme. Una vez que he alcanzado una meta, me pide m¨¢s.
P. ?Qu¨¦ pasa m¨¢s frecuentemente cuando llega a entrenarse? ?Que su t¨¦cnico le d¨¦ los buenos d¨ªas o que le grite por llegar tarde?
R. Grita m¨¢s cuando me salto los entrenamientos. Cuando s¨ª que aparezco para entrenarme, est¨¢ mucho m¨¢s feliz. Es entonces cuando es duro conmigo porque ve que estoy interesado y que quiero trabajar duro.
P. Ese trabajo ha hecho de usted un joven millonario.
R. Todo el mundo me pregunta c¨®mo puede ser que tenga tanto dinero, que sea tan famoso y que no haya cambiado. No es tan dif¨ªcil. Crec¨ª en una familia sencilla. Ahora intento seguir siendo humilde y que el dinero no se me suba a la cabeza. He conseguido muchas de las cosas que quer¨ªa cuando era un ni?o. Los coches, por ejemplo. Los compro porque los amo, no porque quiera presumir diciendo "mirad, tengo este coche". Es muy f¨¢cil ser sencillo.
P. Jamaica no es el sitio m¨¢s seguro...
R. Las bandas no me molestan, pero, cuando est¨¢s en las calles... Hay muchos ni?os sin hogar y me piden dinero. Siento simpat¨ªa por ellos y siempre intento darles algo. Pero procuro mantenerme alejado de las calles. Las ventanillas de mis coches son oscuras para que nadie pueda ver qui¨¦n va dentro. La mayor¨ªa de las veces no saben qui¨¦n soy. Mi entrenador me ha dicho que necesito aprender a decirle que no a la gente, pero yo soy as¨ª. Tengo el coraz¨®n demasiado blando.
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